Daua es un proyecto musical diferente y singular, nacido de un proceso creativo entre músicos de dilatada trayectoria. Tras presentarse en directo en Madrid, charlamos distendidamente con Dave, vocalista y compositor de la banda para conocer más en profundidad lo que implica Daua.
Muchas gracias por estar esta tarde con nosotros. Lo primero, ¿Cómo estáis?
Muy bien, muy contentos. Si te refieres al bolo del otro día, pues muy satisfecho. Después de todo el trabajo y ver cómo nos arropó la gente y cómo son capaces de ir integrando poco a poco algo que es complicado como Daua.
Daua es un proyecto de lo más singular que he escuchado en los últimos tiempos. Me gustaría saber dónde, cuándo y cómo comenzó todo esto.
Daua es como una especie de alter ego mío. Siempre he tenido la necesidad de compartir, me encanta subirme al escenario, cantarle a la gente. Y al final esa intención que es la que me acompaña desde que soy adolescente ha ido tomando forma, porque al final cuando uno tiene una ilusión por hacer algo la vida te lo va dando. Por suerte he ido conociendo a gente que me lo ha puesto muy fácil. Como Paul Castejón, amigo mío. Empezamos a trabajar en el estudio, a escribir y darle forma a canciones que ya estaban escritas y poco a poco fue tomando forma el proyecto.
Alguien que venga a ver un show de Daua, tiene que irse con el alma tocada.
Hace unos días pudimos disfrutar de vuestro debut en Madrid y, sin lugar a dudas puedo decir que tenéis un directo muy potente ¿Tenéis más fechas previstas para daros a conocer?
Sí, el 28 de noviembre, la Revi Live. Nos molaría encontrar alguna fecha anterior, porque todo el trabajo que hemos hecho con los músicos y con toda la banda en general es muy tedioso, poner a rodar un show. Pero vamos, estamos ahora mismo con muchas ganas.
El plano musical está muy trabajado, pero para mí el show de Daua tiene que ir mucho más allá. Tiene que haber espacio para el teatro, espacio para un payaso, espacio para un acróbata, espacio para la danza. Para mí tiene que ser una experiencia vital.
Alguien que venga a ver un show de Daua, tiene que irse con el alma tocada. Esa es mi intención.
Dave y Paul venís curtidos en la música con diferentes proyectos a lo largo del tiempo ¿Qué os aporta Daua en vuestra carrera?
A mí lo que me aporta es libertad para no tener límites a la hora de componer. Creo que ahora mismo el proyecto Daua está abriendo la puerta a un universo de posibilidades. Ahora mismo todas las canciones que tenemos Daua son muy autobiográficas, hablan mucho de todas las vivencias personales que he tenido, pero me gustaría poder encontrar el lenguaje universal en el que no solo sean las mías, sino que sean ideas del imaginativo colectivo que realmente nos ayuden a expandir tanto en lo musical como en lo semántico una conexión más grande con lo que queremos hacer.
¿Cómo es empezar un proyecto ahora con respecto a cómo comenzasteis hace unos años?
Creo que es más ligero. He conocido un proyecto que se hacía antes, el old school que era, primero encontrar los colegas con los que ibas a formar una banda, todos veníamos de esta cultura de Seattle, y se juntaban los colegas a tocar en el garaje de sus padres y así se formaba una banda antes. Pero hay otros caminos que son mucho más inteligentes y que te ahorran un montón de tiempo y esfuerzo, al final todo es pulir cosas.
Ese camino está muy bien porque te lleva a conocer una hermandad, una forma de construir cosas, pero depende mucho de la suerte, a nivel emocional también pasa que hay alguien de ese grupo que no encaje o que no tenga talento a la hora de tocar la batería que es el elemento que le toca aprender a tocar, y vas tirando hasta que alguien se arma de valores y le dice, amigo mío, hermano, te quiero muchísimo, pero no tienes ni puta idea de tocar la batería y vamos a buscar otra batería. (Risas) Ahí empiezan a romperse las bandas, empiezan los problemas sociales, como ensayo y error el old school de hacer una banda antiguamente creo que es mucho más largo que lo que es ahora, quizás sea una cuestión de madurez, que ya hemos pasado por todas esas cosas y ahora ya sabemos un poco cuál es el camino a seguir y dónde queremos estar y qué es lo que hay que hacer para eso.
Lleváis unos cuantos meses presentando un poco con cuentagotas el material, y quería preguntarte cuándo podremos escucharlo todo entero.
Tenemos que ponernos las pilas a saco, tenemos como 15 temas para poner ya a disposición del público, pero esto es un trabajo que no termina.
