‘The Ocean deslumbran en Madrid y Barcelona con su magia’
Que The Ocean son una de las bandas del momento no lo duda nadie. Desde el lanzamiento de su último disco, Phanerozoic I: Palaezoic, han estado en boca de todos los amantes del metal progresivo y han realizado tours a lo largo y ancho de casi todo el mundo. Dado que este fin de semana hemos tenido la suerte de poder verlos en directo una vez más junto con Leprous y Port Noir (aquí podéis leer la crónica de su paso por Barcelona), hemos decidido hacer un artículo especial intentando entender la magia de su directo y por qué a todos nos encadilan.
Una de las claves para entender a The Ocean es su extensa discografía y su largo camino hasta hoy. La banda dio comienzo como un proyecto de Robin Staps, guitarrista y principal compositor, allá por el 2000. En sus primeros trabajos podemos encontrar una influencia del metal más extremo que aún hoy podemos escuchar en sus trabajos más recientes. Eso sí, en una forma algo más diluida y trabajada. El núcleo de su sonido actual es muy variado. Intentemos entender de donde viene.
La forma de componer y de evolucionar como conjunto es también harto curiosa. La banda nunca ha tenido una formación cerrada por lo que, gracias a haber contado con tantos miembros en sus filas, su música es mucho más variada y abierta a influencias. Tanto es así, que ya en sus discos más recientes encontramos destellos de música clásica, post-rock o música electrónica. Es interesante mencionar el cambio de nombre, pasaron de llamarse The Ocean a The Ocean Collective. Por supuesto, no es algo casual. El estar contando con diferentes miembros continuamente y con multitud de influencias hace que el proyecto fluctúe y crezca. Tanto es así que no solo se llaman como una banda cualquiera, sino que tienen un carácter colectivo en el que multitud de elementos suman creando una gran banda.
«PASAJES MELÓDICOS SE VEN INTERPELADOS POR LA FUERZA DE EXPLOSIONES DE SONIDO»
Por supuesto, esto resulta en una sonoridad muy sugerente que hace que cualquier persona interesada en géneros afines vea en The Ocean un grupo atractivo. Pasajes melódicos se ven interpelados por la fuerza de explosiones de sonido que no dejan a nadie indiferente. Esa capacidad de generar una sensación inigualable, es solo equiparable a grupos del estilo de Cult of Luna.
Esto me lleva a describir la siguiente característica de la banda, su narrativa, basada en las edades históricas del planeta. Para la banda, esas edades prehistóricas representan un perfecto ‘landscape’ donde la música se integra a ese particular escenario ficticio. No resulta tan difícil de imaginar cuando se escucha un disco de The Ocean. Las partes más melódicas evocan momentos de paz, tranquilidad y perfecta armonía con un entorno imaginable, que rápidamente se ve quebrado por explosiones de sonido bestiales que pueden representar a la perfección esas fuerzas de la naturaleza primigenias. Un correlato bastante sencillo de observar es la intro de su último disco, llamada The Cambrian Explosion que, lo que en un primer momento parece ser algo ambiental, explota en Cambrian II: Eternal Recurrence de manera prácticamente visual.
La pregunta más evidente ahora es: ¿Cómo se condensa toda esa música en directo manteniendo la misma garra e incluso haciendo de la experiencia algo todavía más memorable? La respuesta más directa viene por el increíble sonido que sacan de su material en físico. Después de haber experimentado dos conciertos de la banda, en el ArcTanGent y este mismo fin de semana, en la gira con Leprous, si algo te queda claro desde el minuto uno es que la ecualización es absolutamente perfecta, que la potencia es algo que te deja sin palabras y que la ejecución es magistral. La prueba más evidente es la de Loïc Rossetti, su vocalista. Su ejecución en directo es sublime.
Por ejemplo, cuando tocaron Devonian: Nascent, aunque el centro de la canción radique en la colaboración de Jonas Renkse de Katatonia, Loïc no echó para nada en falta la colaboración del sueco en directo. Los guturales tenían una fuerza digna de alguien con una maestría vocal casi perfecta. Por otra parte, la instrumentación no se quedaba atrás, la conjunción de todos los instrumentos fue exquisita y más si tenemos en cuenta que suelen utilizar mucho el recurso de que en ciertos momentos de las canciones se prioricen instrumentos determinados.
«Esa furia al tocar provocaba en el espectador una perfecta consonancia con lo visto»
La interacción con el público es algo muy querido en esta banda. Las continuas llamadas de atención hacia la multitud por parte de su vocalista, los movimientos de sus integrantes entre el humo, los agradecimientos continuos al calor recibido por parte del respetable y esa furia al tocar que provocaba en el espectador una perfecta consonancia con lo visto y que te hacían sentir que estaban más vivos que nunca. Es algo bastante especial y que, en el momento en el que has visto a The Ocean por primera vez se te clavará muy dentro. Experiencias sólo similares con bandas como Agent Fresco o, quizás esto sean palabras mayores, Daughters. Los saltos de Loïc sobre el público eran otra forma de interacción preciosa y bastante particular y que, nuevamente, no tienen parangón. Cantar encima de tu público es algo sumamente espectacular.

Por último, solo cabría mencionar la escenografía, sobria pero plenamente funcional. El humo es un elemento primordial en ella. Quizás es algo que molesta de sobremanera a los fotógrafos pero el espectador medio es consciente de que, con un buen juego de luces, potencia enormemente el elemento visual de un concierto. Además, ese humo permite que en ocasiones, no veas directamente a los músicos por lo que tu centro de atención pasa a ser por completo la música. Esto también da pie a los propios músicos a jugar con su posición. Todos los espectadores de las primeras filas recordamos cuando Loïc aprovechó un momento de confusión entre el humo para arrojarse al público con micrófono incluido. Fue una experiencia absolutamente brutal.
A modo de conclusión, podemos decir que The Ocean son una banda íntegra. Su música es excepcional y variada, sus conceptos resultan de interés, su puesta en escena es atractiva. No es descabellado decir que en el directo de The Ocean subyace una cierta magia que les coloca como una de las mejores bandas actualmente. Esperemos que vuelvan pronto a España y que sigan en activo durante muchos años más.