El Titán progresivo de ensueño
Este año se está celebrando sin duda, uno de los acontecimientos más importantes para el rock progresivo a nivel mundial que podremos ver, y es que los neoyorquinos Dream Theater se encuentran en plena gira celebrando su 40 aniversario, una gira mundial que tendrá lugar entre 2024 y gran parte del 2025. Una evento muy especial por varias
razones.
Es la gira de reunión con Mike Portnoy, una pieza fundamental e imprescindible para esta banda, sin por supuesto desmerecer a la figura de Mike Mangini y el trabajo monumental que ha hecho estos últimos 14 años. Pero es un argumento que me gustaría exponer y poder recalcar en esta crónica, a parte de hablaros del monumental show que pude presenciar, el hablar del porqué sin Portnoy, esta banda nunca sería la misma.
Quien os habla, se puede considerar un fanatico acérrimo de esta banda desde hace más de 20 años. Les he visto ya un buen puñado de veces en diferentes ciudades, escenarios y giras, les he llegado a conocer y les he seguido siempre. Todo el que me conoce sabe lo mucho que amo a esta banda, y por ello la excitación y la alegría que me supone hacer
esta crónica es tremendamente especial.
El concierto tuvo lugar el pasado lunes 28 de octubre en Munich (Alemania) en el Zenith Hall, una nave inmensa, actualmente utilizada como salón de eventos que originalmente se inauguró en 1918 como un taller de reparación de ferrocarriles. Impacta verlo por dentro nada más entrar, y creo que como en toda esta gira, nuestros protagonistas están eligiendo pabellones, salas, estadios y en definitiva lugares especiales para hacer cada concierto en esta gira tan importante.
Primer acto.
Previamente suena la banda sonora de la película Psycho de Alfred Hitchcock, (como hacían antiguamente en tours con Portnoy), y a las 19.30 puntuales se apagaron las luces y daba comienzo el show. Llevan un telón inmenso del cartel de la gira 40 aniversario, que cubre todo el escenario y donde se proyecta un juego de luces impactante justo antes de empezar. La adrenalina que se respira y el deseo de que empiece es increíble.
Comienza el concierto con Metropolis Pt,1 :The Miracle and The Sleeper, uno de sus himnos, por no decir el himno con mayúsculas más aclamado que tienen. La reacción de verlos tocar juntos otra vez y el entusiasmo con el que son recibidos es tremendamente emocionante, además de el impacto que tiene ver a Mike Portnoy de nuevo con ellos.
Nuestro querido James Labrie sale a escena y es recibido con una gran ovación, y aquí dejo claro, para todos aquellos que estéis esperando que os diga que no estuvo al nivel, que está en horas bajas o que no aporta con su voz la calidad que el grupo merece, siento de corazón decepcionaros, porque no es así. Labrie hizo un conciertazo hasta el final del show, claramente con las capacidades que actualmente tiene un señor de 61 años que en 1994 se cargó las cuerdas vocales por culpa de una intoxicación alimentaria, y que lleva toda su carrera cantando a un nivel podemos decir muy alto. Hace unos años le pude conocer y hablar con él, y me comentó lo mucho que tiene que cuidarse cada día durante toda una gira para poder cantar como canta. Hoy por hoy da lo que da, pero lo que da, es mucho señores. Si es verdad que ha tenido momentos bajos, conciertos que se le ha visto ahogado y no aportando digamos lo que se esperaba de él. Tampoco espereis que calque lo que hacía en los discos de estudio de hace antaño, porque no va a pasar, pero dentro de sus capacidades Labrie adapta las notas a dónde si puede llegar, y lo borda, siendo ese frontman que todos queremos tener delante, pero en el año 2024 y con las capacidades de ahora, así que dejado claro este punto, seguimos!
Después de ejecutar perfectamente Metrópolis con un sonido inmaculado, Portnoy comienza a animar a todos a dar palmas, cosa que no para de hacer en todo el show, y suenan los primeros acordes de Overture 1928 seguida de Strange Deja Vu. El clímax no puede ser más grande, todo el mundo saltando, emocionado y coreando cada nota de
uno de uno los comienzos para mí, más increíbles que oirás en un disco de rock progresivo, como es este clasicazo de Scenes from a memory. Además, contando con que Portnoy no para de dar saltos y hace esos coros que siempre han llenado tanto en las canciones de Dream Theater, dando un toque más humano, natural y poderoso a la banda, la emoción
es aún mayor.