Paul y yo no dejamos de componer, que es la parte más guay, esto es como una especie de experimento para ver un poco qué parte de Daua es la que conecta más con el público para poder darle soporte, al final esto lleva tanto trabajo que es muy importante tener apoyo del público.
A nosotros nos gusta todo, cada canción tiene nuestro sello y nuestra alma, pero sí es verdad que hay partes de tu alma que conectan con más gente que otras (Risas) y esto de ir probando es ir viendo dónde están las fortalezas de Daua, nosotros las intuimos y sabemos cuáles son las que más nos conectan, pero no deja de ser una prueba.
Cada tema que sacamos es totalmente diferente, no sé si se puede analizar un poco todo lo que hemos ido sacando ahora mismo, pero cada uno va tocando una rama diferente y al final cuando se tenga toda esa información tendrá sentido.
¿Habrá formato físico?
Nos encantaría hacer un formato físico, no sabemos si realmente será el típico CD como se ha hecho siempre, le estamos dando un poquito a la imaginación para que como ahora ya todo es diferente, a lo mejor es una cosa que se inyecta o que se pone en una lentilla, no sabemos, investigaremos (Risas)
los cantantes que me gustaban a mí eran cantantes que estaban dispuestos a morir por su causa
Si te parece me gustaría hablar un poco de algunos temas, me gustaría empezar por Buscador de Tesoros, que a mí el estribillo me parece tajante frente a la música actual, ¿ya no quedan canciones como las de antes?
La verdad es que me cuesta conectar con canciones hoy en día, pero sí las hay, de repente se pueden encontrar cosas muy bestias que pueden llegar a conectar.
No creo que sea un tema de los artistas, sino más bien sistémico, creo que es una cuestión de entrega, cuando digo que todos mis cantantes han muerto, los cantantes que me gustaban a mí eran cantantes que estaban dispuestos a morir por su causa, al igual que lo estuvo Sócrates por morir por un ideal, esto es algo que ya ha dejado de existir, ningún político va a morir por su causa, hoy dicen una cosa y nadie va a tomar cicuta por un ideal, y esa es parte de la enfermedad del sistema que padecemos, eso afecta a todos los niveles, la política como plato principal es la que todos los demás creamos en función de las normas que ellos dictan.
Por suerte, el arte siempre está un poco fuera de todas estas cosas y siempre va un poco contra norma, pero sí es verdad que echo de menos ese tipo de cantantes que son capaces de cantar lo que no se atreven a decir.
¿Y ahora mismo se te ocurre alguna excepción?
Me gusta mucho Gojira, por ejemplo. En general el metal siempre estuvo libre de todas estas cosas, pero no dejan de ser músicas muy minoritarias, en lo mainstream no encuentro nada.
Hay bandas, pero yo no me atrevería a catalogar Muse de mainstream, quizá para mí más mainstream sea Imagine Dragons, que es una banda que a mí me parece muy atractiva, comprometida con su mensaje y que al final, por su bagaje de vida, se nota que toda esa expresión artística tiene una forma de hacerse muy real y muy de verdad, pero otras cosas no me las creo, Coldplay no me lo creo, y hay otras bandas que van de ese palo pero no me las termino de creer.
Otro tema que me gusta mucho es Estanque de peces, que también es lo que estábamos hablando, una lucha contra el conformismo, contra la normalidad, que es algo que nos destaca a las almas creativas. ¿Es revolucionario tratar de ser auténtico?
Qué pena que lo sea, que debería ser lo prioritario en esta vida, pero creo que sí, creo que es muy revolucionario ser auténtico, porque además ni siquiera nosotros somos capaces de poder llegar a entender el poder que podríamos tener.
Lo primero que se nos hace desde que nacemos es controlarnos con el miedo, y entonces cuando empiezas a pasar por las etapas de la vida en las que se te controla con eso, la presión social, tienes que formar parte, sonríes si quieres integrarte, haz tal, no muestres que es necesario toda esta parte, pero no toca irse tanta inquina por capar lo que realmente hay dentro del ser humano.
El sistema tiene inquina por tapar lo que hay dentro del ser humano, y muchas veces cuando eres consciente de que hay esa inquina sistémica, te tocan mucho los cojones, y te das cuenta de repente en una edad avanzada de tu edad, en tu madurez, donde quizás ya no tengas la fuerza de la adolescencia, de que has estado encarcelado desde que naciste, sin tener límites, que estabas en un océano, pero metido dentro de una pecera dentro del océano.
