cerveza rockera

Rock y cerveza, dos palabras que unidas han creado momentos insuperables para muchos de nosotros. No hay concierto en el que no se beban cientos de litros de cerveza. Grandes músicos que lo último que hacen antes de subir al escenario es tomarse una birra de un trago, la mayoría siguen durante la actuación, incluso alguno que se rompe la botella en la cabeza… Todos tenemos esto en la memoria y lo vivimos cada vez que asistimos a un concierto o escuchamos música tanto solos como acompañados.

Desde este nuevo espacio que nace en Rock Culture hablaremos de cerveza, de mucha cerveza, pero no de la que estamos acostumbrados a tomar diariamente, hablaremos de otras cervezas que asoman al mundo rock.

La cerveza está viviendo un renacer en estos tiempos, está consiguiendo la dimensión de otras bebidas y a su vez que mucha gente se interese por sus características, variedades, métodos de elaboración, etc. Daremos difusión a la cultura cervecera a través de algo que están haciendo muchos grupos de música, crear su propia cerveza.

Comentaremos algunas de ellas y veremos las que merece la pena probar y las que no, las que se han elaborado con ganas de gustar y las que se hacen solo por vender un producto más de merchandising; todo ello desde una visión global, para entrar en los detalles de las cervezas hay blogs especializados en los cuales podéis consultar, desde aquí queremos intentar que os pique la curiosidad de ir más allá en el mundo cervecero.

airbourne murcia

Como primera introducción a lo que es una cerveza intentaré hacer una analogía entre los ingredientes y los componentes de un grupo de rock para que cuando hablemos de alguno de ellos en futuras entradas os suenen.

Agua, es el medio en el que que se lleva a cabo todo el proceso de elaboración, sin él nada podría ocurrir, es como el guitarra rítmico que está ahí toda la canción, que no hace excesos pero sin el cual nada tiene sentido.
Malta, la malta es el cereal que le confiere el color a la cerveza, ayuda a conseguir cuerpo y da carácter al líquido final, puede pasar inadvertida en una cerveza rubia de poca graduación o ser el ingrediente predominante en una Imperial Stout. Me recuerda a algún gran bajo que es capaz de estar detrás de la melodía o ser el instrumento predominante en más de una canción, dotando de atmósfera a todo lo que ocurre a su alrededor.
Lúpulo, es el ingrediente que aporta amargor, sabor y aroma, para muchos el rock and roll de la cerveza, una planta que según la cantidad usada puede arrugarte la lengua o hacerte creer que estás en una playa tropical tomando maracuyá. Ese rock, esa fuerza individual la tiene el guitarra solista que con sus punteos o sus rift puede conseguir que se te pongan los pelos de punta.
Levadura, es quien hace la cerveza realmente, esas bacterias que transforman los azúcares en alcohol, las que transforman un mosto dulce en esa gran bebida que tantos conciertos riega. Ver el proceso de fermentación es ver a la levadura expulsando CO2 golpeando a ritmo desenfrenado, tal y como un baterista percute sobre sus toms y platillos. Ambos deciden con su último golpe cuando acaba el proceso y la canción.
Adjuntos, más allá de los ingredientes principales, se pueden añadir ingredientes a la cerveza para conseguir cualidades diferentes, copos de avena, cilantro, vainilla, bien utilizados añaden complejidad y riqueza. En el mundo del rock podríamos compararlos con aquellos instrumentos como el violín, los teclados, o incluso una orquesta, ayudan a elevar una canción en riqueza; como todo hay a quienes les gusta y a quienes no…

Y direis, ¿dónde está la voz, el/la cantente? Suele ser el/la que se lleva el protagonismo en casi todas las ocasiones, hoy, yo, los dejo descansar en esta entrada y comparo los ingredientes con un grupo instrumental

Héctor Pastor
Pasión por el Rock, Amor por la Cerveza