Crónica Concierto Shores of Null, Draconian y Swallow The Sun en la sala Changó de Madrid.

El día 21 de Abril tuvimos el placer de asistir a un gran concierto en el que los veteranos Draconian y Swallow the Sun midieron fuerzas con un grupo algo más joven: Shores of Null. Ofreciéndonos un gran espectáculo y una más que emotiva velada.

Shores of Null

Según la hora establecida aparecen en el escenario los italianos Shores of Null.

Nos ofrecieron sobre todo temas de su reciente álbum The Loss of Beauty, un redondo que recomiendo a todos los que aún no hayan descubierto a esta banda que ejecuta un Doom Metal que coquetea con el metal gótico a cada momento.

Fotos: Karol Barko

Los italianos comienzan con la melódica a la vez que pesada, Destination Woe, poniéndonos sobre aviso a cerca de  lo que se nos viene encima. Mucho cuidadito con su batería Emiliano Cantiano que se deshizo a las baquetas para ofrecernos un show demoledor. Completan la formación esta noche Lorenzo Carlini al bajo, a las guitarras Raffaele Colace y Gabriele Giaccari, y tras el micrófono Davide Straccione.

Fotos: Karol Barko

Continúan con la estremecedora Nothing Left to Burn. La preciosa voz de Davide Straccione nos cautiva en las partes melódicas y nos deja anonadados en los fragmentos de gutural. Un juego de voces que supo ejecutar a la perfección y que han sabido combinar con la brutalidad y rugidos de los intrumentos.

Prosiguen con la lenta y pesada Quiescent de su álbum Quiescence de 2014, para continuar con su último álbum de nuevo con la solemne The Last Flower. Volvemos nuevamente a los riffs más pesados y doom con Black Drapes for Tomorrow de su álbum homónimo.

Fotos: Karol Barko

Finalizan con la melancólica Darkness Won’t Take Me y con la cañera My Darkest Years poniendo fin a un espectáculo que a pese a hacerse algo corto, ya que únicamente nos ofrecieron 7 cortes, nos dejó con muy buen sabor de boca y con más ganas de Shores Of Null. Una banda que promete llegar a lo más alto y competir con los grandes del género.

Draconian

Con el regreso de su icónica anterior vocalista Lisa Johansson (con la que grabaron sus primeros álbumes), sustituyendo a Heike Langhans, se nos presentaban unos Draconian en mejor estado de forma que nunca.

Johan Ericson y Niklas Nord a las guitarras, Daniel Arvidsson al bajo, Daniel Johansson tras el set de batería y a las voces Anders Jacobsson y la mencionada Lisa Johansson; nos demostraron esa noche por qué son unos de los pesos pesados del género.

Fotos: Karol Barko

El comienzo no pudo ser más épico con su preciosa The Sacrificial Flame de su último disco Under a Godless Veil de 2022. Los riffs pesados y la contundente base rítmica conformaban el mejor de los soportes para albergar a la preciosa voz de Lisa y a los brutales guturales de Anders. Lisa parece adaptarse a la perfección a las líneas de voz anteriormente interpretadas por Heike, regalándonos una portentosa y angelical voz, demostrándonos que se encuentra como nunca y feliz de volver a la formación después de tantos años de retirada. Los allí presentes, acompañamos a la banda en ese estado de “plena forma”  y no podíamos estar más contentos y satisfechos de ver a Lisa de vuelta dándolo todo en el escenario con su preciosa y delicada sonrisa e interactuando amablemente con el público.

Fotos: Karol Barko

Continúan desgranando su último disco con Lustrous Heart, The Sethian y la preciosísima Sleepwalkers en donde podemos empaparnos de esa tristeza y melancolía infinita que envuelve los sonidos de la banda. Uno de mis temas favoritos de todo el álbum en donde se puede ver que la formación se encuentra siempre cómoda en los sonidos más oscuros. Este tema nos sume en una tristísima y densa oscuridad dulcificada por la angelical voz de Lisa. Los guturales desesperados de Anders añaden más dramatismo y brutalidad al negro paisaje que dibujan con su música.

Fotos: Karol Barko

El éxtasis del público y la solemnidad del momento sólo se pudieron ver interrumpidos por algún que otro asistente demasiado entusiasmado con el concierto. Cosas de los directos.

Le toca el turno a la cañera Stellar Tombs de su álbum Sovran de 2015, tema con el que nos embargaron en la melancolía y los recuerdos a los allí presentes. Continuaremos inmersos en el pasado con Seasons Apart de su álbum Turning Season Withing the 2008.

Regresamos de nuevo a su último álbum con Sorrow of Sophia que a pesar de ser un tema de su más reciente trabajo nos recuerda un poco a sus primeros álbumes. Con Elysian Night, el único tema que rescataron de su álbum A Rose for the Apocalypse, animan el cotarro y toda la sala se suma a la “Draconian Horde” coreando y moviéndose casi al unísono.

