Había ganas de ver en acción a los Sweet Mojave, una banda de hard rock madrileña con mucho gancho.
Comenzó el mes de julio con la posibilidad de ir a verles a la sala Cadillac Solitario, una sala de conciertos emblemática y que apuesta por una programación musical de lo más completa.
Siendo el segundo concierto de la noche, la actuación empezó bien pasadas las 23 horas. El cuarteto formado por Víctor a la batería, David al bajo, Willy a la guitarra y Dani a las voces arrancaron con Shadows. Las expectativas eran altas tras dos años sin actuaciones por la pandemia.
El sonido no acompañaba, e hizo desmerecer los primeros temas, una lástima que el wah wah de Willy en Don´t you like my way? no sonase con toda la potencia que tiene.
Aún así, Sweet Mojave siguieron apretando con Blue Light Face Girl, con un poderoso riff que les hizo ganarse los primeros aplausos del público.
Llegó el momento de bajar un poco las revoluciones del concierto, con Steve toda una balada de hard rock de vieja escuela.
Los problemas de sonido perduraban y tuvieron que sustituir el amplificador de guitarra, con lo que se interrumpió temporalmente el trance al que estábamos asistiendo. Sin embargo, pronto reconectamos gracias a Father, tema donde David nos deleitó con una interesante línea de bajo para llevarnos a un tema con fuertes influencias del grunge de los Soundgarden pero con un final acelerado al estilo de heavy clásico.
Con un aire de Southern rock y un título muy evocador llegó Sand in your Veins, donde el bajo fue un gran protagonista en la intro, después llegaron otros temas como Zero Man Candy o In my Wrong Mind, cortes donde destilaron un sonido al thrash de los 90 que conectaba con mis viejos recuerdos.
Se iba acercando el final del concierto cuando una contundente relación entre Víctor y David hacían presentir la llegada de It´s all Over, tema con ciertos aires a Metallica en su época dorada.
Sin duda un tema que llama la atención es Kill The Pain, una balada donde Dani pudo lucir su potencia de voz.
Para ir cerrando la noche Sweet Mojave dieron todo con Sold Down the river, antes de pedirnos iluminar la sala con mecheros y linternas para adentrarnos en una potente y oscura The Light donde destacan los arreglos de Willy y cerrar con Dead Lullaby, un tema compacto y de denso desarrollo que pone de manifiesto la calidad que hay en esta banda.
Una pena que el sonido y los nervios no permitiesen a Sweet Mojave mostrar todo el potencial que tienen, con un repertorio de temas propios de alto calibre y una formación que derrochan calidad. Espero poder seguir su progreso en los próximos conciertos.
