Crónica y fotos: Melanie Silva y Manu Hernández

El jueves ya empezaba la cosa seria en el Resurrection Fest. Tras una placentera jornada inaugural en la Warm-up Party (salvando el detalle de que durante todo el día hubo una caída global en los servidores de Facebook, Instragram y Whatsapp que dificultó el trabajo) llegaba el primer día espartano con la programación a tope en los 4 escenarios y sin ningún cambio de última hora. El sol brillaba, como en la jornada anterior, a pesar de que era el único día de todo el festival en el que la predicción meteorológica daba posibilidad de tormenta.

LÓSTREGOS

Comenzamos la jornada con un grupo gallego de Black Metal Pagano, Lóstregos (leer entrevista). Tan pronto subieron al Ritual Stage nos llamó la atención su maquillaje tan característico. En cuanto empezaron a tocar la gente fue acercándose a ver lo que ofrecían. Su música no es para todos los gustos, pero desde luego se nota que tienen algunos seguidores. Algo que les caracteriza son sus letras en gallego inspiradas en leyendas, historias y cuentos celtas. El cantante terminó el concierto con un «Viva Galicia Ceibe. Saude e Libertade» (Viva Galicia Libre. Salud y Libertad). Desde luego si alguien no los conocía tras el directo que dieron tendrán nuevos adeptos. Ya han anunciado que pronto comenzarán con la grabación de su segundo álbum así que no les perdáis la pista.

TRALLERY

Nada más terminar, nos fuimos a ver a Trallery (leer entrevista) en el Main Stage. El power trio mallorquín, liderado por Humberto Pol, forma parte de esa hornada de bandas nacionales con proyección internacional surgidas en esta década. Ya lo demostraron cuando tan sólo un año después de su formación en 2013 se alzaron con el primer puesto en el concurso de bandas que se celebra cada año en nuestro país para tocar en el festival alemán Wacken Open Air.

A pesar de que aún había poca gente por el recinto, estuvieron bien acompañados por sus fieles y bastantes curiosos que seguro han oído hablar del buen hacer de esta banda que practica un Metal Crossover entre Thrash, Groove y Death. En los 40 minutos que tuvieron sonaron muy compactos y contundentes, moviéndose con soltura en el enorme escenario y contrarrestando con actitud la sobriedad de su puesta en escena, sin tan siquiera un telón con el logo de la banda. Sonaron temas como Scavenger Crow, Spiritless, Evil Pride y White Shadow, jaleados por el público y celebrados por unos tempraneros y tímidos circle pits, pues la jornada acababa de empezar y se notaba un calor poco habitual en esas latitudes.

CONTROL DE PLAGAS

Al mismo tiempo en el Chaos Stage pudimos ver a los bilbaínos Control de Plagas (leer entrevista), los cuales a pesar de la hora y de coincidir en horario con Trallery en el Main Stage tenían a bastante público queriendo verlos. Algunos de los asistentes no pararon de cantar al unísono con el cantante, que junto con el bajista se mostraron muy animados en todo momento e hicieron que pudiésemos ver algún pequeño circle pit al ritmo de su pegadizo Punk Melódico. En general todos los integrantes tenían una gran compenetración que demostraron tocando temas de su último disco. Desde luego cumplieron con lo que prometían: música rápida, con actitud punk y mucha melodía.

MELTDOWN

De vuelta al solecito y pisando fuerte en el Ritual Stage los guipuzcoanos Meltdown (leer entrevista) llegaban vestidos conjuntamente con una camiseta blanca. Pudimos ver que tienen muchísimo público a pesar de su juventud y demostraron tener todo lo necesario para poder triunfar. Aunque como bien señalaron en el concierto su único objetivo es seguir viviendo Meltdown, no vivir de la música.

Durante el principio de su actuación tuvieron algunos problemas de sonido que apenas se notaron ya que supieron resolver muy bien la situación, pudimos ver a mucha gente haciendo crowd surfing, varios circle pits y algunas personas coreando sus temas Gears, Oxymoron, Skull of Stone y su último tema Death is a promise donde también pudimos ver a la actriz del videoclip haciendo crowd surfing para corear el tema junto a ellos, en ningún momento cesaron los breakdowns. Si os perdisteis este concierto no os preocupéis, podremos volver a ver alguna parte de él ya que estuvieron grabando para un videoclip durante su actuación. Para terminar su actuación decidieron hacerlo con una versión de la conocida One Step Closer de Linkin Park.