Para mí estanque de peces es eso, tenemos que educar a las generaciones del futuro para otra cosa, sobre todo a nivel comunicativo, a nivel emocional, no se por donde tendrán que ir los tiros, pero ya donde dentro de poco tiempo va a haber realmente problemas a la hora de diferenciar si estás hablando con una persona o con una máquina, creo que el ser humano tiene que dar un salto comunicativo a la hora de hablar desde lo emocional, que sentir es algo que no va a poder hacer una máquina nunca.
Sentir se nos da bien, lo que pasa es que se nos da bien también tapar lo que sentimos.
Para mí uno de mis temas favoritos es La sombra del fuego, que tiene ese aire tribal casi chamánico que se llena de influencia de esos sonidos de percusiones ¿Qué nos recomendarías para crear sinergias en toda nuestra canción? Para tener una experiencia completa con esa canción
Se trata del Swarmandal, que es un instrumento hindú que es maravilloso, es como una especie de arpa que se toca y tiene ese sonido que a mí realmente me toca mucho el corazón, esa vocación oriental me gusta mucho y conectamos Paul y yo en eso, que a los dos de alguna forma nos gusta ese misticismo. Alguna vez la hemos escuchado alrededor del fuego, intentando simular el porque viene el título de La sombra del fuego.
El fuego no tiene sombra, el fuego es un elemento en sí mismo, pero que es atravesado por la luz, que no proyecta una sombra opaca como cualquier otra cosa. Y hablo de este mundo onírico en el que es como el otro lado, el otro lado de la vida, no hace falta estar muerto para ser consciente de que has estado vivo.
Y estar vivo implica muchas cosas es un grito de vida es como cuando hablas con gente mayor y muchos de ellos te dicen, ojalá no hubiera perdido tanto tiempo, ¿por qué no aprendemos de los sabios? Siempre vuelvo al sistema, le estamos dando mucha inquina al sistema, para mí una de las partes de formar de agua es porque veo que el sistema está realmente podrido y cuando eres consciente de esto, y puedes tener un micrófono al que decírselo, no debes callarlo. Que un sistema anule las dos potencias más brutales que tenemos, que son los niños y los ancianos, para mí es prueba de que vivimos en un sistema tremendamente enfermo, porque los niños tienen la inocencia, la pureza, la verdad, y no les damos voz, y los ancianos tienen, aparte de todo eso, también tienen la experiencia, tienen el bagaje vital, sin embargo nos creemos en la posesión de la verdad absoluta, los que les eliminamos de los sistemas, y cada vez todas las familias terminan con sus ancianos en las residencias, si no todas un elevado número, porque no tienen cabida en el sistema actual. Los niños tampoco, de hecho que tengan que trabajar la madre y el padre y que tus hijos los críe otra persona, es parte de un sistema enfermo, que evidentemente nos ha llevado aquí y estamos en este punto, todos tenemos que trabajar para vivir, pero creo que hay cosas sagradas que nos hemos pasado por el forro.
Me parece muy interesante el enfoque que dais en la canción Gaza, que por desgracia sigue estando en la actualidad. ¿Qué creéis que se puede o que debemos hacer desde nuestra consciencia?
Es muy complicado el tema de la guerra cuando llama a tu puerta, si han matado, es muy fácil decir el perdón, el amor, solo en la salida, no queda otra, son los eslóganes fáciles a los que todos atendemos inocentemente cuando no hemos sufrido el horror de la guerra.
Pero creo que si fuéramos capaces de abstraer todo este resentimiento, toda esta historia que, los que relatan la historia y los que nos cuentan son dos. Entonces, si el ser humano fuera consciente de que lo sagrado, de que la libertad del otro está por encima de cualquier otra cosa, de que tenemos que tender a la tribu más que a lo grande, más que a la gran ciudad y fuéramos conscientes de que los estados, pueden caer como ya ha pasado en otras partes de la historia.
Hemos tenido el imperio más importante, que ha sido el imperio romano, y se empezó a desmoronar cuando el estado era insostenible por la base y entonces se quiebra y cae. Creo que estamos en ese punto en el que esas grandes estructuras de poder van a caer, van a arrastrar un montón de intereses que son los que les han llevado a tener ese poder, pensando que todavía puede seguir doblegando a la humanidad de esa forma, imponiendo la guerra, pero nosotros podemos hacer poco contra eso, cada vez más es más fácil la guerra se puede hacer dando a una persona a un botón, realmente no hace falta que vaya mucha gente a la guerra, pero sí creo que tiene que haber un despertar de conciencia colectivo a nivel humano, para que seamos todos conscientes de lo que le pasa a mi hermano en África, no solo en Gaza, sino que le pasa a un niño en una mina en África, le afecta a tu hijo, y realmente le afecta, creo que a nivel energético hay cosas que mientras no seamos conscientes que a nivel global nos pasa a nosotros, no daremos ese salto, es importante pensar y tener un pensamiento conjunto de humanidad, que hasta ahora no hemos llegado a tenerlo, ojalá lo tengamos pronto.

