Ash vs Evil Dead crítica

La noche del 31 de octubre, la noche de Halloween, la más terrorífica del año, fue la elegida por la cadena de televisión americana Starz para estrenar la que está llamada a ser una de sus series más importantes de 2015: Ash vs Evil Dead.

La serie basada en la trilogía de culto que Sam Raimi iniciara en 1981 (o 1978 si consideramos el cortometraje Within the Woods) junto al actor Bruce Campbell, marcó un antes y un después en lo que se refiere a cine de terror gracias al carísmático Ash Williams, a sus dosis de gore y al tono cómico que fue tomando en sus sucesivas secuelas.

Más de treinta años después, tras tres películas y un remake (Fede Álvarez, 2013) Raimi y Campbell desempolvan el necronomicón, la motosierra y el Delta 88 para volver a deleitarnos con litros de sangre y humor zafio. Y así se presenta «El Jefe» el primer episodio de la serie, que nos situa treinta años después de los hechos sucedidos en El ejército de las tinieblas (aunque no hay ninguna referencia a ella) donde nos encontramos con un Ash Williams entrado en carnes, y algo más malhumorado que en su juventud, pero igual de macarra.

Ash vs Evil DeadEn este primer capítulo encontramos todo lo que el amante de la saga podría esperar de la vuelta de sus ídolos de juventud: gore, sangre a raudales, comedia, referencias a las películas e incluso el mítico «Klaatu barada nikto«. Aunque no todo es igual que antes, por alguna razón Ash no trabaja en Smart, sino en ValueStop, por lo que no volveremos a escuchar aquello de «Compre elegante, compre en Smart«, además, ahora no «trabaja» solo, sino que estará acompañado por Pablo Simon Bolivar y Kelly Maxwell. Además, podremos ver a Lucy Lawless que vuelve a compartir serie con Campbell tras Xena: la princesa guerrera, aunque aún no se sabe qué papel jugará en la historia.

Por lo visto hasta ahora, la serie no destacará por su historia o guión, ¡pero qué más da! mientras mantenga el nivel de sangre y comedia del primer episodio a nosotros nos vale.