Ir al Resurrection Fest era una de esas metas que tenía en la mente desde hace unos años. Para mí, este festival no era como cualquier otro, tenía un halo de magia, un noseque que no tiene ningún otro festival; probablemente parte de culpa la tendría el magnífico trabajo de comunicación que hace la organización del festival, tratando con mimo todos los detalles, dando a la fotografía la importancia que realmente tiene, vendiéndonos una experiencia única más allá de los grupos que aparezcan en el cartel de cada edición.

Mi primera vez en el Resurrection Fest fue una experiencia corta pero intensa, un sólo día en el que descubrir si mis expectativas se verían cumplidas. Por desgracia, tengo que decir que no lo conseguí, no fui capaz de disfrutar el festival al 100%, me faltó tiempo, me faltaron momentos, pero haré todo por solucionarlo el próximo año.

killus resurrection fest

No llegamos al recinto todo lo temprano que me hubiera gustado debido a una lucha titánica contra un menú gallego consistente en una bañera de sopa y media vaca, por allá no se andan con tonterías. Ultrazombies sonaba en el escenario principal cuando cruzábamos la puerta de acceso al festival por lo que aceleramos la marcha para poder disfrutar de los últimos temas de Killus, que ya congregaban un buen puñado de seguidores cuando eran poco más de las cinco de la tarde. Magnífica puesta en escena aunque no se puede negar que, como casi todos los grupos, ganan mucho con menos luz como pudimos ver hace unos meses en su paso por Murcia.

Tras esta primera toma de contacto, damos una vuelta para conocer el recinto, echar un vistazo a los puestos de merchan y terminar en el Desert Stage, donde nos sentamos un rato para disfrutar del concierto de unos desconocidos para mí como eran One for Apocalypse. Y en este punto, tengo que darle las gracias al Resurrection Fest, gracias por apostar por la mezcla de estilos, gracias por apostar por sonidos

one for apocalypse resurrection fest

actuales y gracias por apostar por los grupos nacionales. Los festivales suelen servir, al menos como yo lo veo, para descubrir grupo más que para disfrutar al 100% del concierto, más que nada por el poco tiempo de actuación que suelen tener. Yo, en un solo día descubrí a más de un grupo que no conocía y unos de ellos fueron One for Apocalypse, grupo asturiano de post rock que me enganchó desde la primera nota.

Muy contento con mi descubrimiento, cambiamos de escenario y de estilo para ver a Legacy of Brutallity que, tal y como nos contaron, cumplían 10 años de su primer concierto y quería celebrarlo por todo lo alto. El Chaos Stage estaba a reventar para su actuación, de hecho, creo que se quedó bastante pequeño, y fue un auténtico hervidero de metaleros realizando circle pits y Wall of deaths casi con cada tema.

De vuelta en el escenario principal para esperar la salida a escena de Jeff Waters y sus Annihilator. Su actuación de hace un par de años en el Leyendas del Rock me pareció demasiado corta y les tenía bastantes ganas, por desgracia la falta de tiempo es algo inherente de los festivales y aquí no gozaron de mucho más tiempo de actuación; además su descarga comenzó algo más tarde de lo previsto por lo que incluso tuvieron que acortar su show.

annihilator resurrection fest

Tarde pero bien, el grupo salió con todo para ofrecernos un concierto corto e intenso aunque eché en falta algo de velocidad y mala leche en su actuación. Aún así, con temas como Suicide Society, King of the KillSet the World on Fire es difícil no levantar a un público que agradeció la actuación con sus correspondientes Wall of death. Jeff se mantuvo durante todo la actuación muy cercano, hablando con el público e incluso haciendo bromas sobre como pronuncia la gente el nombre de su grupo «anilator, anijalitor, anal eater». Llegando al fin del concierto, el vocalista nos comenta que no tienen tiempo para tocar las dos canciones que tenían preparadas para cerrar, así que dejan fuera uno de sus temas más conocidos como es Alison Hell para tocar el que nos comenta ser su tema favorito Phantasmagoria.

vita imana resurrection fest

Volvemos al Chaos Stage para disfrutar de uno de los mejores directos que podemos disfrutar hoy en día en España, te pueden gustar más o menos, pero nadie puede negar que un directo de Vita Imana engancha. Y engancha por la actitud del grupo, especialmente de su vocalista Javier Cardoso; por el buen rollo que destilan y por su bestial puesta en escena. Que aún no los queréis lo suficiente, pues el grupo sale a escena nada más y nada menos que con algunos de los personajes más conocidos de Star Wars y con los Resukids. A partir de ese momento, el grupo podía hacer lo que les diera la gana sobre el escenario, como si se cantan una jota o sacan las castañuelas como Manowar en aquel Lorca Rock, que a mí ya me habían ganado. Pero claro, para Vita Imana eso era sólo el comienzo, y como suele ser normal en ellos, reventaron el Resurrection a base de temazos como Seis Almas, Gondwana o Nuevo sol.

