El «Dios Dorado» regresa en forma terrenal para emocionar con Saving Grace y Suzi Dian. Una velada que quedará grabada a fuego en la memoria de los asistentes.

Hablar de Robert Plant se me antoja muy difícil. ¿Quién soy yo para hablar del «Dios Dorado»? Yo sólo soy un simple mortal, un fan de Led Zeppelin que me empeño en evangelizar con su música a generaciones que difícilmente valoran a las grandes estrellas del rock. Seguramente me vean como al abuelo de Los Simpson contando batallitas, pero, por favor, hagan una excepción, pues Robert Plant es parte principal de la más grande historia del rock jamás contada.

Por diversos motivos, ver a Robert Plant  en directo se había convertido para mi en una quimera. Muchas son las veces que lo había intentado, pero nunca había podido verle por diversos motivos. Hoy llegaba el día que llevaba décadas esperando, y no ocultaré que cierto nerviosismo recorría mi cuerpo. Setenta y seis años son unos cuantos y, sinceramente, me daba miedo lo que podía encontrarme… Con ese pensamiento recorría el camino que lleva desde el parking de «Coruscant», capital del imperio galáctico (También conocida como Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, gracias Diego Luna) hasta el palacio de Les Arts.

Copyright © Pedro Hernández

El auditorio es imponente, los accesos no son los mejores, pero, una vez dentro, aquello es un templo creado para la música. Lo primero que me vino a la cabeza al cruzar aquel umbral fue ¿Qué mejor sitio que un templo para ver a un Dios viviente?.  Y con 15 minutos de retraso comenzaba un concierto tan breve como bonito.

Luces oscuras, entre tinieblas, la banda del proyecto Saving Grace aparecía en escena y sonaban los primeros acordes de The Cuckoo, una bonita canción tradicional que serviría de entrada a Suzi Dian y Robert Plant. No fueron necesarios ni dos acordes para percatarnos de dos cosas: Robert Plant mantenía un rango vocal envidiable, es un portento, un privilegiado. La segunda cosa es que Suzi Dian canta como los ángeles y su voz empasta a la perfección con la de Robert.

Copyright © Pedro Hernández

Angel Dance de Los Lobos había sido adaptada con maestría al estilo de la banda. El recinto suena maravilloso, todo un acierto por parte de Live Nation  para este tipo de conciertos. Ramble on del Led Zeppelin II consigue erizarme la piel. Tantas veces la había escuchado de adolescente en la soledad de mi habitación, que ahora me parecía increíble estar viviendo ese tema en directo. No soy capaz de expresar lo que se siente. 

Copyright © Pedro Hernández

Otro instante del concierto que me dejó sin palabras fue con Too Far From You. Suzi Dian salió sola al escenario con su acordeón y Robert se había ocultado en una zona de oscuridad, detrás de la banda, y estaba haciendo coros a Suzi. Jamás en la vida había visto semejante gesto de humildad en un artista de este calibre. Una cosa es ceder un tema a tu acompañante y otra muy distinta es hacerle coros «a escondidas». Fue el primero pero no el último. Robert Plant se mostró muy humano y cercano durante todo el concierto, contando anécdotas al público y sacando su humor británico al más puro estilo Monty Python.

Parece que aquellos tiempos de excesos e idolatría quedan ya muy lejos para el señor Plant. Robert ahora parece disfrutar de una vida más relajada, como se pudo en su última visita a España, donde uno de los conciertos era en una iglesia de una aldea de Galicia y se fue al bar del pueblo por su cuenta a mezclarse con los paisanos. ¿Acaso ha bajado un Dios a la tierra a mezclarse entre los mortales? Eso parece, y esto solo sirve para acrecentar su leyenda.

Copyright © Pedro Hernández

Higher Rock suena redonda y sirve de preludio para una de las más celebradas. Four Sticks del álbum Led Zeppelin IV (posiblemente el mejor disco de rock de la historia para muchos) es de esas canciones que las escuchas en directo y cobran una dimensión distinta. He de decir que no le sienta nada mal la versión «folk», seguramente incluso los mismos Led Zeppelin podrían haberla hecho así. Otro gran momento que me acompañará el resto de mi vida.  

Copyright © Pedro Hernández

Sabedores de que el concierto llegaba a su recta final, el público se concentraba en disfrutar cada instante, como cuando das pequeños sorbitos de un rico y reconfortante café, esperando que no se termine. Pocos móviles encendidos, aquí el público tiene un nivel distinto, vienen a vivir la experiencia sabiendo que el mejor video es aquel que queda grabado en nuestra memoria. Suzi Dian es la encargada de presentar a la banda, dejando para el final a Robert Plant, que recibió una ovación de varios minutos con todo el público del Auditorio de Les Arts puesto en pie. No esperaba menos.

Copyright © Pedro Hernández

For The Turnstiles de Neil Young suena que el mismísimo Neil se sentiría orgulloso. Friends de Led Zeppelin III es una habitual de los conciertos de Saving Grace y sirve para que la banda se retire a camerinos para los bises.

La espera es corta y vuelven para Gallows Pole, canción tradicional del folclore anglosajón que fue popularizada en su día por Led Zeppelin. Sin duda un broche de oro para un concierto tan breve como bonito.

Copyright © Pedro Hernández

Todavía «en caliente» salgo del recinto intentando asimilar todo lo ocurrido. Recorro el camino de vuelta al coche, quedan muchos kilómetros de viaje hasta llegar a casa. Todavía no me creo lo que acaba de ocurrir, pero lo cierto es que ha ocurrido. Parece que esa sensación de incredulidad y de haber vivido una alucinación colectiva va a durar unos días. Gracias a todos los que han hecho esto posible y gracias al señor Robert Plant por seguir manteniendo viva la llama de la buena música.

Artista: Robert Plant Saving Grace Ft. Suzi Dian.
Fecha: 28 de julio de 2025.
Recinto: Auditorio Les Arts de Valencia.
Organiza: Live Nation España.