Crónica | Sinsaenum y Acrónica en Murcia
Fotos: La Fuensanta (Garaje Beat Club)
Mantendré hasta la saciedad, el lugar especial que ocupa para mi disfrutar de concierto en Garaje Beat Club, una sala que, ya considero prácticamente visita obligatoria para cualquier grupo que pase por la región.
Si bien, en este caso el aforo no llegó a completar la mitad de la sala, esto dejo margen de disfrutar del concierto sin agobios desde las primeras filas como fue mi caso.
Durante la gira, Sinsaenum se ha apoyado de bandas nacionales diferentes para cubrir cada una de las fechas, y en este caso para Murcia, Acrónica son los encargados de abrir el concierto y aprovechar para continuar con la presentación de su último trabajo Sociedad Canibal.
Desde este punto, y tras charlar con algunos de los componentes antes del concierto, me transmitieron las ganas de poder abrir para músicos de este calibre y, sobre todo, que más pronto que tarde, quizás tengamos nuevas noticias sobre ellos.

Mantendré como ya dije en otra crónica, que, si existe una intro idonea es Claustro de inocencia. Ya sea para un tema o una introducción a un directo, tiene esa aura necesaria para encajar las melodías con la cercanía de la sala mientras el grupo toma posición en el escenario. Sin mediar un segundo, Sobredosis de placer es la encarga de abrir la noche a base de ritmos constantes y el juego de voces de Cesar a la voz. Tras esta, Nada nuevo encaja perfectamente en la dinámica de la anterior, pudiendo ser perfectamente una continuación de esta.
Acrónica son conocidos por todos los asistentes en la sala, por lo que, no son necesarias presentaciones y poco puedo decir de ellos que no se haya dicho ya. Aunque si debo destacar el uso de su propio equipo durante el concierto, incluida batería, lo que permite mantener un sonido completamente fiel al material grabado y para mi gusto, incluso más natural.

Una versión reducida de Frustración nos deja paso a la que para mí es un tema redondo dentro del set list, como es Libelos de Sangre. Bajo mi opinión, un tema que remarca la esencia de Acrónica dentro del proceso de composición: influencias dispares dentro de un mismo género, ritmos pesados y lentos que rápidamente se aceleran y dejan paso a una armonía entre guitarras y bajo que te hipnotiza. De nuevo, siempre recalcaré el buen gusto dentro de la banda por el sonido del bajo y como este tiene un protagonismo a la par con el resto, manteniendo una presencia constante en el sonido.
Disfruto mucho de las versiones, siempre que la banda añada su toque, y no sea replicar una tablatura al uso. En este caso, me quito el sombrero ante incluir una versión de Kreator del tema Brainseed, ya que, en palabras del propio César a las voces, «Está canción no la tocan ya ni ellos».
Tras esto, Negociando la muerte hizo honor a su nombre, ya que fue la culpable de romper válvulas del cabezal de una de las guitarras, creando un momento complejo en cualquier directo que ningún músico quiere. Parar un concierto sin saber cómo retomarlo.
En este caso, aunque el set list tuvo que recortarse, era palpable la energía y las ganas con las que se iban a defender los temas restantes elegidos, que fueron Llantos silenciados y Decadencia Canibal, una canción que, de nuevo, combina todas las aristas del grupo y permite un cierre natural al concierto.
Con su turno sobre la mesa, Sinsaenum, aunque mal considerados bajo la etiqueta que tanto daño hace de super grupo, a mi criterio cumplen lo que promete. Son una banda que lleva músicos con experiencia, y eso se nota desde el primer minuto. Van como un reloj suizo encima del escenario, coordinados y sin margen al error, pero con una naturalidad fuera de lo normal.
Aunque su último disco, In Devastation es reciente, esta gira no es una presentación al uso y es por eso que el peso del set list estaría bien repartido entre todos sus trabajos anteriores. Lo que deja margen para meter clásicos de la banda y que llueva a gusto de todos.

