Crónica de la tercera jornada del Leyendas del Rock 2016
Tercera jornada de festival y, ahora sí, confirmación de que estamos ante la mejor de las once ediciones del Leyendas del Rock. Dejando de lado el cartel, cuya calidad siempre suele ser subjetiva a ojos del público, nos encontramos en esta tercera jornada con una mejora significativa en el sonido en comparación con los días anteriores lo que, unido a las mejoras en el recinto hacen que el festival sea cada año más disfrutable.
Jornada repleta de concierto comenzando con el acústico de Eluveitie en la plaza y las descargas de Snakeyes y Ciclón en el Camping Stage; a los que, por desgracia, no pudimos asistir, pero por los comentarios y fotos que hemos visto fueron todo un éxito.
Nuestro día comenzaba en el escenario Azucena con la actuación de los alemanes Grave Digger, quienes dieron una lección de heavy metal ante un público todavía bastante minoritario, aunque totalmente entregado a pesar del calor sofocante que hacía a las cuatro y media de la tarde. Buen concierto con un Chris Bottendhal en muy buen estado vocal y temas clásicos del grupo como Ballad of a Hangman, Highland Farewell o Heavy Metal Breakdown con la que dieron fin a su descarga.
Al igual que ocurrió con los alemanes, resulta curioso encontrar a un grupo del calibre de Dark Tranquillity a horas tan tempranas de la tarde, pero ya sabemos cómo funcionan los festivales, cuadrar horarios de tantos grupos tiene que ser una auténtica odisea. Los de Gotemburgo (¡¡bendito Göteborg!!) cambiaron su oscura tranquilidad por una luminosa energía que irradiaría a los presentes durante su descarga que fue de lo mejor del festival. El grupo dio una lección de death metal melódico y oscuro, desde el comienzo con The Science of Noise hasta el fin con la esperada Misery’s Crown. Un concierto sustentado por el buen sonido del grupo y por su vocalista Mikael Stanne, que se dirigió en varias ocasiones al público para comentar que no estaban acostumbrados a tales condiciones climáticas. Una gozada de concierto.
Turno para un grupo que, a priori, no terminaba de cuadrar en el cartel. Los ingleses Skindred suscitaron diversidad de opiniones tanto en el momento de su confirmación como antes de su actuación; finalmente, el veredicto fue un acierto total. Una auténtica fiesta, con ritmos bailables y temas fácilmente coreables que hicieron disfrutar a una audiencia que era ya bastante mayor. Benji Webbe estuvo muy activo durante todo el concierto, animando y haciéndonos bailar y corear temas como Kill the Power o Nobody.
Abandoné por un tiempo la actuación de Skindred para acercarme al escenario Mark Reale y ver, al menos, un par de temas de Leize (los podré ver con más tranquilidad en su próxima visita a Murcia junto a Los Suaves).
El cambio de orientación realizado este año ampliaba en cierta medida el aforo del concierto, algo necesario teniendo en cuenta de que el año pasado se quedó gente sin poder acceder a alguno de los conciertos. Muy buena la aceptación por parte del público que abarrotaba el escenario durante la actuación de los guipuzcoanos, que dejaron claro por qué llevan más de treinta años de carrera.
Eluveitie repetían este año en el Leyendas del Rock y lo hacían por partida doble, a mediodía en acústico en la plaza del pueblo y ya rozando la noche en el escenario Azucena. El grupo, que sufrió la desbandada de parte de sus miembros este mismo año, se ha repuesto bastante bien y volvieron a dar un gran concierto festivo y potente a partes iguales; metiéndose al público en el bolsillo desde el primer tema. El grueso del concierto estuvo basado en su disco de 2012 Helvetios, con temas como Meet the Enemy o Havoc, aunque también cayeron otros clásicos como Inis Mona con la que cerraron un show que volvió a demostrar el buen momento que vive en la actualidad el folk metal.