CATORCE

La carpa del Chaos Stage acogería uno de los conciertos de bandas nacionales con más expectación por nuestra parte y, a tenor de la asistencia, también por parte del público. Los sevillanos Catorce (leer entrevista), a quienes ya tuvimos de banda invitada en nuestro Rock Culture Fest 3 este año, se disponían a traer su último y genial trabajo Arcadia a la audiencia de Viveiro. La expectación se respiraba en el ambiente y podía sentirse en la tensión con que Jaime, José Miguel y Luis encaraban su ritual antes de empezar a sonar la intro Autómata, con Jaime desgañitándose, y las primeras notas de Myria que hicieron que todo explotase.

Y es que, dicho por ellos mismos, llevaban 12 años esperando la ocasión de tocar en el festival gallego. Tuvimos la suerte de estar allí para disfrutarlo, con un concierto en el que sonaron con la “molla” que suelen sonar, pero quizás con un sonido más equilibrado del que tuvieron en Murcia, lo que permitió apreciar los matices en los arreglos de guitarra de Jaime y las segundas voces de José Miguel, mientras Luis se convirtió en un titán tras su kit de batería haciendo que todo sonara maravillosamente contundente. Como no podía ser de otra manera, sonaron mayormente temazos de Arcadia como Tannhäuser o Vivos, aunque también tocaron joyas de sus anteriores trabajos como Farsalia o La Herida. Se nos hizo cortísimo y a ellos también, pero volverán. Los buenos siempre vuelven.

CANE HILL

En el Main Stage la primera banda internacional del día y de hecho la primera visita de los norteamericanos Cane Hill a España. En todo momento mantuvieron al público volcado con ellos mientras tocaban temas de su último disco Too Far Gone como Lord of Flies, It Follows o Singing in the Swamp, pero también hubo tiempo para disfrutar de algunos que no pertenecen a este disco como Gemini o Jesus.

Con un estilo Nu Metal al que ya nos tienen acostumbrados hicieron que la gente se ensimismara escuchándolos y por ello no pudimos ver muchos pogos en este concierto. Tuvieron un sonido increíble en todo momento, pero por ponerles alguna pega quizás los graves estaban un poco altos y hacían que no pudiésemos disfrutar de su sonido en su totalidad.

Para terminar el concierto tocaron el tema que da nombre a su último disco, el cual tiene cierto aire a Korn. Después de poder verlos en directo nos quedamos con las ganas de ver que nos deparará su tercer disco.

 

ELECTRIC MONOLITH

Nuestra primera visita al Desert Stage fue para degustar el Rock con sabor añejo de los barceloneses Electric Monolith (leer entrevista). El rato que estuvimos pudimos comprobar de primera mano que suenan todo lo bien que lo hacen en su disco debut Resurrect The Dead, el cual presentaron casi íntegramente.

Muy metidos en la experiencia lisérgica de su Stoner Rock con influencias de grandes como Black Sabbath o Led Zeppelin, logran transportarnos a otra época musical con la voz de Óscar Chamorro y su preciso manejo de la guitarra, muy bien acompañado por el groove de Ramón Viña al bajo y de Pepo Villena a la batería.

Una banda 100% fiel a lo que se suele ver de día en este escenario y que transmitió todo el buen rollo que se esperaba de su música, aunque les faltase un poco de conexión personal con el público, que también se agradece.

 

KAUSE 4 KONFLIKT

Los franceses Kause 4 Konflikt atrajeron a mucho público al Ritual Stage y desde luego fueron un gran descubrimiento tras su directo. Ellos mismos definen su estilo como Offensive Trash Warcore, su sonido es Death con influencias de Hardcore. Tanto la parte instrumental como la voz tuvieron un sonido impecable en todo momento, los solos de guitarra no dejaban de sonar durante toda la actuación. Además de tener muy buena voz su cantante demostró estar muy pendiente del público sin parar de animarlos y dedicarles sonrisas lo cual les fue devuelto con repetidos circle pits. En algunas partes sus canciones nos recuerdan a grupos como Rise of the Northstar, al igual que ellos ofrecen una gran actuación con muchos breakdowns y una gran puesta en escena. Tras escuchar King’s Eye sobre un escenario parece que el Ritual Stage se les queda pequeño ¿Tendremos oportunidad de verles en otro escenario más grande?

