Crónica y fotos: Leprous y Agent Fresco en la Sala BUT (Madrid)

Hace apenas unas semanas, pasó por España una las giras más esperadas por los amantes del progresivo de este país. Leprous nos visitaban de nuevo, después de sus actuaciones junto a Devin Townsend Project y Between the Buried and Me el pasado mes de febrero. Esta vez vinieron acompañados de una de las formaciones europeas más prometedoras de los últimos años, los islandeses Agent Fresco. Se sumaban a esta conjunción Astrosaur y AlithiA, para coronar así una de las veladas más especiales de este otoño.

Extremadamente puntuales, el trío Astrosaur salió al escenario de la madrileña Sala BUT, dando de esta forma por iniciada tan ansiada cita. La formación noruega presentaba aquella noche su primer lanzamiento oficial, Fade In // Space Out, publicado este mismo año. En él entregaban una particular propuesta instrumental con la que aunaban el metal progresivo más moderno y los sonidos propios del stoner y el post-rock. Con tan solo tres temas, que a muchos nos supieron a poco, lograron conquistar a gran parte del público presente a base de un arrojo, energía y dinamismo particularmente destacables.

Le tocaba el turno a la banda australiana AlithiA, quienes venían, a su vez, acompañados de nada más y nada menos que Marjana Semkina, voz principal de iamthemorning. Si bien no soy particularmente seguidor de la agrupación, por lo aleatorio y fortuito de su propuesta, es de reconocer el buen hacer de la banda en directo, procurando en todo momento construir un ambiente cercano y divertido con el público, al que incluso instaron a participar en el propio espectáculo entregándonos una de las guitarras minutos antes de finalizar la actuación.

Llegaba uno de los momentos clave de la cita. Agent Fresco salían a escena. Los que pudimos disfrutar de la banda previamente en sus actuaciones del Be Prog! My Friend de 2016, o acompañando a Katatonia ese año, llevábamos mucho tiempo esperando ver a los islandeses con un repertorio más largo. El día, por fortuna, había llegado.

La banda gozó de una salud envidiable. A su admirable destreza, que les llevó a entregar como segundo álbum uno de los mejores discos del pasado 2015, se suman sus notorias habilidades para llevar al ámbito del directo un setlist nada sencillo, no sólo por la dificultad técnica inscrita a sus canciones, sino por los diversos cambios de instrumentos que acarrean, los cuales llevaron y llevan a cabo con una fluidez sorprendente. Sin embargo, y a pesar de que todos los elogios volcados sobre los aspectos más técnicos de la banda son merecidos, si hay algo que se merece destacar por encima de todo es la capacidad de los islandeses para generar un ambiente de complicidad con el público inigualable.

En esta ocasión, la banda no sólo nos sorprendió interpretando alrededor de quince temas, entre los que se encontraba uno de los cortes que muchos llevábamos tiempo pidiéndoles, Bemoan, sino que nos brindaron la oportunidad de disfrutar de una de las futuras canciones de su próximo disco, que logró, cuánto menos, abrir aún más nuestro apetito por escuchar el nuevo material que anda preparando la banda.

No estaba precisamente bajo el listón para Leprous, quienes, para esta gira, han decidido ir acompañados del chelista Raphael Weinroth, encargado de interpretar dicho instrumento en su más reciente álbum Malina. Si bien la actuación de Leprous supuso, sin ninguna duda, la ocasión en que más precisos los he visto sobre un escenario, sobre todo en el apartado vocal, resulta igualmente destacable una cierta sensación de pérdida de afinidad y conexión entre los miembros de la banda, condición que Leprous siempre había sabido controlar y potenciar durante sus actuaciones previas por este país.

Esta inusual frialdad, que acabó contagiándose a parte del público, logró ser mitigada, por suerte, gracias a su enorme puesta en escena, milimétricamente calculada y planificada. El empleo de luces y proyecciones programadas expresamente para cada una de las canciones, característica habitual cuando la banda noruega encabeza sus conciertos, consiguió aportar a la actuación ese elemento extra de ímpetu que echamos de menos por parte de los miembros.

Leprous interpretó durante la parte principal de su actuación gran cantidad de temas de último disco, destacando sobretodo el tramo final de Stuck y los broches de oro del álbum: Malina y The Last Milestone. Sin embargo, como es habitual, dejaron lo mejor como colofón a tan intensa cita. Los noruegos salieron de nuevo al escenario para entregarnos, muy seguidamente, Echo, The Valley, Mirage y Rewind, consiguiendo así mejorar el mal sabor de boca que había dejado en mí la particularidad anteriormente mencionada.