Amaranthe, Dragonforce e Infected Rain, la mezcla épica del metal actual, hicieron parada en Madrid.

El pasado martes de la mano de Madness Live la sala La Riviera vivió una noche de metal absoluto con tres bandas de diferentes palos que unieron bien sus fuerzas para dejar las nuestras al límite.

Infected Rain

Infected Rain rompieron la calma que rodeaba el ambiente de la sala con su pujante personalidad. Abrieron con The Realm Of Chaos, y se metieron al público en el bolsillo sin problemas.

La voz de Lena Scissorhands, más real y cercana que en las grabaciones, no por eso menos expresiva y su actitud medio angelical medio demoníaca, acaparan toda la atención de una sala a más de la mitad de aforo a pesar de ser martes y a primera hora de la tarde. Fueron capaces de hacer que la gente se agachara a mitad del concierto, muy buena conexión lograron.

Una actuación, sin baches y sin parones que no está el minuto de escenario para perderlo en nimiedades. La otra dama en escena, Alice maneja sus cuatro tenebrosas cuerdas como si lo llevara haciendo desde que nació en la banda moldava. Dying Light sonó tan fresca como recién grabado.

La recta final la completaron con temas clásicos Never To Return,  Because I Let You y Sweet Sweet Lies, en la que la vocalista saltó a la valla y estuvo grabando el tema con su móvil, buscad en sus redes a ver si salimos favorecidos y favorecidas.

La puesta en escena teatral  y la buena música que saben hacer Infected Rain, provocarán que sigan pisando escenarios con asiduidad.

Dragonforce

Los multiculturales chicos de Dragonforce con Marc Hudson al frente traían un disco a publicar en potencia, Warp Speed Warriors, del que cayeron solo dos temas, Power of the Triforce y Doomsday Party.

Unas enormes máquinas de Arcade que adornaban el escenario muy de recreativos vintage y unas vallas de colores daban al escenario un aspecto muy de videojuego. Lucieron potencia y poderío, desde el primer tema Revolution Deadsquad.

La batería de Gee a destajo con esos bombos, una pasada las luces que lleva, los solos vertiginosos y trepidantes de Herman y Sam no daban tregua entre los afilados agudos de Marc, Alicia Vigil empoderando escena con esas cuatro cuerdas, poses, pirotecnia, humo, una gallina de peluche que dio la vuelta por toda la sala, todo eso y más, ah se me olvida, les acompaña en esta gira como guitarra apoyo un discreto Billy Wilkins.

No pararon de subirse encima de las simuladas máquinas, en la plataforma, una locura perfectamente alineada con su descarga de Power Metal.

Resumido un intenso ir y venir de temas como Cry Thunder, Soldiers of the Wasteland o The Last Dragonborn, en la que aprovechan para confesar su vicio con los videojuegos, la gente estaba como loca con la banda. 

Doomsday Party les vino al pelo para el momento divertido moderno y pop y para lo siguiente, dos enormes dragones inflables ocuparon los laterales del escenario mientras los músicos se tomaban un merecido respiro, menuda intensidad de show.

Se vinieron arriba con dos versiones algo alejadas de su estilo, el archiconocido tema de la película Titanic My Heart Will Go On y Wildest Dream de Taylor Swift, cuanto menos curiosas estas mezclas que nunca vienen mal para animar el ambiente. Sois los mejores fans del mundo nos decían.

Acabaron a fogonazos  como no podía ser de otra forma con Trough the Fire and Flames dejando constancia de su saber hacer y sus ganas de divertir. El aluvión de poder metalero de Dragonforce fue para vivirlo.

Amaranthe

Por fin salieron los suecos a escena, catalizando nuestras ganas de escuchar los temas de su recién estrenado disco, The Catalyst

Olof y Elize son la garantía de la marca Amaranthe, llevan a la banda donde quieren cubiertos por esas bases que no fallan y llenan el espacio musical como nadie, Morten y Johan van clavados en los temas.

Con la de temazos para enganchar que tienen, osan abrir con Fearless y Viral con un par. Por suerte para mis gustos Digital World cae pronto y bien. No ha salido el tema del sonido porque la verdad que fue bueno durante todo el concierto, a pesar de los cambios.

Su disco azul, al igual que el decorado y las luces escénicas, ya lleva unos días en el mercado y aprovechan para meter un pegadizo tema Damnation Flame, el cual la gente canta como si llevara años en el setlist de la banda.

Admito que llevaba tiempo sin ver a la banda y estaba un poco expectante a ver que me encontraba, la puesta en escena, giros de cabeza dando aire a esas perfectas melenas por parte de las tres voces, los instrumentos claros y brillantes por parte de Olof y Johan y platillo, mucho platillo desde la batería de Morten, un placer a lo Amaranthe, eso no ha cambiado.

Nils presenta PVP el tema compuesto para el equipo sueco de la copa mundial de E-Sport y Elize se luce en su primer momento más lírico con Cristalline, la cual nos la canta sentada en una de las plataformas. Un lujo escuchar cada golpe de cuerda en el bajo de Johan en Interference.

Otro tema nuevo y conocido ya por todos en la sala The Catalyst al que le sigue la canción  de los chicos, Boom!1 El dinamismo de sus conciertos es un catalizador de energía perfecta, se mueven, estimulan en cada tema vital y arrollador. Nils y Mikael han acomodado sus voces, la lealtad de la banda a su formato podría haberse fracturado tras la marcha de los anteriores vocalistas, pero lo han superado.

Finalmente vemos a Olof a los teclados para la intro de su eterna balada Amaranthine. Uf cómo continuar después de la estremecedora actuación de Elize, pues con su trallazo The Nexus el cual desborda la locura en la sala, Me sorprendió que abandonaran el escenario tan pronto, se nos estaba pasando volando.

Nils toma el micro, nos agradece haber cumplido sus expectativas y nos pica un poco con la otra ciudad donde actuaban, Barcelona, que le gusta España a Amaranthe. That Song me parece una buena elección para el momento casi final, aprovecharon para meter una estrofa del tema al que casi versionean, We Will Rock You de Queen, la satisfacción es total, Elize haciendo la forma de corazón con sus manos y el resto con ojos de esto ha salido perfecto.

El final si fue el deseado y esperado, su clásico y aclamado Drop Dead Cynical para acabar con nuestras fuerzas, espectaculares.

Amaranthe son una experiencia musical más allá de lo tradicional y en cada gira demuestran la razón de su propuesta, esta no era su primera Riviera, quien sabe si para la próxima se atreverán con algo más, el coraje ya lo llevan en el nombre.