El rock de Mother Mother y Dead Pony sacude Madrid

Crónica: Mother Mother y Dead Pony en Madrid

Este pasado jueves, los fans madrileños de los recientemente aclamados Mother Mother recibieron el mes de diciembre de la mejor forma posible, viendo por fin a su banda más anhelada tras una larga e impaciente espera, con numerosos cambios de programación y momentos inciertos causado por la pandemia. Además, lo hicieron en una sala de las buenas, y no en el formato festivalero acalorado en el que este verano les vimos en el Mad Cool Festival: formato entretenido pero no tan agradecido como un espectáculo en sala. Los canadienses, que en los últimos dos años han recogido los frutos sembrados durante 15 años de carrera tras haberse convertido en un fenómeno de redes sociales con temas como Hayloft o Burning Pile (O My Heart, 2008), tocaron el pasado jueves 1 de diciembre de 2022 en La Riviera. Pero al espectáculo de la noche empezaron dándole forma los escoceses Dead Pony, y de qué manera.

Dead Pony

Exactamente una hora después de la apertura de puertas, Dead Pony tomaron el escenario de La Riviera, pero no sin antes haber sido bienvenidos por unos asistentes jóvenes, emocionados y hambrientos de música, que al canto reiterado de “Poni Muerto”, traducción literal del nombre del grupo en español, dejaron huella en los miembros de la banda.

Este momento marcó el paso del grupo por Madrid, como indicaron al día siguiente en un post de Instagram. Estoy segura de que lo que hizo del espectáculo en La Riviera un acontecimiento tan especial fue la devoción del público desde el primer minuto, totalmente entregado a lo que los artistas les pudieran ofrecer, y el cántico previo a la actuación de los escoceses fue prueba de ello.

Dead Pony fueron una revelación para muchos de los que estábamos allí presentes, quienes nos quedamos obnubilados ante la propuesta de los escoceses: una suave y fresca interpretación del ya algo desfasado pop-punk y punk-rock de los 2000. Su actitud de rebeldía comedida, aunque algo caótica y muy natural, es lo que, en mi opinión, conquistó al público. Además de la energía y actitud de la vocalista Anna Shields, quien cantó, saltó, bajó y subió del escenario hasta que jadeó del agotamiento. El repertorio de la noche se compuso de sus canciones Zero, Bullet Farm, All Dressed Up For Nothing, 23, Never Me y War Boys, todas sacadas de su nuevo EP del mismo nombre, War Boys. Aunque también nos regalaron una versión más cañera, siguiendo su línea personal, de un himno generacional de la talla de Maneater de Nelly Furtado.

Vitoreados hasta el final de su actuación, e incluso después de ella mientras Blair Crichton  (guitarrista), Liam Adams (bajista) y Aidan McAllister (batería) recogían sus instrumentos, los jóvenes integrantes de Dead Pony se despidieron de Madrid, pero no sin antes desearle un feliz cumpleaños a uno de los asistentes del público, quien, estoy segura, no podría haberlo celebrado mejor.

Mother Mother

Tras unos 40 minutos de set del grupo de Glasgow, en La Riviera ya se habían calentado motores y se notaba. Fue a las 21:00 cuando finalmente salieron los cabezas de esta gira europea, Mother Mother. El quinteto canadiense dio comienzo a su set con una de sus canciones más conocidas, Verbatim, sacudiendo a cada integrante de la audiencia ante la sorpresa de un comienzo así de fuerte. Ryan (voz y guitarra) lideraba el escenario luciendo una camiseta de Misfits, la misma que llevó en su actuación del Mad Cool el pasado mes de julio, invocando de alguna manera su pasión por la cultura del rock y su absoluto respeto por el género y sus pioneros.

A ambos lados del cantante se situaron Jasmine y Molly, teclistas y también vocalistas de la banda, cuyo papel en la música de Mother Mother a veces puede malinterpretarse como secundario, cuando realmente son parte fundamental de la esencia del grupo. Mientras les observaba fluir en el escenario, disfruté mucho al pensar cómo las piezas que conforman este grupo son tan simples como perfectamente compatibles; aunque la música de estos canadienses sea individualmente poco compleja o rebuscada, cuando se juntan se crea la magia. Mother Mother no sería lo que es sin las segundas voces y armonías etéreas de Molly Guldemond y Jasmin Parkin, la profundidad del bajo de Mike Young, la pulsión que crea Ali Siadat a la percusión y la voz, la sorprendentemente virtuosa guitarra y el carisma de Ryan Guldemond. Por no hablar de una visión común compartida por todos los miembros, y palpable en sus espectáculos según lo que he podido presenciar.

Durante su set, los cinco músicos tocaron una mezcla muy equilibrada, temporalmente hablando, de sus obras a lo largo de los años, entre ellas Infinitesimal, de su cuarto disco de estudio The Sticks (2012) o Back In School de su sexto álbum No Culture (2017). También tocaron sus canciones más famosas más adelante, como Hayloft (O My Heart, 2008) o Hayloft II (Inside, 2021), y dedicaron una sección de su set exclusivamente a versiones acústicas de algunos de sus temas más lentos como Wrecking Ball o Arms Tonite (O My Heart, 2008).

Entre canción y canción, Ryan dedicó mucho tiempo para dirigirse a los fans en numerosas ocasiones, y no simplemente despacharles después de haber tocado la setlist planeada, como hacen algunos artistas. Habló de la inclusividad que caracteriza el espíritu de la banda, de los valores que entre ellos comparten sobre el cuidado del prójimo y de uno mismo, de la importancia que le dan, y hay que darle, a la salud mental y del proceso de aprendizaje que es la vida. De esta manera introdujo su próxima canción It’s Alright, de su último disco Inside (2021).

El concierto ya llegaba a su fin, y los integrantes de Mother Mother anunciaron que tocarían un par de canciones más. La primera fue Little Pistol (The Sticks, 2012), pedida expresamente por un fan ese mismo día cuando los miembros de la banda llegaron a La Riviera para su prueba de sonido y se encontraron con gente ya esperando en la puerta (los primeros en llegar ese día lo hicieron a las 11 de la mañana). A continuación, tocaron Ghosting, de su segundo álbum O My Heart (2008), y finalizaron con su tema I Got Love (Inside, 2021).

Si alguna conclusión me he llevado de este directo, ha sido una muy clara: Mother Mother es una creación para los fans, y sus directos también. Tal vez, en sus comienzos la banda no se construyó con estos valores exclusivamente, pero ahora, tras dos años de éxito internacional rotundo gracias a una difusión viral de la noche a la mañana de la mano de dichos fans, está claro que los canadienses saben que se lo deben todo a ellos. Hasta su éxito en Tik Tok, Mother Mother eran un grupo poco conocido a pesar de su larga trayectoria y discografía, y menos a este lado del charco. Ahora, lideran las listas de éxitos de rock alternativo y una gira europea propia por nuestras mejores salas. A eso se le llama progreso. Y que dure.