Fotos: Karol Barko

Con Dishearten y la preciosa Pale Tortured Blue, esa especie de réquiem bellísimo y feroz, que nos acongoja y sobrecoge, damos paso al final de su presentación que finalizará con Daylight Misery de su álbum Arcane Rain Fell de 2005, cerrando un show redondo lleno de melancolía pero a su vez de alegría por la vuelta a la banda de esta gran vocalista.

Swallow The Sun

Les tocaba el turno a los finlandes Swallow the Sun. Y es que tengo que decir que aunque ya he tenido la fortuna de verles en varias ocasiones en directo, nunca decepcionan.

En esta ocasión pudimos apreciar que la voz de Mikko Kotamäki, aterciopelada en las partes limpias, sonaba más brutal y salvaje que nunca en sus guturales.

Fotos: Karol Barko

Mencionar que la formación, parecía de alguna manera, dedicarle el show a Aleah Stanbridge, compañera de la banda y pareja del guitarrista y principal compositor Juha Raivio. (El aniversario del fallecimiento de Aleah fue hace tan sólo unos días).

Incluso antes del concierto y en los interludios entre las presentaciones, sonaban canciones de Trees of Eternity, aquella banda formada por Juha y Aleah hace ya algunos años, por lo que la voz de Aleah y su recuerdo estuvieron muy presentes en aquel concierto.

Fotos: Karol Barko

Comienza el show con una espesa niebla provocada por la máquina de humo mientras poco a poco los miembros de la banda van haciendo acto de presencia encapuchados y vestidos de riguroso negro.

Mientras los músicos van accediendo al escenario suena una versión de Moonflowers Bloom In Misery pregrabada.

Comiezan con la agresiva Enemy, en un oscuro torbellino que nos arrastra a todos los presentes de la sala para luego abandonarnos a la deriva en su precioso estribillo coreado por el público, haciendo aún más memorable el encuentro.

Prosiguen con 10 Silver Bullets, de su trabajo Songs from the North I, II y III. Aquel triple CD que publicaron en 2015.

Fotos: Karol Barko

Con Falling World hacen las delicias de todos sus seguidores, sobre todo de los más melancólicos y antiguos.

El ambiente se caldea con Keep Your Heart Safe From Me de su último trabajo Moonflowers. Un trallazo del más puro Doom que aún así juega con diversos cambios de ritmo que evita que el tema acabe resultando monótono.

Llegados a este punto, la entrega del público es más que evidente ante una banda que parece escudarse tras un telón de denso humo, pero que a su vez, se mantiene cercana a sus seguidores y establece esa especie de comunión con su público.

Firelights nos recuerda por qué son uno de los grandes estandartes del género y uno de los principales grupos de metal de su país. Sus cambios y su melodía triste a la par que esperanzadora, nos transportan hasta esa noche oscura en medio del océano que es su música. Y es que a pesar de que el estilo que destilan estos finlandeses puede catalogarse como Doom denso y pesado, también gozan de gran originalidad y frescura, otorgando a su sonido geniales melodías que nos recuerdan que después de esa insondable oscuridad, siempre hay llamas que nos iluminan el camino hacia la orilla.

Fotos: Karol Barko

Con Woven Into Sorrow y Stone Wings tienen claras sus intenciones esta noche: Ofrecer temas largos y complejos dejando patente su seña de fábrica, en los que podemos entrever esa luz entre la densidad de la noche sonora, mientras el público parece comulgar en cierta manera con la banda.

New Moon  y This House Has No Home rompen cualquier barrera entre público y banda y los asistentes se entregan por completo coreando y haciendo headbanging en las partes más brutales. El nexo está sellado.

Destacar el increíble trabajo a la guitarra de Juho Räihä, que nos ofreció unos solos demenciales en varias ocasiones, sin desmerecer por supuesto el trabajo del resto de compañeros de banda.

Fotos: Karol Barko

La batería aplastante y precisa de Juuso Raatikainen junto con el bajo demoledor de Matti Honkonen, quien se mantuvo muy comunicativo y simpático con el público, dejaron demostrado que son grandes músicos entregados por completo a la profesión.

Una de las grandes de la noche, Descending Winters, hace que el invierno realmente se presente brutal y atroz ante nosotros esta noche primaveral de Abril. Servidora disfrutó de este tema sin parar de corear y moverse de un lado a otro, ya que este corte tiene mucho significado para mí en cuanto a lo personal se refiere.

Fotos: Karol Barko

Cierran con Swallow (Horror Part 1) que hará las delicias de los más nostálgicos, pues pertenece a su mítico disco The Morning Never Came de 2003. Finalizan con esa parte de desesperación y brutalidad con la que acaba el tema y nos deja absolutamente alucinados el poder de ejecución que tienen estos músicos.

Noche increíble en la que crudeza y delicadeza se nos presentaron más melancólicas que nunca. Irrepetible.