Sábado 26 de enero de 2019. Con un fin de semana sin ningún parcial inminente (por fin), entré a la Sala Musik con ilusión. Le Mur, Caboverde y Noah Histeria son músicos de primera, con amplia experiencia en su campo, que sirven de ejemplo para todo aquel (o aquella) que sienta el deseo de coger un instrumento y montar un grupo. O eso me habían contado…
Cuando vi a cada grupo tocar, supe que mis fuentes no mentían
La misión de dar comienzo a la noche correspondía al grupo autóctono, Le Mur. ¿Hace falta introducirlos a estas alturas? El Brote (Reseña El Brote, Le Mur 2017), lanzado en 2017 y financiado mediante crowfunding, se ha ganado la admiración de toda la región y es en mi humilde opinión un gran referente musical, no solo en cuanto a la escena local, sino a nivel nacional. Su combinación de riffs stoner, en la línea de grupos murcianos como Copper Age, con pasajes melancólicos supone una propuesta estilística muy personal. Aunque los llevo siguiendo desde hace un año, la verdad es que nunca había tenido la oportunidad de ir a alguno de sus conciertos. Tenía expectativas muy altas, que se cumplieron nada más empezaron a tocar Loto, la primera canción del álbum.
Elsa es de las mejores voces que he visto subirse al escenario de la Sala Musik, con una versatilidad sin igual y la potencia de una cantante de ópera (no exagero, tenía que sujetar el micro a más de un palmo de su cara porque, de no hacerlo, se oiría por encima de los demás instrumentos). Su presencia en el escenario, naturalmente, está a la par que su voz. Me fijé también en que no existe ninguna diferencia entre su sonido en directo y su sonido en estudio, señal de que El Brote ha sido producido sin artificios fuera de las capacidades y recursos de los que el grupo dispone. Terminado su setlist, Le Mur procedieron a abandonar el escenario, cargando los instrumentos en una mano y los corazones del público en otra.
Por otro lado, madrileños Caboverde habían marcado Murcia en su lista de destinos para la gira presentación de su trabajo La peor versión de nosotros mismos, lanzado el 14 de septiembre de 2018 bajo el sello independiente The Braves Records.
En aquel momento, tenían el duro desafío de estar a la altura de la actuación que acababan de dar Le Mur. Confieso que, cuando estaba documentándome para el concierto, su disco no me gustó especialmente; no porque estuviera mal hecho, sino porque no soy afín a su estilo musical. No puedo decir lo mismo, sin embargo, de su sonido en directo. Con más energía e intensidad, hay gran equilibrio entre melodía y fragmentos rítmicos.
Pero lo que destaco de este grupo, sin lugar a dudas, es su batería. Oh, muchos son los que sueñan con tener baterías así en su grupo. No solo es capaz de tocar esquemas rítmicos complejos con naturalidad, sino que el sonido que tiene es brutal. Recordemos que la batería, a diferencia de la guitarra o el bajo, es un instrumento acústico, por lo que la forma en la que lo tocas afecta a su timbre en mayor proporción. Un batería bueno es capaz de hacer que tu grupo pase de sonar mediocre a sonar como los ángeles, y esa noche Caboverde nos abrió una puerta al cielo.
Terminada su función, Caboverde le pasaron el relevo a Noah Histeria. Nuestros compañeros del levante peninsular volvieron a tocar su álbum Hautefaye (reseña Haytefaye, Noah Histeria 2017) como lo hicieron aquel Prog Culture Fest en septiembre de 2017, cuando el disco estaba recién sacado del horno. Te puede gustar o no lo que hacen, pero su habilidad técnica es indudable, y eso es algo con lo que el público estaba de acuerdo de manera unánime, aunque lo cierto es que todo el mundo disfrutaba con los breakdowns y los interludios melódicos liderados por el sintetizador.
Cada integrante tenía su momento de gloria entre el mar de riffs complejos y compases irregulares. Yo, que toco el bajo desde los 11 años, pensaba que era bueno hasta que escuché al de Noah Histeria tocar, y mi compañero, que es batería, llegó a la misma conclusión respectivamente con la percusión. Aunque nunca me ha llegado a gustar
especialmente rock o el metal progresivo, no puedo esconder mi sentimiento de admiración hacia la proeza técnica de Noah Histeria.
La noche del sábado 26 de enero de 2019 fue una noche en la que tuvimos el privilegio de ver tres agrupaciones, cada una poseedora de incontable talento y esfuerzo, juntarse para dar todo lo que saben dar. Fue una noche en la que combatimos las ganas de encerrarnos en el local del ensayo y no salir hasta llegar a la mitad de lo que estos grandes artistas son.
Con mucho cariño, vuestro vecino, amigo y juerguista JaviJebi ¡Hasta la próxima!
