Reseña | Celtibeerian: Nertos

En noviembre, los chicos de Celtibeerian nos presentaban su último álbum, Nertos, con el que estrenaban nueva formación.

Recordemos que a final de 2022 marchan tres de sus integrantes de la banda quedando únicamente Gustavo a la voz y al bajo, y el multiinstrumentista Dagda. Pero, lejos de rendirse, deciden recomponer la banda incorporando a Rubén como batería, Sergio a la guitarra y Clara como multiinstrumentista (zanfona, whistles y voz).

Y hay que decir que da gusto cuando una banda, no sólo sabe resurgir de sus cenizas, sino que lo hace con más fuerza y furia que nunca, presentándonos un álbum variado, en el que, siendo fieles a su estilo, han sabido reinventarse, incorporar nuevos sonidos, evolucionar y salir victoriosos.

Como viene siendo habitual en su marca, saben cómo unir en pagano matrimonio los elementos más folk con los sonidos más ásperos y furiosos del metal más rudo. Pero en esta ocasión, se puede apreciar la evolución de una banda que renace con la sabiduría del derrotado en la batalla pero que se sabe vencedor en la guerra. Y es que con la incorporación de los nuevos miembros, han introducido nuevos sonidos como el de la zanfona, que da un carácter mucho más completo y cohesionado al disco. Además, se puede ver un paso adelante también a nivel compositivo, destilando gran creatividad tanto en las líneas melódicas de los instrumentos folk como en las partes más agresivas de baterías, bajo y guitarras.

En la potente Intro contamos con la colaboración de David García (ex gaitero de Celtibeerian y miembro fundador), Víctor Noriega (Hijos del Tercer Acorde) y Lady Morte (Trobar de Morte).

Spread the Fire comienza con un bajo amenazante para romper en un estallido brutal y salvaje. En este tema la pesada batería adquiere protagonismo, acompañada por el sonido machacón de las guitarras dejando paso a los instrumentos folk.  Este potente tema da buena cuenta de lo que nos espera. Una clara muestra de la bravura e indocilidad de los guerreros “celtíbirros”.

Esto sólo acaba de comenzar. Bienvenido a la fiesta.

Sin apenas habernos podido recomponer de semejante brutalidad, comienza rápida y feroz la divertida Beerdrinkers on Duty. Un trallazo fiestero que tanto nos vale para brindar con nuestras jarras como para pegarnos unos buenos meneos en el pogo.

Los elementos folk llevan la voz cantante de las melodías en el estribillo, con un buen coro festivo que nos invita al unísono a unirnos sin dudarlo un solo momento.

Se trata de toda una declaración de principios cerveceros coreando las bondades del arduo trabajo de beber birra en un bar hasta el amanecer. Porque no todo va a ser empuñar la espada para vencer al enemigo.

En Face The Beast las flautas y zanfonas son los instrumentos que llevan todo el peso de la melodía. Toda una muestra de la fortaleza, entereza y espíritu indomable de los que ejecutan este tema, que no puede sino avivar las almas compungidas y alzar los corazones abatidos, para elevar nuestras armas (y jarras también) al cielo, y hacerlas chocar con el enaltecido espíritu del valor.

Contamos aquí con la colaboración a las voces guturales de Alexander Alonzo (ex Gridhole) otorgando más ferocidad, si cabe, al tema.

Con la profunda The End of the Sun, parece que nos dan algo de cuartelillo. De nuevo los elementos acústicos se vuelven protagonistas indiscutibles. La voz de Gustavo, ahora más profunda, es acompañada en esta ocasión por la bella voz de Victoria Fernández.

En Stand and Breathe, la guerra y el combate parecen ser los temas principales a los que aluden sus letras, aunque de igual modo, también puede entenderse sobre cómo el valor y el coraje, que en ocasiones creíamos perdidos por las dudas que nos embargan, a veces resurgen de nuestro fuero interno para superar todas las vicisitudes del camino con estoicismo y arrojo.

Nos damos de bruces ahora con un temazo ensalzando y alabando a una más que conocida bebida espirituosa. En esta ocasión colabora Kevin Ridley de Skyclad y Theigns and Thralls. Con el título de la canción queda más que claro de qué bebida se trata: Old Nº 7. Y es que no iba a ser todo cerveza para los de tierras “Celtíbirras”.

Uno de mis temas favoritos The Last Witch, hace acto de presencia, y en este caso contamos con la colaboración de Lindsay Schoolcraft (Ex Craddle of Filth), Lady Morte (Trobar de Morte) y Victoria Fernández, quedando un tema compacto, directo y contundente. Ni qué decir tiene que este tema se nos mete en la mente y en el alma para erizarnos el vello y el espíritu. Sólo tenéis que darle una escucha para experimentar en vuestras propias carnes la sensación de la que os hablo.

En la preciosa Swallow the Moon, que abre con una bonita guitarra acústica, contamos en este caso con la colaboración de Lander Lourido (Incursed / Moonshine Wagon) y Daimoniel (ex Trobar de Morte). Una de las grandes sorpresas del álbum, que nos presenta un sonido más hard rock y algo más intimista, aunque por supuesto el estilo Celtibeerian sigue presente en todo momento.

Con Where the Beer is, de nuevo, nos topamos con una nueva oda a nuestro amado zumo de cebada y sus innumerables beneficios, sin olvidar, por supuesto, el principal: festejar con los tuyos y recargar el valor necesario para seguir adelante con una buena jarra bien fresquita.

En este caso, los elementos folk toman de nuevo protagonismo creando todo un himno que de seguro se coreará en sus directos a modo de mantra cervecero. Destacar aquí el bello sonido de la zanfona otorgando un carácter muy particular al tema.

Cierran con una preciosa Outro en la que colabora de nuevo David García.

Con este disco han sabido muy bien cómo hacerte saltar del asiento y subirte el ánimo, bien sea arrancándote el valor de “empuñar tu arma” para afrontar las batallas que la vida te pone frente a tu camino, o provocándote unas ganas terribles de echarte una buena jarra fría de cerveza y chocarla entre los compañeros de fatigas, brindando por todas las desavenencias y triunfos pasados y por los venideros.

Con este último trabajo, Celtibeerian dan un paso más, firme y seguro, hacia un futuro lleno de posibilidades para esta gran banda que a pesar de tenerlo todo en su contra, ha sabido sortear al infortunio y levantarse cual guerrero para enfrentar las nuevos desafíos que se atisban en el horizonte.

Les deseamos todo lo mejor para estos guerreros cerveceros que sin dudarlo hacen frente a las adversidades, con un arma bien afilada en la mano y una cerveza bien fría en la otra.