MAIN LINE 10

Volvimos al Chaos Stage llamados por la curiosidad de ver a la segunda banda mallorquina del día (y de todo el festival). Los Punk Rockers Main Line 10 (leer entrevista) auguraban un concierto divertido, cargado de ritmos rápidos y melodías vocales pegadizas. Zapatilleo del bueno que sienta bien a cualquier hora, vamos. Lo que nos encontramos fue eso y un poquito más. La banda gana en contundencia en directo y gran parte se debe al dúo guitarras-voces que conforman Barto Reig y Adrian Jiménez, que se alternan las labores vocales tanto en las partes melódicas como en los screams, aportando dinamismo junto una base rítmica con mucho tupa-tupa, como era de esperar. Además, sonaron a un volumen bastante brutal, como ya les pasa a casi todas las bandas que tocan en este escenario.

Dentro de este pequeño caos me llamó la atención una cuestión y es que me pareció ver a Barto más concentrado y preocupado porque todo saliera bien, mientras que Adrián pareció dar más rienda suelta a la emoción de estar en el Resu y puede que ello afectara a la modulación de su voz, que vimos oscilar demasiado para un buen vocalista como es él. Sea como fuere, lo dieron todo, a pesar de no tuvieron todo el público que hubieran deseado, quizás porque mucha gente se fue a pillar las primeras filas para ver a Crystal Lake en el Main Stage. Destacables sus temas Survive, Signals y el cover molón que hacen de Wonderwall (Oasis), aunque puestos a pedir me hubiera gustado escuchar también el que han grabado este año de Breaking The Habit (Linkin Park).

CRYSTAL LAKE

La primera gran atracción del día eran los japoneses Crystal Lake (leer entrevista). Tras su paso por el Resurrection Fest el año pasado el público se quedó con ganas de más y es que la banda nipona de Metalcore / Deathcore ofrece un directo de los mejores que pueden verse. La organización del festival, no contenta con traerlos de gira en un Route Resurrection también nos brindó la oportunidad de disfrutarlos en el Main Stage. A pesar de que empezaban a caer las primeras gotas de lluvia había mucha gente expectante para verles, y demostraron que el Chaos Stage en el que habían tocado el año anterior se les queda pequeño. Trajeron consigo un tifón sonoro que a la postre sospechamos que fue el inicio de lo que vendría después (risas), pues son un despliegue de energía allá por donde pasan y este escenario les dio la oportunidad de lucirse.

Sonaron a un volumen brutal temas de su último disco Helix como Hail to the fire, Prometheus, Aeon, Agony o Lost in forever, lo que hizo que el público se animase a darlo todo con circle pits, y haciendo crowd surfing. En algunos casos hasta pudimos ver a gente usando tablas para surfear sobre el resto del público. También tocaron temas que no podían faltar como Six feet under o Machina. Pero si cabe destacar algún momento de su actuación fue cuando Elijah Witt el cantante de Cane Hill subió a cantar Apollo junto a ellos. Con este concierto sin duda se han ganado un lugar en el corazón del Resu y seguramente volveremos a verles en próximas ediciones.

BONES OF MINERVA

Mientras los japoneses triunfaban de manera casi masiva en el escenario principal, el Desert Stage nos tenía reservada otra de las bestias musicales que han eclosionado en los últimos tiempos en el Metal estatal. Se trata de las madrileñas Bones Of Minerva. La única banda del festival formada íntegramente por componentes de sexo femenino. El hecho de que estuviese lloviendo, aunque fuese de manera intermitente, trastocó un poco los planes de ver la segunda mitad de su concierto y apenas nos dio tiempo a ver un par de temas. Suficiente para comprobar que la banda tiene un sonido que podría definir como místico y primigenio que conectó intensamente con un buen número de asistentes al concierto.

Con un Rock/Metal oscuro y pausado a la vez que intenso, perfectamente ejecutado por la parte instrumental de la banda, la voz especialísima de Blue Rodríguez a veces nos evoca universos mitológicos y en otras ocasiones suena como el rugir de la madre tierra y su ira contra el ser humano, como pudimos comprobar en su último single titulado Madre, y que fue lo último que pudimos ver antes de salir corriendo a buscar refugio para proteger nuestro equipo fotográfico del tremendo aguacero que estaba cayendo. Muy recomendable escucharlas y verlas en directo, pues transmiten mucho con su música y su actitud. Si quieres conocer más sobre ellas, puedes encontrar entrevistas aquí.