Durante la actuación de los suizos se me hacía imperioso cambiar de escenario para algo de heavy metal clásico de mano de los ingleses Tygers of Pan Tang. De nuevo, el Mark Reale a reventar, y no es para menos ya que nos encontramos ante toda una leyenda de la New Wave of British Heavy Metal, aunque el único miembro original que se encuentre entre sus filas sea el guitarrista Robb Weir.
Ya con la noche sobre Villena salían a escena Alexi Laiho y sus Children of Bodom, que subieron considerablemente la velocidad de lo escuchado hasta el momento. Los fineses sufrieron uno de los peores sonidos del día, teniendo Alexi que cambiar de guitarra y provocando pausas demasiado largas entre canción y canción que hicieron que en ocasiones bajara un poco la intensión del show. Por suerte para el grupo, tienen un buen puñado de temas que consiguen levantar fácilmente a su considerable legión de seguidores.
Me acerco de nuevo al Mark Reale para ver algo de la descarga de los americanos Flotsam and Jetsam, uno de esos grupos que te hacen preguntarte por qué no están tocando en los escenarios principales. Buen sonido y potente puesta en escena de Eric A. ‘A.K.’ Knutson y compañía que hicieron las delicias de los amantes del thrash metal de la vieja escuela.
Momento para el grupo del día, y es que te guste o no el power metal, no se puede negar el salto de calidad e importancia que la presencia de Avantasia le dio al festival. Tras su anterior paso por España, en el que agotaron todas las entradas, la presencia del proyecto de Tobias Sammet era una de las grandes apuestas de la organización para esta undécima edición.
Concierto a lo grande, tanto en lo que se refiere al escenario con ese montaje de muros, columnas y arcos de piedra, como en cantidad y calidad de músicos y, sobretodo, de vocalistas. Teniendo unos coristas de la talla de Herbie Langhans y Amanda Somerville, está claro que los cantantes principales tienen que tener un nivel de casi leyenda, y así es. La lista es larga y cualquier de ellos podría haber sido un plato fuerte del festival con casi cualquiera de sus diferentes proyectos: Ronnie Atkins (Pretty Maids), Michael Kiske (Helloween, Unisonic), Jorn Lande (Masterplan, Jorn) y Eric Martin (Mr. Big).
Durante sus dos horas de actuación hicieron un viaje por sus discos publicados hasta la fecha, que ya son unos cuantos, más aún si tenemos en cuenta que nació como un proyecto paralelo a Edguy, el grupo principal de Sammet; aunque éste ha sido claramente superado por Avantasia. Mystery of a Blood Red Rose, Ghostlights, Avantasia, Twisted Mind… son sólo algunos ejemplos de que el power metal sigue muy vivo, aunque no pase por su mejor época.
Sammet no paraba de interactuar con el público, bromeando en varias ocasiones, y recordándonos que él fue que trajo de vuelta al metal a Kiske. El final con Sign of the Cross y The Seven Angels, el recinto del Leyendas a reventar y todo el público coreando se queda como una de las imágenes que pasarán a la historia del festival.
No se si cayó así la cosa o fue planeado por la organización, pero tras la luz de Avantasia caemos directos en la más tenebrosa oscuridad con la leyenda del black metal Mayhem. Y mucha leyenda es la que lleva tras de sí éste grupo que venían para interpretar al completo su disco de debut De Mysteriis Dom Sathanas publicado en 1994.
El grupo salió a escena en una casi total oscuridad, que dificultaba ver a sus miembros encapuchados, así como los satánicos rituales que llevaba a cabo el vocalista Attila Csihar tras su púlpito coronado por dos velas y una calavera. Durante todo el concierto se mantuvieron bastante distantes con el público, mientras desgranaban su disco de debut con todos los temas en el mismo orden que en el álbum. Fríos pero atronadores.
Las fuerzas flaqueaban después de la sesión oscura de los noruegos, por lo que decidimos abandonar el recinto, como mucha otra gente. Vuelta al hotel con la sensación de estar asistiendo a una de las mejores ediciones del festival.
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