viva belgrado

Los cordobeses Viva Belgrado pasarán por Murcia el próximo 30 de noviembre, en la sala REM junto a Munmira, dentro del último tramo de la gira de presentación de su último álbum, Ulises. Al día siguiente estarán junto a Our Next Movement en la sala Matisse de Valencia.

Sorteamos dos entradas individuales para su concierto en Murcia junto a Munmira en la sala REM. Solamente tenéis que dar «me gusta» a nuestra página de facebook» y compartir la publicación en público desde nuestra publicación de facebook (aquí). Podéis participar hasta el sábado 25 de noviembre a las 20:00.

Con motivo de esta visita tuvimos la ocasión de cruzar unas palabras con Cándido Gálvez, guitarrista y vocalista de la banda, a quien le agradecemos las palabras y el tiempo dedicado.

 

Viva Belgado siguen en constante movimiento, tanto a nivel artístico como físico: 2016 nos dejó vuestro álbum Ulises y, junto a 2017, mucha carretera, ¿qué resumen hacéis de estos dos años?

Han sido frenéticos e intensos pero muy satisfactorios. Cada año que pasa sentimos que subimos un escalón: en 2015 girar por primera vez por Europa, tocar en el AMFest y fichar por Aloud parecía algo insuperable; en 2016 hicimos Fluff, Primavera, Resurrection, Palacio de los deportes, dos giras por Europa y salió Ulises, que fue disco del año para Rockzone y varios medios más; y en 2017 hemos hecho Rusia, Bielorrusia, Japón, UK, Balcanes, hemos abierto para Berri Txarrak en un bolo sold out de 2000 personas… Y aún tenemos planes antes de que termine el año. No sé qué nos depara 2018 pero el listón está definitivamente alto.

Es increíble la cantidad de actuaciones que habéis tenido, tanto en España como en toda Europa e, incluso, Japón, ¿hay mucha diferencia entre estos públicos? ¿apreciáis una cierta barrera lingüística?

No tanto una “barrera” pero sí una forma de entender la banda. En Europa nos movemos mayoritariamente dentro de un circuito DIY acostumbrado al hxc y al griterío y sentimos que el proyecto se entiende y hay seguimiento. Por otro lado, aunque dentro del estado tal vez el público no tiene tanta “formación” en las vertientes del punk o el hxc que nosotros tocamos (de hecho si entras en nuestro perfil de Spotify, verás que no nos relacionan con bandas estatales), el vínculo que el público ha creado con nuestras letras es impensable en el extranjero. La verdad es que son increíbles los comentarios y el feedback que nos llega por parte del público en ese sentido y nos sentimos cada vez más arropados.

Os movéis en unos registros musicales en los que cuesta llegar a un público amplio, ¿hay espacio en España para estas bandas más underground o es el público de otros países el que muestra un mayor interés?

La verdad es que no sabría qué decirte. Nosotros hemos crecido mucho gracias al circuito DIY y la autogestión, sin apenas apoyos externos, o promoción, y en la mayoría de los casos creo que este circuito esta hecho por las bandas y para las bandas. Así que si hay un espacio es porque entre todos lo hemos creado. Creo que ocurre del mismo modo en la mayoría del extranjero, quizás con mayor afluencia de público, pero el rock no deja de ser algo residual. Y más ahora que el pop electrónico y el rap han arrasado con todo: las guitarras cada vez son menos trendy.

 

NOSOTROS HEMOS CRECIDO GRACIAS AL CIRCUITO DIY Y LA AUTOGESTIÓN, CIRCUITO HECHO POR Y PARA LAS BANDAS. ASÍ QUE SI HAY UN ESPACIO ES PORQUE ENTRE TODOS LO HEMOS CREADO.

Nuevo single de Viva Belgrado – Epílogo: la Cima

 

Habéis vivido grandes momentos en el escenario, como vuestras actuaciones en el Resurrection Fest y en el Primaveral Sound Festival, o junto a Alcest, Jardin de la Croix y Toundra en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid, ¿son ambas sueños cumplidos? ¿Cuáles han sido vuestros mejores momentos encima de un escenario?

Depende de qué entendamos por “mejor”. Mirando hacia atrás te das cuenta de que esos bolos son importantes en un sentido “profesional». Pero los mejores momentos no necesariamente casan con esos conciertos. Cuando estás encima del escenario dentro del Círculo Polar Ártico, a menos -14º en la calle, o cuando estás tocando en un doceavo piso en Tokio y ves a la hija de 4 años de Sergio Aloud bailando, y miras a tus compañeros y te preguntas «¿cómo carajo hemos llegado hasta aquí?» entonces te das cuenta de la suerte que tienes, y de que al final los sueños solo son objetivos, pero lo que te hace feliz son esas cositas que te vas encontrado por el camino.

¿Preferís actuar en grandes eventos o estáis más cómodos en salas con público más reducido?

Nuestro hábitat siempre han sido las salas pequeñas tocando a pelo pero poco a poco le vamos cogiendo el gusto a los escenarios grandes. Son formatos diferentes y ambos se disfrutan.

¿Cómo se compagina toda esta enorme actividad artística con el resto de vuestras vidas? ¿Habéis conseguido vivir de la música?

A rachas hemos malvivido de la música, pero porque para girar de la forma que hemos querido girar no era posible hacerlo de otra forma. A día de hoy te diría que la banda para nosotros es más un estilo de vida que una profesión.

