Reconozco que nunca antes había asistido a la homilía de El Altar del Holocausto. He escuchado sus discos de principio a fin y vuelta a empezar, pero nunca había disfrutado de su directo y, aunque no fue ninguna sorpresa, sí puedo decir que quedé extasiado ante un milagro musical en forma de cuarteto postrock instrumental.
La banda, que dejó evidencia en cada tema de su potencia y virtuosidad, llegó a Madrid para demostrar su constante crecimiento y la buena salud del estilo que dominan. Para ello, y ante una pista de la Sala But repleta de parroquianos, El Altar del Holocausto se paseó por el conjunto de su discografía abriendo con temas nuevos como El silencio de un gesto, paseando por otros cortes esenciales como Caridad o Lucas 1.26-38, para llegar hasta los míticos Crvcis o Resvrrectionem.
En los grandes conciertos, la energía del escenario y la del público se asimila, se conecta y esto es lo que pasó con la actuación de El Altar del Holocausto, nota a nota, tema a tema, la unión se hizo más fuerte hasta que el cuarteto alcanzó el éxtasis y santificó la sala madrileña con su intensa y profundamente doom Love Your Enemies, Do Good to Those Who Hate You, Bless Those Who Curse You.
El Altar, que arrancaba en Madrid sus cinco últimos conciertos de la gira, que concluirá en Murcia en el Garaje Beat Club, ha anunciado que va a parar… Y no, no lo dejan, pero sí que se toman un respiro de lo que ha sido un largo maratón de conciertos y grabaciones que empezó en 2012 y ha llegado hasta este funesto 2025.
Así que sólo nos queda desear a El Altar del Holocausto paz, tranquilidad y que Dios les acompañe.















