Evento: Nits de vivers 
Recinto: Jardines de Viveros (Valencia) 
Fecha: Domingo 4 de agosto de 2024 
Crónica y foto: Sofia Lecea

 

El pasado domingo 4 de agosto daba por finalizado el ciclo de conciertos de Les Nits de Vivers con más de 35000 asistentes y qué mejor que Rulo y La contrabanda para despedirlo, eso sí, con un horario un poco malo para ser domingo pero debido a que el concierto se incluyó en el ciclo después de la cancelación por el cierre de la sala Repvblica del pasado 27 de abril.


Puntual como un reloj pero con unos problemas de sonido al inicio que hicieron volver atrás a los músicos y repetir la salida tras la introducción del Mariskal Romero, la contrabanda arrancaba con Confeti y el público se venía arriba con la salida de un Rulo al que no le hicieron falta teloneros para calentar a los asistentes y aunque es verdad que se trataba de un concierto del «Tour 5» en el que se presentaba el último disco, las protagonistas fueron las canciones más antiguas como La cabecita loca o Mi cenicienta que llegaron automáticamente después. El doble de tu mitad y Noviembre dejaban paso a la coreadisima Como Venecia sin agua donde Rulo hacía referencia a La Fuga, banda de la que él y su guitarrista Fito Garmendia formaron parte.

Verano del 95 y Tu alambre daban paso a otra de las canciones de aquella antigua etapa, Buscando en la basura. Durante La flor uno de los hijos de Rulo saltó al escenario y ayudado por su padre repartieron algunas flores artificiales entre los afortunados de la primera fila en la que cabe destacar, había muchos niños encantados con él espectáculo. Con A lo bonzo volvíamos a este «5» que da nombre a la gira de la que cabe destacar su puesta en escena con un gran 5 gobernando el escenario y un gran uso de la pantalla de fondo.

Llegaba el turno de presentar a la banda mientras tocaban Todavía y precisamente tras este momento Rulo se retiraba del escenario y dejaba a la banda, liderada en este momento por Fito Garmendia, interpretar Me quedo contigo en la que se unió casi al final. Otra canción de «5», El plan perfecto, daba paso a que Rulo se sentase al piano para interpretar una emotiva Heridas del Rock and roll que acabó cansando el público a capella bajo la atenta mirada del cantante. Con Por verte sonreír y Dentro de una canción llegaba el momento de un breve descanso para coger aire antes de unos bises que el público esperaba con ansia y tras breves instantes Rulo volvía a las tablas con su guitarra acústica para interpretar La balada del despertador y, sentándose otra vez al piano, Cuestión de fe. Tú mejor versión sería la última canción de «5» pero Rulo y la contrabanda no podían marcharse sin dejar al público sin voz y por eso no podía faltar P’aquí p’allá que, con 32 escaleras pusieron el broche de oro a una noche mágica en la que desde luego ninguno de los asistentes nos juramos cambiar de vida a pesar de ser domingo.