Resulta curioso que algo tan aparentemente lejano como el black metal y el cristianismo puedan encontrarse puntos en común.
Contexto histórico.
Los inicios del cristianismo fueron complejos pues era una religión monoteísta que chocaba con el politeísmo predominante en todo el Imperio Romano y que, a pesar de compartir orígenes comunes con el judaísmo, chocaba ideológicamente con algunos puntos claves.
Esto hizo que el culto estuviese prohibido y que los cristianos fueran perseguidos durante más de 300 años.
Por suerte, su calado entre las clases populares fue creciendo exponencialmente a lo largo del tiempo hasta que en el 380 el Emperador Teodosio promulgó el edicto de Tesalónica por el cual el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio.
Lamentablemente, apenas 80 años después, en el año 476 la ciudad de Roma, capital del decadente Imperio Romano, dividido en dos partes supuso el final de una civilización clave para la cultura occidental.
Bizancio y la consagración del arte cristiano.
Tras la caída de Roma en manos de Odoacro, el imperio romano de occidente cayó en manos de los pueblos germanos, antiguos aliados del Imperio que aprovecharon la decadencia para conquistar territorios por Europa.
Así, Francos y Visigodos, fueron haciéndose con territorios en la Península Ibérica o las Galias.
Por suerte, el lado oriental del imperio romano mantuvo su poder y hegemonía, pasando a denominarse imperio bizantino.
Como tal, mantuvo la estética y el gusto por la riqueza y opulencia del arte romano consiguió que el arte cristiano que durante siglos apenas había tenido representación cubriera las paredes de los principales templos.
La expansión y consolidación de la iconografía cristiana.
Las imágenes de culto cristianas también sufrieron una gran evolución en este periodo.
Si en los orígenes del cristianismo encontramos imágenes crípticas difícilmente reconocibles para evitar su persecución, tales como el pez, el pastor o el crismón, es durante el imperio bizantino cuando se van a asentar las bases de la iconografía cristiana en el arte.
Imágenes como el Pantocrátor, la virgen con el niño, escenas como la adoración de los reyes y demás comenzarán a ser recurrentes en templos como San Vital de Rávena o Santa Sofía de Constantinopla y serán la base en la que artes posteriores como el carolingio, el románico o el gótico o el arte ortodoxo se apoyarán para la creación de sus imágenes.
Jerarquía de poder, jerarquía de color.
Es también en este periodo donde nos encontramos que las imágenes adquieren una estética cromática recurrente. El uso del color dorado para los fondos, o qué personajes principales como la Virgen María o el propio Cristo aparezcan vestidos de azul no es algo casual. Ambos colores son poco frecuentes en la naturaleza y por lo tanto caros en su proceso de fabricación.
El azul se obtiene de minerales como la azurita, relativamente fácil de encontrar pero cuyo resultado suele degradar a colores más verdosos o del Lapislázuli, más conocido como azul de ultramar, un mineral difícil de encontrar, principalmente obtenido en Oriente Medio. Este mineral da como resultado un azul muy vivo e intenso pero tan caro que únicamente se reservaba para las imágenes principales. Estás ideas se mantuvieron a lo largo de los siglos en las representaciones del arte cristiano.
Batushka y la iconografía ortodoxa.
Batushka es una banda de black metal originalmente anónima de origen polaco muy influida por la estética y la iconografía del cristianismo ortodoxo. De hecho, el propio nombre de la banda se podría traducir como padre o sacerdote y las letras están escritas en el antiguo idioma eslavo eclesiástico. Sus conciertos son una performance de liturgia en la que aparecen vestidos con uniformes y esquemas católico-ortodoxos orientales ocultando así su identidad.
Nacidos en 2015, publicaron un álbum debut titulado Литоургиіа ( Litourgiya ) cuya portada, obra del compositor de la banda, representa el típico icono ortodoxo de la Virgen con el niño, vestidos de azul pero con los rostros borrados.
Años más tarde, en 2018 la banda se dividió en dos proyectos distintos Batushka de Drabikowski quienes en mayo de 2019 publicaron Панихида (Panihida) cuya portada mantenía la estética de la iconografía ortodoxa con la imagen de una virgen vestida de azul.
Mientras que Krysiuk’s Batushka publicó en julio de 2019 Hospodi con una estética más macabra y un estilo más comercial y menos ambiental.