Llega el momento de presentar la siguiente canción, pero es en este instante cuando Portnoy es presentado con cariño por su compañero Labrie, dándole la bienvenida de nuevo a la banda, y aquí el público estalla de emoción mostrando a Portnoy todo el amor que tanto se ha ganado desde los comienzos de esta banda. La gente le ha echado de
menos, y eso se nota.
El show continúa con dos trallazos monumentales como The Mirror y Panick Attack. El sonido es perfecto, la producción del show es gigantesca, se nota que se ha invertido esfuerzo e ilusión para que esta gira sea inolvidable. Las luces están programadas para funcionar acorde a la música sincronizadas junto a las acrobacias musicales que tocan en sus canciones, aparte de las proyecciones y pantallas de video que están perfectamente pensadas y trabajadas acorde a cada minuto de música.
A continuación Labrie nos cuenta que, la primera vez que estuvieron tocando en esa misma sala donde nos encontrábamos, (preguntando previamente a Portnoy) fue en el año 1994, animando a que alzaran las manos quienes habían estado en ese concierto 30 años atrás.
Llega el turno de Barstool Warrior, otro momento especial de la noche donde Portnoy toca la primera canción de la era Mangini. Lo lleva a su terreno, respetando el trabajo de su predecesor pero dándole al tema una energía diferente. Y aquí es donde recalco mi opinión sobre las dos caras, las dos versiones de una banda que para mi es completamente diferente con un batería o con otro.
Mike Mangini en estos 14 años ha hecho un trabajo espectacular, han hecho 5 grandes discos con él, y ha desempeñado una tarea muy difícil, en un constante punto de mira, con la inevitable comparativa de quien toca mejor, si Portnoy o él, adaptándose finalmente al papel y cumpliendo de una manera fantástica. Pero la realidad que yo veo, es que Mangini realizaba un reemplazo de alguien, pero, ese alguien siempre fué y será una pieza imprescindible detrás de esta banda, aparte de lo que aporta al show que por supuesto no tiene nada que ver.
Portnoy aporta energía, frescura y creatividad a las canciones como ningun batería podría aportar, no para de animar a la gente y conducir el show, de una forma macarra, divertida, pasional, es su banda y la ama por encima de todo, y eso se nota. Siendo además durante tantos años el líder escondido ideador de todos esos conceptos y detalles que han hecho tan llamativa y única a esta banda. El que hace los repertorios, piensa minuciosamente en los enlaces de las canciones y las conecta extremadamente bien. Piensa en los conceptos de los discos, en la imagen que quieren dar en cada gira, los videos que se proyectan, esas covers que han hecho a modo de sorpresa en diferentes ciudades, y un sin fin de cosas más que han aportado a DT tanto y que les ha hecho ser una banda increíble. Portnoy es esa pieza que ha hecho junto con sus compañeros a Dream Theater ser como todos recordamos. Ese puesto lo ocupa Mike Portnoy, y nadie más, y lo más importante es que se nota que ama a esta banda y adora estar sentado en esa batería y ocupar el puesto que ocupa.
Llega el turno a uno de esos momentos emotivos del show, una intro mano a mano Rudess-Petrucci introduciendo Hollow Years que enmudeció a las miles de personas que estábamos allí. Tocan esa versión larga que hicieron antaño y que puedes ver en discos como Live at Budokan. Qué gran canción y que forma de interpretar tienen, no solo para hacer pasajes rápidos y retorcidos, también saben hacer buenas canciones aunque sean baladas con aire pop rock como esta. Después de Constant Motion llega As I am con Petrucci y Portnoy haciendo coros y sonando monumental. Otra cosa que noto es que están
tocando sin claqueta, cosa que hace que el resultado de verles tocar sea más natural, más groovy si se puede decir así.
Llega el momento de un pequeño descanso para dar paso a la siguiente parte del show.
