Los castellonenses Dry River se daban cita en la Garaje Beat Club el viernes 13 de abril para presentarnos su nuevo trabajo 2038, así como repasar temas de sus anteriores trabajos. Además de conseguir un aforo más que considerable (sobre todo teniendo en cuenta que venían solos) y meterse a la gente en el bolsillo desde el minuto uno, los de la comunidad valenciana nos demostraron que no hace falta ser un grupo con millones de reproducciones en Youtube para sacar adelante un grupo con una propuesta más que interesante. Obviamente todo influye y no sería justo decir que en la música lo único que importa es el talento (porque todos sabemos de sobra que no es así) y ello conlleva sino a darle más mérito a este grupo que, poco a poco y con 3 discos y un directo en su haber, ha logrado alcanzar un puesto puntero y privilegiado en la escena del progresivo nacional actual tanto por la cantidad de fans que han conseguido como por el directo tan único y repleto de calidad que nos ofrecen en cada uno de sus shows.

Sólo había que ver a la gente: las primeras filas apenas pararon de bailar y moverse durante las casi dos horas de concierto. Esto se contagió de forma casi irremediable a los allí presentes y más de uno nos echamos un bailoteo. También influye en ello un grupo tan ecléctico; en una canción te los puedes estar bailando y, a la siguiente, puedes estar estampando la cabeza en el suelo de los riffs tan machacones y metaleros que llegan a ofrecerte. Si a eso lo acompañas con un sonido que te evade desde el minuto uno y con una técnica de los músicos que rozó la perfección; la mezcla de todo te da un cóctel, una explosión de sensaciones maravillosas que, a fin de cuentas, es lo que buscamos a la hora de consumir un directo (y música en general): sensaciones bonitas de las que disfrutar y aprender.

dry river murcia

Musicalmente he de decir que se notó en ellos una presencia y puesta en escena tan normalita como buena. Se mostraron sólidos y templados, enchufadísimos desde el primer momento y, como dry riverhe mencionado antes, técnicamente casi perfectos puesto que, a parte de ser una música técnicamente compleja, hicieron patente su profesionalidad y sangre fría a la hora de defenderla en un escenario. Me llamó poderosamente la atención que todos fuesen con el mismo traje aunque alguno de ellos no duró ni dos canciones antes de quitarse el chaleco puesto que el calor y la aglomeración así lo exigían, incluso, para los que allí nos posicionamos de meros espectadores. Los coros sonaron (que no es poco) muy bien en todo momento. Las transiciones y las partes machacones fueron parte del deleite que fue en sí el show. Utilizaron un segundo teclado y hasta un megáfono para no recurrir a los samples. Chapó por esa decisión ya que, aunque no estoy en contra de los samples, los grupos que escogen calentarse la cabeza y hacerlo todo ellos se merecen mi más profundo respeto puesto que escogen sonar un poquito mejor a cambio de transportar más cosas de aquí para allá (puede parecer algo tonto pero como músico os digo que para nada lo es). Se curraron un medley de sus temas y sentó de maravilla. Podrían tocar cualquier canción en su haber y no desentonaría. Su rollito ecléctico parece para todos los públicos. Una manera de enfocar el progresiva quizá más «comercial» (lo comercial no implica que sea malo, recordemos) y no por ello menos atrevida. El ambiente creado allí por ellos y por los que allí estuvimos nos asegura, de boca de la misma banda, que tendremos más conciertos de Dry River en la capital murciana. Un grupo muy grande tanto musical como personalmente que, sin duda, está en el inicio de su cresta de la ola particular.

Setlist:

  1. Fundido a Negro + Pequeño animal
  2. Rómpelo
  3. Frascos vacíos
  4. Me pone a cien
  5. Camino
  6. Al otro lado
  7. Prog Medley
  8. Irresistible
  9. La mujer del espejo + Bajo control
  10. Con la música a otra parte
  11. Me va a falta el aire
  12. Cautivos + Traspasa mi piel

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