 

AL FINAL LOS SUEÑOS SÓLO SON OBJETIVOS, PERO LO QUE TE HACE FELIZ SON ESAS COSITAS QUE TE VAS ENCONTRANDO POR EL CAMINO.

 

Desde finales de 2015 estáis trabajando con Aloud, ¿qué motivó a llevar a cabo ese cambio? ¿qué os ha aportado?

Aloud es un sello del que nosotros hemos bebido mucho como público y que nos ha influenciado mucho en nuestra forma de entender la música. Surgió la oportunidad y consideramos que era buena idea para llevar la banda a niveles a los que nosotros no tenemos acceso. Nos ha aportado precisamente eso y la experiencia de un sello que lleva más de 12 años trabajando en el estado. También hemos aprendido a organizarnos mejor gracias a ellos, y la edición física en vinilo que se ha hecho de Ulises tampoco habría sido posible sin ellos. Además, Sergio Aloud suele ser nuestro técnico cuando puede y cuando ellos vienen de gira las cosas siempre funcionan mejor.

Volviendo a Ulises, una de las grandes diferencias con Flores, Carne es que nace con un concepto común, de hecho, hacéis hincapié en que “se interpreta como una única pieza en sus diferentes vertientes”. Como en la Odisea, el movimiento y los viajes son constantes en las letras, pero también hay algo de la novela de Joyce, ¿cómo surge la idea?

Por un lado, nosotros como consumidores siempre hemos valorado que haya un concepto redondo detrás de álbum. Ya que usamos un formato de 11 canciones, creo que es positivo jugar con las posibilidades y ofrecer algo interesante, no 11 cortes sueltos que pudieran ser 11 singles.
Por otro, a nivel de concepto, siempre digo que no sé escribir sobre lo que no conozco. Cuando llegó el momento de empezar a darle forma al apartado lírico del disco me di cuenta de que de forma indirecta las canciones lidiaban mucho con el tránsito en pos de algo, una especie de Ítaca, lo que irremediablemente me recordó al viaje de Ulises. De ahí la asociación con el Ulises de Joyce y su incorporación al concepto. Nos parecía interesante tomar esa obra icónica del siglo XX y reinterpretarla a nuestra manera, desde nuestra óptica. Nos parecía que todo casaba bien y creaba una especie de lexicón o imaginario para el disco que ayudaría a darle identidad y le daría fuerza al conjunto.

Hay mucha crudeza en las letras (especialmente en Transatlántica, que me pone los pelos de punta), aunque también cierto optimismo, y sobre todo movimiento (“y la vida, que es movimiento” cierra el álbum) ¿cuáles han sido vuestras inspiraciones?

Como te decía antes, no sé escribir sobre lo que conozco, así que Ulises lidia en gran medida con lo que vivimos en los dos años entre que se publicó Flores y Ulises, sobre todo 2015, de ahí que hablemos tanto sobre ese movimiento constante. Fue un año en el que giramos mucho, y además yo estuve 2 meses viajando en China y Japón, después 6 meses viviendo en Barcelona, después volví a Córdoba…

 

LAS CANCIONES LIDIABAN MUCHO CON EL TRÁNSITO EN POS DE ALGO, UNA ESPECIE DE ÍTACA, LO QUE IRREMEDIABLEMENTE ME RECORDÓ AL VIAJE DE ULISES. DE AHÍ LA ASOCIACIÓN CON EL ULISES DE JOYCE Y SU INCORPORACIÓN AL CONCEPTO.

 

En el aspecto técnico, volvéis a contar con la producción de Santi García y Victor García para el mastering, ¿ibais con la idea clara de cómo tenía que sonar Ulises? ¿Cómo ha sido todo el proceso de grabación, mezcla, etc.?

Sabíamos que como contábamos con algunas influencias más accesibles (Por la mañana, Apaga la llum), nos apetecía darle una producción más cruda para compensar. De ahí que no dobláramos guitarras y que todo sea prácticamente como lo hacemos en directo. Gran parte de la producción la fuimos viendo in situ y Santi hizo un gran trabajo.

Por cierto, la portada me parece espectacular, ¿qué nos podéis contar del diseño de Cándido Gálvez y la foto de Juan Fandiño?

Conocimos a Juan en un concierto en Madrid en 2015 y raíz de ahí vimos sus fotografías. Él hizo esa foto en Japón, de una especie de jardín descuidado. Al venir de una portada de flores vectoriales del disco anterior nos pareció muy interesante lo de la naturaleza salvaje, como abandonada y dejada a su suerte.

Hacednos una recomendación, de todo lo que suena en vuestros playlist, ¿cuál es esa banda que no nos deberíamos perder?

Nothing,Nowhere. Lo va a petar.

El próximo 30 de noviembre os tendremos en la Sala REM de Murcia, qué nos podéis adelantar de lo que disfrutaremos esa noche.

Tocaremos un repertorio mayoritariamente de Flores y Ulises, tal vez con algo de El Invierno y tal vez con algo nuevo. Además esta gira la estamos haciendo ya con Álvaro Mérida a la batería.

Para esta fecha contáis con Munmira, quienes acaban de publicar nuevo disco. ¿Cómo los elegísteis para que tocaran con vosotros?

Sinceramente, yo no los conocía. Fue Pedro quién los recomendó y al escuchar su último EP nos pareció buena idea. Tenemos ganas de verles en directo.

Para terminar, ¿qué mensaje enviáis a los lectores de Rock Culture?

¡Nos vemos el 30!

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Recordad, cita obligatoria con Viva Belgrado y Munmira el 30 de noviembre en la sala REM. Más información en el evento de facebook.