KITAI

Tras comenzar el chaparrón tocaban los madrileños Kitai en el Chaos Stage, el único escenario cubierto. Podría pensarse que estaba abarrotado debido a las lluvias y tener un lugar para resguardarse, pero nada más empezaron a tocar demostraron que para nada era así. Con un sonido Rock muy personal y diferente a cualquier grupo que escucháramos en el Resurrection Fest demostraron que las bandas distintas cada vez tienen una mejor acogida. Para quien no les conozca, son la misma banda que ha estado esta edición y la pasada (también en el Download Festival de Madrid) tocando versiones en el stand de Yamaha nada más entrar al recinto del festival en el lado izquierdo.

Alexander su cantante demostró ser un gran frontman animando al público y comiéndose el escenario sobre todo durante Fuego en la radio, a pocos minutos de terminar el concierto la gente comenzaba a irse para poder ver a Gojira pero los que decidimos quedarnos pudimos gozar de lo mejor del concierto con el batería tocando sobre una tarima sujetado por el público y un invitado especial para los últimos temas. El conocido rapero Swan Fyahbwoy salió a cantar el tema que sacaron hace poco juntos llamado Condenados y para rematar el concierto tocaron una versión de Killing In The Name (RATM) donde la gente hizo un wall of death dándoles la despedida perfecta.

ALTARAGE

Cuando paró un poco de llover uno de nosotros intentó acercarse al Ritual Stage a ver a Altarage, formación que además de mantener en secreto la identidad de sus miembros tras unos negros velos, practica un Death/Doom Extremo bastante interesante. No obstante, llegamos para verlos terminar de tocar el último tema ante un público escaso, mermado por la lluvia y por la obsesión que tiene la mayoría del público de “guardar sitio” para ver a otra banda en otro escenario, como en este caso correspondía a Gojira en el Main Stage.

Esperamos volver a tener la ocasión de verles en circunstancias más propicias, ya sea en festival o en sala, preferentemente con oscuridad para poder apreciar íntegramente lo que transmite la banda.

GOJIRA

Con el tiempo dando una pequeña tregua pero amenazando más lluvia nos acercamos de nuevo al Main Stage para poder disfrutar de Gojira lo que no fue ningún impedimento ya que el Resurrection Fest pensó en todo y comenzaron a repartirse chubasqueros que promocionaban a diferentes marcas entre los asistentes. Como es habitual en Gojira su sonido fue inmejorable, empezaron ya pisando fuerte con Oroborus y Backbone. Se ve que traían muchas ganas de volver al Resurrection Fest y así lo hizo saber Joe Duplantier diciendo que cada vez que tocan aquí es como la primera. Se mostraron muy enérgicos durante todo el concierto en especial su hermano Mario Duplantier tras la batería.

A pesar de que el setlist fue bastante completo se echaron de menos algunos temas, pero pudimos disfrutar de canciones como Silvera, L’enfant sauvage o The shooting star, el público al contrario que en sus conciertos anteriores en el festival se mostró mucho más tranquilo, disfrutando de la técnica que demostraban los franceses. Los momentos en los que pudimos ver a los asistentes más entregado fueron durante Flying Whales y Stranded. Además nos sorprendieron tirando confeti y con un final a la altura ya que Mario se animó a surfear con una tabla sobre el público dejándonos con un recuerdo muy divertido de la banda.

CABOVERDE

Tampoco nos quisimos perder el debut de Caboverde (leer entrevista), el último proyecto de Juan Blas que ya ha pisado anteriormente el festival con Minor Empires y antes con Nothink. La formación madrileña, que también cuenta con Javier Seisdedos, bajista también de Minor Empires, un animal a la batería como es Tweet Campany y Pablo Ponz a cargo del guitarreo. Es cierto que Caboverde explota la faceta más tranquila que le hemos visto hasta ahora a las bandas de Juan, pero también puede presumir de que con La Peor Versión De Nosotros Mismos, disco con el que debutaron el año pasado, han conseguido transmitir optimismo y ganas de disfrutar lo bueno de la vida. Mientras que en sus anteriores trabajos con Nothink y Minor Empires la rabia era el principal sentimiento que destilaba su música, con Caboverde nos sentimos en casa, con el confort de unas letras como siempre plagadas de cercanía y humanidad.

