JardinDeLaCroix

Aprovechamos la tercera edición del Progstureo Fest para charlar con los madrileños Jardín de la Croix, la banda encargada de poner el punto y aparte a la primera noche del festival madrileño hecho por y para los amantes del progresivo.

Antes que nada queríamos daros las gracias por dedicarnos unos minutos de vuestro tiempo.
Ha pasado más de un año desde que publicasteis vuestro último disco Circadia, tiempo durante el cual no habéis parado de tocar. Hicisteis la gira de presentación por Europa, presentasteis el álbum en festivales tan importantes como el Be Prog! My Friend, el Primavera Sound o el ArcTanGent, y habéis recorrido prácticamente toda España. ¿Cómo valoráis el crecimiento que ha vivido la banda desde el lanzamiento de vuestro último álbum?

Israel: En este tiempo la verdad es que la banda ha crecido muchísimo. Ya no solo por la promoción que tuvimos al sacar el disco nuevo, que hizo que estuviésemos en boca de mucha gente, sino por toda la ayuda y el soporte que nos ha brindado desde entonces Aloud Music. Evidentemente nosotros tenemos nuestros trabajos y en nuestro tiempo libre nos dedicamos a componer y a tocar. Antes, parte de este tiempo libre lo teníamos que invertir en buscar bolos y gestionar los asuntos de la banda, mientras que ahora de esa parte se encarga Aloud. Esa diferencia, aunque parezca que no, es muy importante.

Nacho: Yo creo que se han juntado varios factores. Por un lado, el lanzamiento del disco, que nos ha dado un empujón muy fuerte. Y por otro el fichaje con Aloud, que nos dio la posibilidad de hacer la gira europea y nos ha abierto las puertas para tocar en muchos festivales. Yo creo que eso ha sido tan importante como la salida de Circadia.

Pablo: Ha sido un poco el catalizador para poder llegar a sitios a los que tú solo no podrías haberlo hecho.

Nacho: Todo el trabajo anterior que hacía que la banda creciera lentamente ha pegado un acelerón gracias al apoyo de Aloud. Yo creo que es el momento en que realmente ves más compensado el esfuerzo que haces. Y a nivel personal, ha llegado un punto en que puedes plantear la banda como una actividad complementaria al trabajo.

Israel: Ya se empieza a ganar pasta, pero es pasta que estamos reinvirtiendo en la propia banda.

Pablo: Sí, claro, estamos en un momento en que la banda no te cuesta dinero, y el que genera lo puedes reinvertir en ella. Pero es un punto al que hemos llegado hace poco. Aun así, estamos lejos de poder permitirnos dejar el curro y dedicar el 100% de nuestro tiempo a la banda.

Israel: Si todos los años sacases disco e hicieses una gira como la de este año, a lo mejor podrías conseguir lo comido por lo servido, y hasta malvivir un poco. Pero eso supondría sacar todos los años disco. Si este año nos ponemos a componer, no nos va a llamar nadie. Igual surge algún cosa, unos cuantos bolos, pero desde luego de eso no vas a poder vivir.

Pablo: También puede ser un riesgo que la banda se convierta en tu sustento, o pretender que lo sea, porque al final tienes que sacar disco para vivir, y lo vas a hacer deprisa y corriendo, sin centrarte en hacer lo que quieres. Yo creo que es un arma de doble filo.

Volvéis a tocar esta noche en Madrid, en la Sala Caracol, después de haber hecho sold out en la presentación de Circadia junto a Syberia. ¿Qué sensaciones os despierta este retorno un año después de aquella cita tan importante?

Israel: La presión que había en el otro bolo, aunque sea la misma sala y más o menos el mismo público, era mucho mayor. El otro concierto era la presentación del disco, y en Madrid, en tu casa. Quisieras o no, psicológicamente, presentar lo que haces antes los tuyos es mucho más intimidante porque quieres que les guste y vean lo mejor de ti. Aunque digan que al Real Madrid le viene bien jugar en el Bernabéu, a mí no me pasa lo mismo. (risas) Quizás hoy ya no hay ese factor porque llevamos ya un paño y pico de trayecto con Circadia.

Pablo: También llevamos encima la experiencia de haber tocado con más bandas en varios festivales, por lo que ese factor psicológico no está tan presente esta noche.

Circadia es claramente vuestro disco más luminoso gracias al equilibrio que lograsteis entre la emotividad y la técnica, que es el elemento que ha estado siempre más presente en vuestra música. ¿El nuevo material de la banda se ubica también en esta dirección o habéis planteado algo distinto tanto a Circadia como al material previo?

Nacho: No, el disco nuevo es todo country y bluegrass. (risas)

Ander: Yo creo que esa era la intención desde el primer momento que empezamos a componer Circadia. Hacer un disco completamente diferente y desligarnos un poco del rollo de la técnica por la técnica. Pensamos en trabajar mucho la melodía y la armonía.

