Muses en un auténtico regalo para los oídos. Es el segundo trabajo de la banda de post-rock barcelonesa Audiolepsia, editado el pasado mes de mayo. Ellos mismos se encargan de definir el término que les da nombre:

“1.f. Med. Accidente nervioso que suspende las sensaciones no auditivas, caracterizado principalmente por accesos repentinos de extrema lucidez, estados de alteración de la conciencia, y convulsiones rítmicas.

2.f. Mús. Formación musical de raíz rock, catalizadora de atmósferas intensas y caracterizada por la capacidad de provocar en el sujeto síntomas propios de la enfermedad homónima.”

Una vez reconocidos sus síntomas en mí, no puedo más que dejarme llevar por tal accidente nervioso.

Con su primer álbum, Principio de Incertidumbre, Audiolepsia se mostró como una banda de post-rock instrumental con una enorme facilidad de generar emotivos y delicados momentos con los que conectar con el oyente para zarandearlo segundos más tarde con potentes riffs. Buscan entrar en el oyente por la parte emocional, más allá de deslumbrar con la técnica, y no necesitan mediar palabra alguna para ello.

 

Con su segundo trabajo la banda continúa definiendo su estilo y profundiza en la búsqueda de la atmósfera y de las emociones que quieren transmitir en cada tema. Muses es un álbum sobrecogedor, en el que cada aspecto está cuidado con un enorme mimo y detalle, y ejecutado con una precisión y belleza deslumbrante.

En cuanto a su estilo, Audiolepsia dan un gran paso adelante en la evolución de su sonido, siguen conjugando los pasajes melódicos con los riffs más salvajes, pero enriquecen su música con la incorporación de nuevos elementos como los cuidadísimos arreglos de cuerda de Evey (que nos hacen recordar los mejores momentos de Toundra), las guitarras acústicas de Clarice y los sonidos más cercanos al math-rock.

Conceptualmente Muses es una obra en la que cada corte está unido por un mismo significado: los 7 temas del álbum llevan el nombre de distintas musas que han inspirado en algún momento a los miembros de la banda, salidos principalmente del cine y del anime japonés, y consiguen evocar con lucidez en el oyente todos aquellos sentimientos y emociones que cada personaje les inspira. Algunos de ellos se pueden identificar con claridad, como el caso de Motoko, la protagonista de Ghost in the Shell o del anime Charlotte, otros no tanto (y puede que me equivoque y no haya acertado en uno sólo de los personajes, pero he aquí la magia de la música, cada oyente puede llevarla a su terreno y experiencias propias), pero todos ellos con una fuerza y carácter descomunal.

El álbum tiene una magnífica apertura con el tema más metalero de todos, dedicado a Beatrix, La Novia en Kill Bill, en el que conviven capas de guitarra limpias y claras con otras más salvajes, creando un sonido muy complejo y personal. Me asombra el gran equilibrio que han conseguido entre todos los temas, en ningún momento baja el ritmo del conjunto de la obra, y donde todos y cada uno consiguen momentos de enorme calidad e intensidad. Excepto Beatrix y Rachel, principio y final, todos los temas se van enlazando unos con otros. A la belleza de Satine le sigue la delicadeza de Motoko, para llegar al tema más ambicioso: Evey. Evey Hammond es el personaje femenino de V for Vendetta, mezcla de inocencia y dramático pasado (magistralmente interpretado en el cine por Natalie Portman). Audiolepsia apuestan por unos maravillosos arreglos de cuerda que logran recrear la atmósfera de la novela a la perfección y consiguen lo que para mi son los mejores pasajes de Muses. Como no podía ser de otra forma, el tema va in crescendo hasta conseguir el clímax que podría coincidir con la explosión de Old Bailey. Probad a superponer esa escena de la película, silenciando a Tchaikovsky, con el tema Evey de fondo y veréis como encaja a la perfección. La minuciosidad y calidad del trabajo de Audiolepsia es admirable.

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Los riffs salvajes de Charlotte, primer videoclip de Muses, dan paso a la sorprendente Clarice (Clarice, ¿han dejado de gritar los corderos?), donde se da entrada a las guitarras acústicas y termina reflejando la intensidad del personaje inmortalizado por Jodie Foster. Sin saber muy bien en quien se inspira, Rachel cierra el disco dejándonos con un gran sabor de boca.

Respecto a la grabación y sonido del álbum, y una vez superada ya la aparente moda de buscar reputación en estudios del exterior, Muses ha sido grabado en La Buhardilla por Ángel de las Heras, mezclado en The Room BCN por Jordi Navarro y masterizado en Ultramarinos Mastering por Víctor García. El resultado es impecable, mostrando una vez más la calidad de los profesionales nacionales.

Muses ha sido coeditado entre Aloud Music y Drunk!Records.

En un álbum tan cuidado, el diseño no podía ser menos. Principio de incertidumbre ya contaba con una fotografía asombrosa que reflejaba como ninguna la idea del título, y con una cuidada edición, pero con Muses se han salido: el artwork de Khoa Le es absolutamente maravilloso, y logra captar toda la delicadeza y fuerza que Audiolepsia transmite con su música.

En resumen, Muses son 46 minutos y medio que saben a poco, el trabajo de una banda madura, con gusto por los detalles y la calidad, de sonido refinado y contundente a la vez, que logra evocar ambientes y emociones muy intensas. De esos discos que querrás escuchar con los ojos cerrados una y otra vez.

 

Audiolepsia son

Ángel de las Heras: Guitarra

Brian Jiménez: Guitarra

Jordi de las Heras: Bajo

Kilian Callado: Batería

 

Podéis escuchar y comprar su música en su web, y bandcamp. Podéis estar al día de sus noticias y actualizaciones en su página de Facebook y Twitter.