También ayuda el hecho de que Juan cante en castellano en este proyecto y, aunque he de reconocer que al principio se me hizo raro, es indudable que consigue tocarnos más adentro con temazos como Terracota y Rivales. La verdad es que a un servidor le sirvió de bálsamo en medio de una tarde que se estaba frustrando por culpa de la lluvia, y es que cualquiera que vaya a trabajar como fotógrafo a un evento al aire libre sabe de lo que hablo. Por supuesto que también hubo guitarreo y subida de revoluciones con Seguir Vivos, pero me quedo con los temas en que la banda explora territorios más alternativos, con sonoridades más pausadas y texturas más cálidas, haciendo gala de letras introspectivas como es el caso de Ley de Estática y Estabilidad o El Triángulo de las Bermudas. Fue un rato que se paró el tiempo viendo a una banda con una actitud más humilde imposible que consiguió arrancar los sinceros aplausos de un público entregado. Simplemente gracias.

TOUNDRA

A Toundra los habíamos visto relativamente hacía poco cuando visitaron Murcia y asistimos al gran concierto que dieron enmarcado en la programación en sala del festival WARM UP Estrella de Levante (crónica aquí). Pudimos entrevistarles y quedamos encantados tanto del concierto como con su trato tan profesional y cercano.

Teníamos ganas de verles de nuevo en un gran festival y con un horario bastante bueno, y la verdad es que no éramos los únicos. A las 20:30 y tras Gojira el público abarrotó las inmediaciones del Ritual Stage para ver al cuarteto de Post-Rock instrumental presentar su último trabajo Vortex. No obstante, y me pareció algo molesto, dio la impresión de que muchos estaban por allí para no alejarse demasiado del Main Stage pues a continuación vendrían Slayer.

Y pese a la intensa lluvia pudimos disfrutar un ratito de la magia de nuestros queridos Toundra.Hoy brilla el sol y vamos a por la tercera jornada del Resurrection Fest Estrella Galicia 2019 (Official) ?#resu #ResurrectionFestEG

Publicada por Rock Culture en Viernes, 5 de julio de 2019

Desgraciadamente no pudimos permanecer mucho tiempo allí pues la lluvia volvió y ya llovía sobre mojado, así que faltando todavía noche por delante y dos días más de festival, no quisimos arriesgarnos a arruinar el equipo fotográfico y tuvimos que marcharnos para ponernos a resguardo en la carpa de prensa.

La tormenta eléctrica que vino a continuación hizo que se atrasara por seguridad el concierto de Slayer durante unos 45 minutos, pero finalmente dio comienzo a pesar de que la lluvia no paró. Desde la carpa de prensa, donde por momentos llegó a no caber ni un alfiler, estuvimos pendientes de que la lluvia nos diera una tregua y poder salir a trabajar un concierto que era tan esperado y, por desgracia, el último que podíamos ver a Tom Araya y los suyos en España. Como había dicho antes, no podíamos arriesgarnos a salir y la falta de chubasquero (no pillamos ninguno anteriormente) nos impidió que saliésemos, aunque fuese simplemente a ver el concierto sin documentarlo.

TERROR

A pesar del diluvio que hubo en Slayer los horarios en otros escenarios que no hubieran sido afectados por el parón de la tormenta eléctrica se mantuvieron según lo previsto y las 23:15 comenzaban a tocar los californianos Terror. Mucha gente no se acercó a verles debido al retraso en el concierto de Slayer y las inclemencias del tiempo, aun así la carpa del Chaos Stage estaba a rebosar y es que la banda cuenta con una gran cantidad de seguidores y la gente quería aprovechar la oportunidad de volver a ver uno de los grupos de hardcore más veteranos de la escena. Esta vez con su cantante Scott al frente ya que en el concierto que ofrecieron en el 2015 tuvo que ausentarse debido a un problema de salud. El público como es habitual en estos conciertos no dejó de hacer circle pits y crowd surfing aunque fueron mucho menos frecuentes que en otros conciertos, no pararon de corear los estribillos de las míticas Always the Hard Way y You’re Caught pero el momento de máximo apogeo llegó con el final del concierto para el que eligieron uno de los temas más queridos por su público Keepers of the faith.