Israel: Además, la historia y el marco narrativo que ideamos para Circadia se prestaba a componer un disco más melódico y más bonito por todo lo que había detrás. Igual que el anterior, que abordaba la figura de Tesla, era un disco más eléctrico porque la historia era pura electricidad, a Circadia le pegaba ese registro. Siempre intentamos que cada disco tenga su propia identidad y su propio sonido.

Nacho: Este nos va a salir malo, ya avisamos. Cada tantos discos hechos siempre sale uno malo y este va a ser el nuestro. (risas)

Israel: En realidad para este álbum nos hemos tomado las cosas muy a conciencia. Cuando empezamos a componer nos dimos cuenta de que teníamos mucho material para poder rellenar minutaje y sacar algo nuevo lo antes posible. Y hemos decidido volver a atrás y pensarlo todo dos veces.

Pablo: Hemos reestructurado muchas cosas que, si viésemos la banda de otra manera, hubiéramos dado por válidas y definitivas. Por eso hemos vuelto sobre mucho material e ideas que teníamos compuestas y que, sin ese ejercicio de reestructuración, no hubiesen reflejado lo mejor de nosotros.

Israel: En ese sentido el factor presión es muy importante, porque si tienes que sacar algo ya, te toca tirar con lo que haya. No hay más.

En Circadia sorprendió bastante la inclusión de pianos, baterías sintéticas, coros e incluso orquestaciones en algunos de los temas, desmarcándoos así de la propuesta que habíais presentando en los discos previos basada solo en guitarras, bajo y batería. ¿Para el disco nuevo podemos esperar de algún modo una nueva sorpresa en este sentido?

Israel: Sí, pero no van a ser los mismos que en Circadia. Como te comentaba, siempre intentamos buscar una identidad propia a cada disco, probando cosas nuevas y dándole un enfoque un poco diferente.

En los últimos años el mundo del progresivo y la música instrumental ha visto cómo han surgido varios festivales creados entorno a estos estilos, no sólo el famoso Be Prog! My Friend, sino otros como el Chu Fast Two Prog, Prog Culture Fest, Tótum Revolútum o el propio Progstureo. ¿Creéis que el gusto musical del público se ha abierto más a este tipo de géneros desde que empezásteis como banda?

Israel: Cuando empezamos los únicos instrumentales éramos Toundra, nosotros y un par de bandas. Antes de nosotros había una banda de progresivo, un dúo que se llamaba Joe Kaplan. Éramos súper fan de ellos porque su propuesta era muy interesante. Fui dejarlo ellos y prácticamente empezamos Toundra y nosotros. Luego ya es verdad que en los últimos cinco años han surgido cantidad de bandas instrumentales.

Ander: Yo creo que ha sido gracias al fenómeno Toundra. Han sido ellos quienes han abierto un camino brutal y a nosotros nos ha favorecido muchísimo, todo hay que decirlo.

Nacho: El hecho de que ya no te cuestione nadie por qué no hay un cantante es un avance grandísimo. La gente por lo menos ya ha asumido que hay grupos en lo que la peña no canta.

Pablo: Yo creo que sigue siendo una música con un nicho pequeño, y que cuanto más cercano a lo técnico o lo progresivo, más pequeño se hace. Pero sí es verdad que con el tiempo he visto muchas diferencias comparando cuando arrancamos con el ahora.

Ander: Cuando empezamos no se nos ocurrió que en ningún momento que íbamos a estar tocando en el Primavera Sound, en el Be Prog! o en Download Fest. Nosotros empezamos en Moratalaz pensando que tocaríamos en salas de vez en cuando y ya está. Pero hemos visto como la cosa ha ido evolucionando poco a poco.

Pablo: Siempre digo que nunca hemos sido una banda de dar un pelotazo. Es verdad que desde que estamos con Aloud y sacamos el disco último la banda ha vivido un avance más rápido del que llevábamos. Probablemente con el disco nuevo tampoco demos un bombazo, pero habremos avanzado un poquito más.

Hemos propuesto a los grupos un pequeño juego durante los dos días del festival. La banda a la que entrevistamos antes, Frutería Toñi, sin saber quiénes serían los siguientes, os mandó una pregunta. Lo que os han preguntado es: “¿si fuerais un animal, de qué color seríais?”

Israel: Negro.

Ander: Amarillo fosforito.

Pablo: Azul.

Nacho: Yo marrón caca.

Y vuestra pregunta para el siguiente grupo es…

Israel: Eh…

Nacho: ¿Se limpian para delante o para atrás?

Pablo: Vale, ya tenemos ganador. (risas)