Es verdad que tenemos mucho pensamiento individual, muy poco globalizado, muy poco consciente de que lo que nos repercute en la ropa o en la tecnología que consumimos, repercuta a nivel global.
Pero es conciencia, yo tengo mi ducha de agua caliente e implica que estamos en el super primer mundo. Cualquiera en Europa, o en lo que llamamos el primer mundo, muchas veces vive mejor que el mejor rey o el más poderoso de la Edad Media. Come mucho mejor, tiene mejor acceso a una educación, a un conocimiento infinito que él no tenía, duerme en una cama mejor, se da su ducha de agua caliente todos los días, a nivel general se vive mejor que nunca, pero el ser humano está roto, se suicidan más seres humanos que nunca también, y no es una única causa lo que provoca todo esto, es multifactorial evidentemente.
¿Qué tiene que ver la música en todo esto? Pues mucho, la música para mí es la primera toma de contacto que uno tiene comunitaria, chamánica, con algo que está más allá de la madera y de la tierra que coges, es como tu forma de conectar con lo divino.
Ha habido grandes pensadores que nos han iluminado el camino, como Buda, Jesucristo, Gandhi que hablaban de todo esto que estamos hablando, pero es que se los han follado, bien follados a todos, los poderes fácticos con los que han tenido que luchar, les han dado cera por todos lados, y no es una cera gratuita, es que a los que mandan no les interesa que el ser humano de ese momento de el salto por miedo al descontrol, pero creo que si de algo es el ser humano capaz y realmente nos ilumina y nos puede hacer una joya en el universo que vivimos es nuestra infinita capacidad de amar.
Lo más salvaje que tenemos es nuestra alma
También hablar del último lanzamiento, más reciente que es Mentira, que también tiene un estribillo y una potencia en el mensaje contra la falsedad y la superficialidad actual, quería preguntarte, ¿queda algo salvaje en este mundo feliz que nos cuenta Huxley que nos toca vivir?
Lo más salvaje que tenemos es nuestra alma, por ahí tienen que ir los tiros. Hay que hacer todo lo contrario a lo que te digan a nivel mediático, tienes que escuchar al instinto, a esa voz interior, a esa parte salvaje, lo más divino en el ser humano es su intuición. El sistema se preocupa más de tapar todo el daño que estamos haciendo a las generaciones con todo el tema visual.
Para un cerebro por madurar, poner a un niño delante de una pantalla, hasta que tiene 6 o 7 años que ya ha empezado a integrar un poco el lenguaje y todo este tipo de cosas, ponerle delante de una pantalla es como estarle dando heroína y la consecuencia que pagaremos de estas generaciones que han sido víctimas de esto, se está haciendo un daño severo para capar toda esa parte que decimos divina de la intuición, algo que es súper importante, el tiempo que necesitamos para poder darle forma a nuestros pensamientos a través del aburrimiento, de todas estas cosas que ya la generación de niños no tiene ese espacio. Es realmente preocupante.
No sólo que ya están siendo afectados dentro del vínculo familiar por sus padres, por las necesidades que todos tenemos de trabajar, sino que además estamos altamente anestesiando sus mentes con toda la tecnología a la que les sometemos. Creo que en el futuro, esto se tiene que regular porque estamos haciendo un daño que todavía no sabemos su alcance, pero gran parte de ese daño está en el futuro.
Ha sido un placer poder compartir este tiempo contigo, ¿Hay algo más que quieras decir a los seguidores de Rock Culture?
Muchas gracias por contar conmigo, es un placer charlar contigo de cosas que yo creo que son muy importantes, pero sobre todo lo más importante es disfrutar de la vida, que la vida es un regalo, y disfrutar de la música puede ser un regalo y es algo como religioso, cuando descubro algo de música buscar un momento de paz en el que yo le dé peso a eso, una concentración que es por la noche, me pongo mis cascos, intento disfrutar de la sonoridad que ese creador ha intentado transmitir en su obra.
Creo que Daua tiene mucho de eso y cambia mucho la película, como hay tanta información y hay tanta historia, no tiene cabida, pero yo creo que, si tú tienes la capacidad de cerrarte en un sitio y intentar escuchar lo que ahí se está diciendo, es un regalo.