Después de su bestial descarga es imposible tener más ganas de verlos en la próxima edición del Aquelarre Metalrock Fest.

Volvemos al que fue, de lejos, mi lugar favorito del Resurrection, el Desert Stage, para disfrutar de otro grupo hasta el momento desconocido para mí pero que acabó convirtiéndose en uno de los que más disfruté de todo el festival y eso que no contaron con el mejor sonido posible. Truckfighters derrocharon personalidad, buenos temas y mucho stoner, aunque sufrieron algunos problemas técnicos que hicieron que no sonaran como deberían haberlo hecho.

alcest resurrection festY llegó, al fin, el momento más esperado del festival para mí, el grupo que más me apetecía ver de todo el cartel y no, no hablaban en alemán precisamente sino en francés. Alcest dio, desde mi punto de vista, el mejor concierto de la jornada, aunque también es verdad que no soy nada objetivo. Kodama fue uno de mis discos favoritos del pasado año y me tiene bastante enganchado desde el primer momento que lo escuché. El grupo capitaneado por Neige dio un magnífico recital de post metal con un sonido maravilloso y un sencillo juego de luces como único atrezzo, que contrastaría con la opulenta puesta en escena de Rammstein. Una hora que dejó sin habla a todos los presentes y que terminó con Neige sólo en el escenario recibiendo un largo aplauso del público.

Tras el concierto de Alcest volvemos (yo en una nube) al escenario principal para encontrarnos que está casi hasta la bandera, se notaba que había muchas granas de ver a Rammstein, auténtico cabeza de cartel de todo el festival. Un gran telón cubría el escenario para no dejarnos ver el bestial montaje que llevan los alemanes mientras, las pantallas nos recordaban que disfrutáramos del concierto y no perdiéramos en tiempo en grabarlo (sabio consejo). Poco antes de la hora anunciada comenzó una cuenta atrás que terminó de volver loco al público que tenía a mi alrededor, el telón que cubría el escenario cayó para descubrirnos parte de la maquinaria de la que harían gala los alemanes a lo largo de hora y media.

Casi ninguna sorpresa en el setlist, y realmente tampoco demasiadas en su espectacular puesta en escena, aunque tampoco les hace falta, los allí presentes queríamos fuego, queríamos que Till Lindemann encerrase en la bañera Flake Lorenz y le echase encima una lechera llameante, queríamos ver explotar chalecos de dinamita… Quizás, los primeros temas del concierto se hicieron algo lentos para los que no somos fans del grupo, pero el espectáculo era tal que tampoco necesitábamos mucho más. La noche se animaba con temas como Keine Lust, Feuer frei! o Du riechst so gut que unidos al buen sonido y al espectáculo fueron realmente disfrutables. Aunque para mí el mejor momento de la noche fue con Du Hast, no por la canción sino por el despliegue pirotécnico del que hicieron gala, fuego desde los cuatro costados del escenario durante todo el tema y luego, dos cohetes a modo de proyectil lanzados desde el escenario hasta la torre de sonido, donde revotan y vuelven a estallar en el escenario, mientras que comienza a salir fuego desde una plataforma detrás de nosotros. Bestial.

Rammstein

Aún no tenemos claro como salimos vivos del concierto de Rammstein en el RESURRECTION FEST

Publicada por Rock Culture en Viernes, 14 de julio de 2017

Llegamos al fin del concierto con la lluvia de confeti de Amerika y con Lindemann a un par de metros del suelo luciendo las alas lanza fuego en Engel con la que acabaron el show lo que provocó una previsible avalancha. Avalancha que se detuvo al escuchar un ¿quierro más? que precedió a un totalmente inesperado bis con el tema cantando en español Te quiero puta! con el que terminaron de meterse a Viveiro en el bolsillo.

Y hasta aquí mi primera incursión en el Resurrection Fest, fui con ganas y he vuelto con más ganas todavía de repetir el año que viene.