Dropkick Murphys | «This Machine Still Kills Fascists”: Un disco más celtico de lo normal

Reseña de This Machine Still Kills Fascists, último trabajo de Dropkick Murphys

Lejos del sonido al que nos acostumbró Dropkick Murphys en 2005 con The Warrior’s Code la banda estadounidense vuelve con un nuevo disco que nos lleva directamente al corazón de las calles de Irlanda. Con un sonido mucho más folk y todo público This Machine Still Kills Fascists nos señala que “The Boys Are Back” con un nuevo rumbo a su música.

Aunque en esta ocasión la banda se ha alejado del punk que les definió en las últimas décadas, los temas más sociales y revolucionarios siguen siendo parte de su lírica, que ella en cambio no defrauda. Desde temas como el bullying, el alcoholismo o el trabajo de la clase obrera los Dropkick siguen haciendo honor a sus orígenes obreros, empezando por el nombre del disco This Machine Still Kills Fascists. Sin embargo, si uno se centra más en las melodías, estas parecen más un viaje más “mono” dentro de la música Irlandesa, que canción con reivindicaciones sociales.

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El ensemble arranca con dos canciones al puro estilo Nick Cave que nos transporta a las destilerías de los Peaky Blinders: Two 6’s Upside Down y Talking Jukebox. Y de destilería pasamos a un bar, o el escenario perfecto para cantar a pleno pulmón Ten Times More o All Your Fonies con una jara en la mano y siguiendo el ritmo con los pies. Quizás sean los dos temas que más nos recuerden al antiguo sonido de los chicos de Quincy, aunque con un toque más folclórico que no se puede eludir en este álbum, y en parte sea de agradecer.

Aunque para folk The last one, canción con tintes casi más country que otra cosa, un género que parecía casi improbable para los Dropkick Murphys, pero que se apalanca en este disco con una especie de colaboración postuma con uno de los cantantes folk/country más importantes de Estados Unidos: Woody Guthrie en Dig a Hole. También cabe destacar Where Trouble Is At con su claro sonido céltico que a poco nos hace bailar el Riverdance. No podemos analizar de This Machine Still Kills Fascists sin hablar de baladas como Never Git Drunk No More o Waters Are A’rising que nos transportan a los verdes valles irlandeses una tarde de domingo.

Quizás este disco sea un buen reflejo del paso del tiempo en la música y en la banda sonora de uno de los grupos más míticos de la historia de celtic punk.