Retorno a los escenarios tras unos años de silencio de los madrileños Nancy Hole, una de las bandas de rock más potentes del panorama nacional. Con una Sala Boite a medio aforo salieron al escenario dándolo todo desde el primer momento.
Un show basado en temas de sus discos Ángeles y Black Swan y alguna novedad de lo que va a ser su próximo trabajo de estudio. Arrancaron del tirón con Eléctrica, Una Sonrisa Salvaje y ese medio tiempo fantástico que es Recordarte. El sonido fue bastante bueno y la banda a pesar de la larga inactividad y la incorporación de algun nuevo miembro sonó muy empacada y contundente.
Resplandor, La Hora del Hombre, Winning y Úsame fueron las canciones nuevas elegidas para presentar y tuvieron muy buena acogida por parte de todos. Para los que no conozcan al grupo se mueven en influencias muy variadas con sonidos muy cercanos a The Cult, Tool o bandas de los 90 pasados por muchos tamices y amalgamas. Las letras son fantásticas y cantando la mayoría de los temas en castellano.
La voz de JL Navazo es un verdadero torrente que destila mucha clase y feeling, acompañado a la guitarra de su hermano Juan formando entre ambos el embrión del grupo.
Seguidamente escuchamos Stripper y una de las canciones más emblemáticas del grupo, Perdóname Madre. Un tema con una letra desgarradora que no deja indiferente.
Para cerrar el concierto eligieron Burning in my Pocket (único tema en inglés de su primer disco cantado en lengua anglosajona) y Ángeles de su segundo disco con un pequeño homenaje al She Sells Sanctuary de The Cult a modo de intro. Un broche redondo para un muy buen show que disfrutamos mucho todos los presentes.
Esperamos noticias de ellos en breve y que se prodiguen más en directo porque ahí precisamente es donde cuentan con un as en la manga.
