Talco se ha posicionado como una de las bandas de ska punk de referencia de la escena europea. Sus visitas a España siempre son celebradas, pero esta última y larga gira en nuestro país ha sido un éxito rotundo. La fecha de Madrid fue simplemente apoteósica. Los italianos no sólo dieron un concierto épico con un setlist de más de 30 temas, sino que además supieron rodearse de unos escuderos a la altura de las circunstancias.

Burning Heads

El pistoletazo de salida lo dio la mítica banda francesa Burning Heads. Los de Orleans llevan en activo desde 1987 y su maestría encima del escenario lo demuestra. En la escasa medio hora de la que dispusieron, tocaron 12 temas y mostraron su versatilidad pasando del punk más puro y rápido a los ritmos lentos y acompasados del reggae, tan próximos al ska. Entre los temas más celebrados hay que citar Hand Cuffed, Collapse y Angry.

Misconduct

Acto seguido, y con poco tiempo para respirar, ya que compartieron material para aligerar el cambio de backline, se subieron al escenario Misconduct. La banda de hardcore punk melódico arrancó con una sala a medio llenar y cerró su concierto con un recinto rendido a sus pies. Desde un primer momento, el cuarteto sueco echó toda la carne en el asador y soltó éxito tras éxito. Los diez temas que presentaron fueron diez verdaderas joyas, con cortes como Blood On My Hands, Punk Rock Holiday, la inolvidable No Boundaries, así como las grandiosas Solution y Never Going Down.

Los suecos se metieron en el bolsillo a cada uno de los asistentes al concierto y no les dejaron ir hasta el último segundo de su show.

Talco

Pero llegaba el tiempo de Talco y los nervios estaban a flor de piel. Tras el estruendo que se formó cuando se apagaron las luces de la sala, y antes de arrancar el increíble show, Dema, el cantante y guitarrista de la formación, repartió saludos, besos, abrazos y dio las gracias a los asistentes que llenaron La Paqui. El objetivo de este concierto era hacer sonar sobre las tablas madrileñas los nuevos temas de Video Game, pero el sexteto italiano se atrevió con todo y dio a sus seguidores lo que habían venido a buscar: ska punk y folk acelerado de calidad.

Sonó Via, Carovana, Descarrila, Testamento, la homónima Game Over, La Mia Città, Giga, Punta Raisi y la imprescindible St. Pauli, así como su particular versión del himno antifascista italiano por excelencia, la ya mítica Bella Ciao, canción que toda La Paqui cantó a pleno pulmón.

La noche prometía y no defraudó. Talco demostró que su crecimiento es una realidad y no obra de una moda pasajera. Si la evolución ha sido pasar de la sala Nazca a una llenísima Paqui, quizá, en su próxima visita, los transalpinos pisen el escenario de La Riviera. Sólo les deseo eso.