No cabe duda que cada vez que actúan Los Calabria asistimos a una sesión magistral de blues bien hecho, con detalles cuidados y sonido impecable y el pasado 17 de septiembre no iba a ser menos.
En un club ya emblemático de la noche madrileña como es el MOE, el trio convocaba a su público para presentar sus temas nuevos, los primeros marca de la casa.
Pero antes empezaron la noche comenzaba a ritmo de Whiskey, beer & wine, con uno de esos riff pegadizos que ya marcaban el ritmo de la noche.
Pronto nos acercamos a los ZZ Top de la mano de Tush, una versión impecable que Marcelo Calabria supo bordar tanto en guitarra como en la línea de voz.
El hipnótico ritmo de Voodoo Woman hizo marcarse los primeros bailes al personal, y es que la química que desprenden Fernando García, Hermes Calabria y Marcelo es adictiva, al acabar volvimos a los clásicos con una versión de Parchman Farm.
Fue entonces turno de El filo incandescente, primero de los temas que presentaban y que la verdad se nota la impronta que Marcelo pone en sus letras, con cierto regusto a La Despedida Inerte de Valdés, demostraron que no solo de covers viven Los Calabria y que apuntan a hacer un repertorio propio de calidad.
Bajaron un poco el ritmo para acercarnos a Need your love so bad, una versión más cercana a Fleetwood Mac que a la de Gary Moore, pero que resultó una delicia.
Los presentes teníamos ganas de cantar algún tema y con The Dock of the bay tuvimos la oportunidad, una versión más blusera con unos arreglos de bajo que saben dar el peso justo y espacio a la melodía.
Tras el impass más tranquilo la noche comenzó a teñirse de rock más duro con La zona oscura, segundo tema propio de la noche, un tema más distorsionado, crudo y oscuro y con una letra cuidada al detalle, sabiendo hacerse un hueco en el set list.
El riff de Cissy Strut, tan pegadizo como bailable hizo presencia y la verdad es que consiguen que este tema instrumental te haga olvidarte de la voz por completo.
No podía faltar una buena versión de Rock And Roll, Hoochie Koo al más puro estilo Johnny Winter, donde Fernando García hizo las delicias de los amantes de las 4 cuerdas, después arrancaron con Maybe I´m a Leo de los Deep Purple, pioneros del sonido mas heavy, pero de raices muy bluseras, antes de ir cerrando la noche con Strange Brew de los emblemáticos Cream.
Sin miramientos ni hacer el paripé de pedir otra, nos regalaron 2 bises de nivel, primero Little Wing y cerrando la noche una genial versión de Sweet Home Chicago de The Blues Brothers, tema que cantamos entregados desde abajo.
Lo que quedó claro una vez más es que Los Calabria saben dar lecciones de buen blues rock, tienen tablas de sobra y fue un lujo ver cómo comienzan a aparecer temas propios en su repertorio, espero que pronto nos sorprendan con más mientras nos hacen disfrutar de noches de blues de la vieja escuela.