HIGHER POWER

Solapándose en el horario con Terror llegaban desde Reino Unido Higher Power, conocidos por liarla bien en sus conciertos. Por este motivo no había demasiada gente viéndoles aun así los que estaban disfrutando del concierto no les perdían de vista ya que sus melodías pegadizas y sus característicos riffs y solos de guitarra son algo que no deja indiferente a quien puede verles en directo. Su estilo Hardcore Punk tiene algunos toques Grunge lo que les diferencia de otros grupos de Hardcore y es algo poco común de ver en el Desert Stage el cual es más frecuentado por grupos de Stoner. Salimos a verles sin cámara pues prometían un show animado y no defraudaron. Esperamos no perderles la pista y tener la oportunidad de volver a verles.

PARKWAY DRIVE

El otro gran momentazo de la noche y, por gusto personal, del festival, llegó por fin. Los australianos Parkway Drive, a quienes ya pudimos ver el año pasado en el Download Festival de Madrid, venían en esta ocasión con su espectáculo completo a dejar al personal con la boca abierta. La banda ya figuraba entre los grandes nombres del Hardcore/Metalcore y era muy querida en España antes de lanzar en 2015 su penúltimo álbum Ire. Desde entonces y gracias a que tanto en ese trabajo como en el último Reverence (2018) han evolucionado hacia un Metal mucho más accesible en algunos temas y más oscuro con medios tiempos en otros, gozan de mayor aceptación entre el público del Metal mainstream.

Con la expectación creada no es de extrañar que hicieran una entrada a lo grande, muy americanada eso sí, proyectándose en las 2 grandes pantallas laterales del Main Stage un vídeo con los miembros de la banda llegando al festival en un vehículo blindado, para luego ser recibidos y escoltados por unos encapuchados con antorchas, con Winston McCall al frente vistiendo un enorme abrigo de piel. Mientras tanto sonaba una intro con ambientación expectante y algunas notas de Vice Grip, con algunas explosiones de pirotecnia en el escenario. Finalmente se vio como pasaron por la zona del foso frente al escenario e incluso se pararon a saludar a algunos fans, entre ellos a nuestra compañera Zoe Lilith (momento de emoción que no olvidará) para después pasar a subir al escenario y ocupar sus puestos con cierta pausa y misterio. Tras unos segundos de expectación dio comienzo el recital, sí, recital, pues esta gente clava en directo los temas tal y como los graban en estudio. Abrieron con Whishing Wells, que sonó potentísima, como todo el concierto, para empezar con los primeros botes entre el público.

Evidentemente sobra decir que el recinto estaba abarrotado y quizás había más nuevos fans que antiguos, pues el giro estilístico que ha dado la banda probablemente no sea del agrado de los seguidores del Hardcore, pues a día de hoy el setlist de Parkway Drive se compone de más temás de sus últimos trabajos. Siguieron con Prey, otro de los hits más aclamados de sus últimos tiempos, para luego dar cabida a una época anterior con Carrion de su segundo álbum Horizons, lanzado en 2007 y que sin embargo sonó mucho más acorde con la línea actual de la banda que otros temas antiguos. Llegó Vice Grip para volver a enloquecer al público y le siguió, esta vez sí, uno de los temas más Metalcore que a un servidor le hicieron cogerles el gusto a estos australianos: Karma, de su disco Deep Blue (2010). El concierto dio un frenazo en lo que a jolgorio se refiere con Winston cantando sólo y casi en penumbra Cemetery Bloom, del Reverence, en esa línea oscura que comentaba al principio. Tras el descanso, vuelta a otro temazo, también del Reverence pero en esta ocasión con el ramalazo mainstream como es The Void. La variación de estilos dentro del setlist fue constante y así volvía el Metalcore con Idols And Anchors y Dedicated, para goce y disfrute de quienes les seguimos desde hace más tiempo. Es en este punto del concierto cuando el fuego empezó a hacer acto de aparición, para pasar a una oscura y potente Absolute Power con sendos petardazos al principio y al final del tema.

Tras una breve pausa, salió a escena un cuarteto de cuerda con cuatro bellas instrumentistas ocupando sendas plataformas para tocar la épica Writings On The Wall del álbum Ire y a continuación una impresionante Shadow Boxing del Reverence con ellas ya a la altura del baterista flanqueadas por los 2 guitarristas y abajo vocalista y bajista. Tras este subidón de dejarnos los pelos de punta se marchó el cuarteto de cuerda y volvió la fiesta con la siempre coreada Wild Eyes, haciendo cantar y batir palmas al público al final. Con este tema se despidieron antes de los bises.

