Crónica | Las Pelotas en Valencia: epica y convocante

Estamos hablando de tal vez una de las bandas más icónicas de Argentina. Después de Málaga y Barcelona, te tocaba explotar a Valencia, porque, aunque nos traten de dispersar no podrán.

Antes de subir al escenario en charla previa con German Daffunchio, ya sentí que la noche no iba a estar tranquila, German desbordaba alegría, estaba muy feliz de volver, de poder tocar otra vez en el viejo continente, de estar otra vez entre la gente que los quiere muchísimo.

Mucha magia en esta banda, mucha mística, Córdoba, Hurlingham, Cemento…. es tan larga la historia que sería imposible resumirla en una nota.

Pero volvamos a Valencia, la banda subió puntual 22:30 y arranco el fuego con Como una estrella, no importa donde fuiste, no importa cómo fue…… volveremos a vernos de nuevo decía Germán y si, nos volvimos a ver, y fue mejor.

Al tercer tema que fue Corderos en la noche toda la energía contenida, la emoción y la pasión desbordo la sala Rock City y ya nada volvió a serenarse. Se notan los casi 40 años de escenario de la banda, Gabi destrozando el bajo y hablando con el público constantemente, una relación musico publico increíble; German tirado sobre la gente sin parar de cantar, todo cerraba. Era una catarata de alegría, pasión, emoción, pocas veces vista en un concierto por el que escribe.

Tomas impoluto con su Fernandes a izquierda de la banda equilibraba tanta adrenalina. Fueron cayendo hits, por nombrar a las canciones de alguna manera, Victimas, Siempre estará, Personalmente….

Y llego Bombachitas rosas, el coro de la gente tronada por todos los rincones, y sí, claro, se nos aparece el Bocha, con esa remera roja en el concierto de River, una emoción atrás de otra.

Y la cosa siguió así y de repente con Capitán América saltamos otra vez, y adelante pasa Ale con su viento para cerrar con el himno yanki….. silbidos y el grito de Argentina, Argentina. Los teclados de Seba llenaban esos espacios liricos que tan bien llevan Las Pelotas y Jove, el tiempista perfecto, en su pecera inmutable llevaba a la banda por los tiempos perfectos.

Y llego el final y llego Shine primero, con esas guitarras furiosas al frente, y todo se empezaba a derrumbar, todo era diversión, todos brillábamos y se fueron con el Ojo Blindado, ese que nos mira mal pero que bien nos hace, ese que conocimos con el pelado Prodan.

Un Gaspar, aire nuevo en la banda, que parece que tiene mil conciertos encima yendo y viniendo por el escenario contagiaba más adrenalina y un invitado que subió para el fantástico final, Alejandro Pérez pusieron el lugar patas para arriba, 4 guitarras en El Ojo Blindado.

En tiempos donde la música en vivo se valora más que nunca, Las Pelotas demostró en Valencia que siguen siendo tan relevante y poderosa como siempre. Una noche inolvidable que reafirma el lugar de la banda en el panteón del rock argentino.