Con una entrada sin pausas ni alardes, simplemente saludando al público, In Devastation abría la noche con su pegadizo ritmo en sus riffs en una línea Black’n’roll y que se alternan con un toque más Death metal moderno durante toda la canción. Es un tema potente y pegadizo, idóneo para abrir un directo. En contra partida, Ashes es una línea aún más cruda, con toque Dlackened que deja juego a entrelazar las guitarras de Stéphane y Frédéric.
Durante esta gira todo el peso de las voces recae sobre Sean, quien también es voz principal en Daath, por lo que su registro es indiscutible y temas como Sacred Martyr dejan constancia clara. Es un vocalista pulcro, y que controla el escenario, permitiéndose hacer temas de seguido casi sin descanso o manteniendo antes de cada canción una breve conversación con el público para incitaba a corear estribillos de los siguientes temas.
Splendor and Agony es un ejemplo claro del peso que poseen las baterías en el proceso de composición. De la mano de André, quien era técnico del propio Joe Jordison, podemos disfrutar de un directo que lo nombra como digno sucesor. Se disfruta de cada golpe, cada fill, cada nota que encaja donde piensas que no podría haber otra y la naturalidad con la que estas se suceden. Es un tema en el que especialmente se disfruta del sonido de la batería y toda su complejidad.
Con un breve lapso, Sean presentó brevemente a la banda y dejo el paso a Aires, bajista en Moonspell, quien usando un perfecto español agradeció poder estar durante esta gira al bajo y el apoyo recibido por ello, incluso saludando a amigos suyos presentes en la sala.

Si existe una sombra, bastante alargada, que continúa arropando la banda tal como ya hemos mencionado, es Joe Jordison. No solo fue miembro fundador, sino amigo cercano del resto de componentes. Es por ello, que, tras unas palabras en su honor, Last Goodbye introduce con unas voces limpias la catarsis al dolor por su perdida. El solo de guitarra en esta canción es necesario, no posee una nota más de la cuenta y deja precedente en como Sean sabe jugar con el registro completo de su voz y Frédéric es un guitarrista a la altura de un proyecto así.
Tras esto, y tras una breve explicación de Sean al público, Army of Chaos fue el tema encargado de levantar a toda la sala al unísono. Es una canción himno, pensada para unificar y que no te deje indiferente con los cambios de ritmo tan bruscos que posee o los solos armonizados entre ambas guitarras. We are the Army of Chaos!!!
Shades of black posee esas líneas de guitarra armonizada que son obsesión seguidas por un ritmo pegadizo de nuevo en una línea Black’n’roll que envuelve toda la canción. Es quizás de los temas mas sencillos de todo el set list y eso lo hace especialmente disfrutable en el escenario, ya que, en contraposición, Spiritual Lies supone todo un caos repleto de riffs que mezclan el Thrash con el Black, sin dejar margen de descanso.
Como casi cierre, My swan song es un tema extenso y que toma su sonido de la rama mas cercana al Black metal del grupo y dejando para finalizar la noche, redundando en el nombre, Final Resolve. Este, posee una línea más Death metal hacia tintes de la vieja escuela que todas sus predecesoras, aunque los arreglos de batería tan detallistas y las melodías de guitarra, delatan el origen de algunos componentes.
No puedo terminar esta crónica sin destacar algo, para mi más importante que la música, y es el trato con el público. A los minutos de acabar la última canción, bajaron al completo a la zona del merch para ellos mismos atender a la gente. Algo como regalar prints firmadas en el momento o ofrecerse para sacarse fotos, por el simple hecho de pasar a saludar, es un detalle que demuestra desde el minuto uno su amor por la música y el público.
Todo esto remarca una idea clara, Sinsaenum es un grupo, que etiquetas y géneros fuera, es una reconexión con la música en su lugar más puro. Es un proyecto cercano y natural, de componer y tocar, y, por ende, deja claro su objetivo: músicos disfrutando de componer, pero sin la necesidad de demostrar nada, solo por pasión







