Contexto Histórico.
A lo largo de la historia del arte nos hemos encontrado a grandes artistas y genios cuya vida fue marcada por un carácter excéntrico y singular.
Pensemos en un Leonardo Da Vinci, cuyo interés por la ciencia y el descubrimiento le llevó a tener problemas por diseccionar cadáveres para profundizar en su estudio anatómico, o en Caravaggio que era capaz de inmortalizar como vírgenes de sus obras a las prostitutas más famosas de la ciudad. Incluso en un Francisco de Goya que pinta las paredes de su casa con escenas agónicas y casi terroríficas o que capaz de dejar sutiles ofensas en un retrato de la familia real.
Sin embargo, si hay que pensar en un personaje artístico fuera de lo común, un genio excéntrico por antonomasia, ese es sin duda alguna Salvador Dalí.
Salvador Dalí, artista mediático.
El caso de Salvador Dalí es excepcional. Nacido en 1904 dentro de una familia de clase media y desde joven demostró un gran talento para el dibujo y la pintura, siendo alumno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de donde fue expulsado en 1926, ya que afirmaba que no había nadie allí en condiciones para examinarlo.
Amigo de Federico García Lorca o Luis Buñuel, marchará a París al abrigo del movimiento surrealista donde será destacado hasta su expulsión en 1934.
Desde muy temprano, Dalí demostraba un genio excéntrico, provocador y mediático más allá de su obra, realizando acciones como aparecer con una caja de cristal colgada en el pecho con un sostén dentro en un baile en su honor, o ir vestido de buzo con escafandra a dar una conferencia porque se estaba zambullendo en la mente humana.
A su vuelta a España en 1949, en pleno regimen franquista, sentenció su carrera dentro de la vanguardia internacional, pero consiguió ser un personaje destacado del panorama, con encargos por parte del régimen y siendo la segunda persona que más aparece en el NODO, solo por detrás del dictador.
Aun así, sus excentricidades no cesaron y fueron creando un personaje mucho más destacado que su pintura.
Alice Cooper y su encuentro con Dalí.
Al igual que Dalí fue el personaje, por encima del artista Salvador Dalí; Vincent Damon Furnier ha quedado oculto tras su personaje artístico, más conocido como Alice Cooper.
No cabe duda que Alice Cooper es un referente en el mundo del rock para otros artistas como Marilyn Manson o Rob Zombie por lo espectacular de sus actuaciones y por crear un personaje de sí mismo.
Ambos genios y personajes tuvieron un encuentro. Fue en 1973, en la ciudad de Nueva York donde Dalí fue al concierto de Alice Cooper.
El cantante de Detroit es un gran admirador del artista catalán y fruto de esa mutua admiración surgió una amistad que perduró en el tiempo.
Fruto de esta amistad surgió una de las primeras obras holográficas de la Historia del Arte, producto de 3 días de colaboración mutua en la casa del pintor en Figueres.
Se trata de un holograma tridimensional en el que Alice Cooper aparece sentado, ataviado con joyas por valor de 4 millones de dólares, mientras usa a modo de micrófono una estatuilla transformada de la Venus de Milo y por detrás se ve el cerebro de Alice Cooper, cubierto de un relámpago de chocolate y hormigas.
Además, fruto de la amistad entre ambos, fue la portada del disco DaDa de Alice Cooper, publicado en 1983. Un disco experimental sin un aparente sentido, pero con un trasfondo sobre la esquizofrenia y cuya portada es un fragmento de la pintura de Salvador Dalí Mercado de esclavos (con aparición del busto invisible de Voltaire), de 1940, donde el artista surrealista jugó con su método paranóico crítico para generar un retrato a través de una superposición de figuras.
Dada fue el decimoquinto disco del cantante de Detroit, muy experimental y que fue el último antes de un parón en el tiempo para volver con Constrictor, de 1986, entre medias estuvo colaborando con músicos como Twisted Sisters en el disco Come out and play y participando en películas como Monster Dog de 1984, rodada en España.
Años después el propio Alice Cooper ha asegurado no tener recuerdos de las sesiones de grabación de aquel Dada de 1983. Para la posteridad quedaron registradas canciones como Enough´s Enough o Scarlet and Sheba
Lo que está claro es que Dalí y Alice Cooper, son dos artistas que han sabido exprimir su genio y hacer de su personaje y sus actos públicos el mejor reflejo de su obra.