Segundo acto.
El segundo acto comienza de una forma que como siempre, está perfectamente pensada para aportar calidad al show, y es que con una proyección de video de todos sus álbumes pasando cronológicamente, suena a modo de banda sonora de película como si fuera factoría John Williams, un arreglo orquestal de fragmentos de canciones de cada disco perfectamente hiladas que parecen una misma obra. Una gran idea sin duda. Y termina el video con la portada de su próximo nuevo álbum que saldrá ya en 2025 Parasomnia y comienzan con Night Terror. Esta nueva canción en directo suena espectacular, la parte intermedia instrumental en directo es impactante, retorcida, perfectamente ejecutada. El resultado es brutal. Portnoy dijo hace poco en una entrevista que esta canción fue lo primero musicalmente hablando que salió de ellos el primer día que se juntaron, lo cual hace de esta pieza algo especial.
Otro momentazo fue This is the life, otra canción de la era Mangini que Portnoy interpreta con una energía que la hace sonar diferente. Es un tema en directo emotivo y con una fuerza como pocos. Le sigue la espectacular Under a glass moon que nos deja a todos con una sonrisa puesta que no se nos va hasta el final del show. Llega otro pasaje de Train of Thought esta vez con la preciosa Vacant adaptada entre ellos, Rudess al piano, Petrucci tocando los Cellos como suenan en la original y con Myung llevando el peso de la canción, arropando a Labrie que la borda cantando, y sirve para enlazarla con la instrumental Stream of Consciousness que en directo suena arrolladora.
Ahora vendría una de las canciones que más ganas tenía de verles hacer en directo, y es nada más y nada menos que Octavarium en su integridad. Tocaron los 24 minutos de esta pieza épica la cual considero un clásico de este grupo. Es impactante de principio a fin,
pasa por todos los ambientes posibles, es delicada, oscura, retorcida, esperanzadora, y el final es absolutamente épico y emocionante. Qué más puedo decir. Maravillosa.
Encore
Llega el momento de hacer los bises y (otra vez, idea y cortesía Portnoy seguro), antes de salir a escena se proyecta There’s no place like home, fragmento de la película del El Mago de Oz que para mi tiene dos significados. Uno es la clara intención de Portnoy de expresar que no hay sitio como estar en casa, en su banda, su hogar. Y además sirve como introducción a Home. Y le sigue The spirit carries on que ya supone la apoteosis total, las lágrimas y el desgañitarse cantando con el grupo en un mar de linternas de móviles y
emociones.
El show termina con Pull me under y salen a despedirse con una ovación que duraría varios minutos. Acabamos de ver un show único, la dinámica que consigue la elección del set list es perfecta, no hay fisuras, no se hace largo ni corto, mantiene tu atención constante. El sonido y ejecución de Rudess al teclado es soberbio y Myung al bajo, está inmovil, concentrado y siempre en sus sitio pero aportando a la base rítmica como pocos podrían hacer. Sin duda, como dije al principio, uno de los grandes eventos de este año.
Ya para concluir quiero recalcar que Portnoy hizo todo el concierto sabiendo que su hermana estaba ingresada en estado muy grave por cáncer, y que tristemente falleció justo al día siguiente de este concierto, el cual recibió la noticia 30 minutos antes de empezar el
que sería el concierto del día después a Munich, en Zabreg. Tocó con toda la pasión y actitud que pudo, incluyendo el día del fallecimiento de su hermana, que según hemos podido ver, recibió todo el apoyo de sus compañeros y fans ese día, dedicando el concierto a su hermana y con Petrucci visitandole y sentándose a su lado durante The spirit carries on para apoyar a su compañero lleno de lágrimas en un momento tan complicado. En fin, una situación así destroza a cualquiera y la actitud y pasión que veo poner de su parte, me deja sin palabras.
Nada más puedo añadir, sólo que el regreso de Portnoy es sin duda un momento decisivo en la trayectoria de este grupo. Vuelven a tener esa magia de antaño, se divierten tocando juntos, se percibe que vuelven a ser una familia.
Si eres fan de esta banda como si no, te recomiendo que vayas y veas un concierto único, y sobre todo, de «ensueño».