Para la traca final salieron los encapuchados, esta vez al escenario, para prenderle fuego a todo y dar paso a una brutal Crushed del Ire que hizo retumbar todo el recinto. Para esta parte vimos a Winston cambiar su habitual sobriedad de la manga larga negra que suele usar por un chaleco de cuero abierto antes del espectáculo pirotécnico final. Decir que en todo momento mostró gran conexión con el público, como ya es habitual en él, y que no deja de sorprenderse y emocionarse cuando ve las muestras de devoción por parte del público. Para terminar, agradeció de todo corazón a todo el mundo y nos animó a botar todos con la maravillosa Bottom Feeder, que resume lo que hoy en día representa esta banda en la escena del metal. Nota 10 a un concierto incluso no habiendo traído su batería giratoria. ¿Habrá que esperar un par de años para volver a verles por España por la exclusividad ya conocida o no podrán resistirse? Sorpresas mayores nos hemos llevado…

THE ADICTS:

Poco tiempo antes de terminar el primer día volvimos a acercarnos al Chaos Stage donde tocaban los conocidísimos ingleses The Adicts. A pesar de la hora y del tiempo la gente todavía tenía ganas de verlos y llenaron la carpa en pocos minutos, aunque parecía que el público no estaba muy animado en cuanto empezaron con el concierto la gente fue moviéndose al ritmo del punk con canciones como Bad boy, Who Spilt My Beer? o Troubadour. Aunque lleven 40 años de trayectoria siguen sabiendo dar un espectáculo a la altura. Cuando sonó Viva la Revolution el público se volcó con ellos, y es que sonaron estupendamente durante toda su actuación y además su cantante se mostró divertido y cercano a los asistentes devolviendo los balones hinchables que le lanzaban al escenario y rasgándose la camisa para terminar quedándose sin ella. Para finalizar este gran concierto tocaron You´ll Never Walk Alone, un cover de Rodgers & Hammerstein donde el cantante comenzó a lanzar confeti haciendo que fuese el momento perfecto para finalizar.

BATUSHKA

Tras el espectáculo de Parkway Drive, había aún curiosidad por ver en directo la llamativa propuesta de los Blackers polacos Batushka, que andan desde el año pasado enredados en disputas judiciales entre su ex guitarra y miembro fundador Krzysztof Drabikowski y su vocalista Bartolomej Krysiuk, por los derechos de explotación de la marca Batushka, trabajando ambos por separado bajo el mismo nombre. Dado que recientemente la justicia ha fallado a favor de Krysiuk, él y su banda son los que actuaron en el festival, presentando su único trabajo hasta el momento: Litourgiya (2015), compuesto y grabado casi íntegramente por Drabikowski, así como algún adelanto del segundo trabajo titulado Hospodi que ha visto la luz una semana después de su actuación en Viveiro. Pero no dejemos que toda esta contextualización nos distraiga de lo importante, que era saber qué tal funciona en directo esta propuesta que, sin embargo, no es novedosa, pues los checos Cult Of Fire llevan haciendo algo muy parecido aunque con menor repercusión mediática desde 2011. Lo que vimos fue en resumen una representación de misa a caballo entre ortodoxa y satánica, con un atrezzo y vestuario espectacular sobre el escenario, pero con más humo que el botafumeiro de la Catedral de Santiago. El exceso de humo llegó a deslucir en algunos momentos el espectáculo, pero en otros pudimos ver cómo los músicos ocupaban su lugar al fondo del todo, mientras al frente se encontraba Krysiuk en el altar donde estaba ubicado su micro y algunas reliquias. En un lateral se encontraban los acólitos que durante el rito se encargaron de encender velas y demás parafernalia. Todo esto ocultó lo que de verdad interesaba: la música.

Aunque sonó espectacular, pues el trabajo discográfico de la banda es sobresaliente si te gusta el Black Metal melódico con regusto Doom. Pero con toda la parafernalia y no ver a los músicos, realmente pareció una película con banda sonora, y eso fue lo que al cabo de un rato me hiciese perder el interés y partir hacia el Desert Stage con la esperanza de disfrutar, aunque fuese solo del final, del concierto del californiano Brant Bjork.

No obstante, al ser un escenario cuyos horarios no se vieron afectados por el parón de la tormenta eléctrica cuando llegamos ya habían terminado y no pudimos ver al genial ex miembro de míticas bandazas de Stoner como Kyuss y Fu Manchu. Así que nos marchamos a descansar y reponer fuerzas para un viernes que ya retumbaba en el horizonte con los tambores de Slipknot…