codex-omega

1 de septiembre de 2017, mientras la gran mayoría de los mortales estábamos viviendo nuestras vidas de tranquis, un grupo no demasiado conocido de death metal griego sacaba su último disco Codex Omega en el que nos regala una nueva dosis de riffs oscuros con baterías pesadas y un gutural realmente brutal, exacto, estoy hablando de Septic Flesh, los Camela griegos.

codex-omega

A decir verdad, llevo cosa de un año siguiendo a la formación de los hermanos Antoniou y cuando me enteré de que iban a sacar disco este año no pude evitar correr como un chiquillo a escuchar los adelantos. Así pues, conocí las primeras canciones del disco 3rd testament y Dante´s Inferno y me gustaron tanto que no podía esperar a la salida del resto.
Se trata de una banda con un sonido bastante oscuro y potente, enriquecido con pequeños detalles melódicos y su nuevo trabajo ofrece exactamente lo que prometía: baterías potentes, guitarras graves y agresivas, guturales realmente profundos, letras fantásticas y un gran alarde de trabajo de producción, muy centrada en los pequeños detalles.

 

Comenzamos con Dante´s Inferno y creo que no necesita gran explicación. Su introducción recuerda bastante a otros de sus trabajos como Annubis manteniendo ese carisma que, a mi parecer tienen los contrastes entre parte acústica y tétrica y parte fuerte y concisa. Sin embargo, recuerdo que al escuchar esta canción me invadió un ligero sentimiento de estancación, como si nos estuvieran vendiendo la misma moto desde sus inicios, claro está que dicho sentimiento se evaporizaría conforme escuché el resto del disco, destacando grandes temas como Our Church Below The Sea, canción que no puedo escuchar sin pensar en la obra de H.P. Lovecraft. Creo que el grupo de Atenas supo conquistar la magia de la literatura lovecraftniana y pasarla a la música, y no es cuestión de la temática de sus letras, sino del sonido de su música, es denso, barroco, a veces incluso abusivo, sin embargo, no deja de ser lúgubre, creo que es imposible escuchar este grupo sin que te venga a la cabeza una ciudad sombría invadida por la lluvia y el moho pero que antaño fue brillante.

Definitivamente es un disco que me ha gustado bastante, aunque no todo es bueno, el sentimiento de estancamiento no ha desaparecido del todo, aunque suelo tenerlo con este tipo de bandas, a veces su ostentosidad me parece excesiva y sobrecargante y podéis creerme, por mucho que me guste no lo considero un disco para estar escuchando todo el día durante mucho tiempo. Sin embargo, si tuviera que ponerle una nota (si, se lo ridículo que puede sonar ponerle nota a una obra, no os preocupéis) probablemente sería un 8, porque no me ha sorprendido, pero me ha dado exactamente lo que quería escuchar de este trabajo.