La madrileña sala Nazca fue testigo el pasado sábado de la vuelta, 30 años después, de los barceloneses Legion. Rancor ejercieron de duros escuderos.
Ambiente de grandes ocasiones reinaba en los alrededores del recinto y dentro de la sala donde se iba formando la caldera. Los madrileños Rancor gozaron de un buen sonido desde el principio, la voz de Dani fluía entre los instrumentos sin dudas y las temidas baterías en este tipo de salas, estuvieron acordes a la ocasión.
En Berserk ya teníamos claro el poder de las hachas de Vasco y Ricky y cuando nos dedicaron Rancor ya nos ganaron del todo. Esencialmente nos presentaron Bury The World su último trabajo que tuvo que esperar el paso de la pandemia para ver la luz, mezclaron temas antiguos y el balance general fue demoledor.
Bajaron un poco la velocidad, solo un poco, en Hunting Humans, un corte de bellas melodías como ellos proclamaron entre bromas siguieron con Digital Criminal, una crítica al mundo en el que vivimos, conspiraciones, cookies y lecturas de mentes.
En el tema con un verdadero juego de palabras, Spain Is Pain, los dos guitarras brillaron especialmente con esa intro mano a mano que se marcaron, Serra tuvo también su momento en su solo en Daggers In The Chest un tema espeso y oscuro sobre relaciones humanas, teatralmente representado con su daga incluída.
Rescatada del segundo disco, sonó refrescante Sea Of Lies y agradecidos y emocionados, porque la noche fue emocionante de verdad. El tema que da nombre a su último álbum Bury The World y Dark Future, un temita corto para liarla un poco a pogos en la sala, fueron las elegidas para despedirse en esta sobresaliente actuación.
La leyenda de Legion ha estado tan vigente estos años que no parece que la inactividad haya sido tanta, Jonatan y Quimi como valores seguros de la banda siguen sabiendo lo que hacen y por qué lo quieren hacer.
Lethal Liberty sirvió de pistoletazo de salida reivindicativo, de nuevo resaltar el impresionante sonido que lograron, desde cualquier parte del escenario se podía escuchar cada nota con una claridad apabullante, que grandes músicos son.
30 años desde su última visita, nos pregunta Jonatan como nos ha ido la vida durante este tiempo, bromeando sobre lo grandes que éramos emocionalmente y de edad. Eternal Youth pudo ser quizá uno de los temas en inglés más coreados.
Por la voz de Jonatan no parecen pasar los años, Dark Force lo evidenció desde la primera estrofa. Decir que la gente estaba a muerte con la banda era poco, pelos de punta al escuchar corear el nombre del grupo desde los primeros temas sin parar.
Unos solemnes silencios entre tema y tema daban fé de la emoción que se estaba viviendo en la sala, casi contemplábamos incrédulos como varias décadas después temas como Route To Madness o A Matter Of Greed eran ejecutados con una técnica y un arte acojonantes. El negro y mate bajo de Jonatan fue lo único que no brilló en el escenario porque don Quimi y su hacha se lo pasaron de lujo flirteando sin parar en cada punteo, un lujo verdadero.
Los hermanos Rodriguez, Toni a la guitarra y Miguel Angel a la batería, parece que siempre han estado ahí, aportando empaque, siempre esperada la acelerada versión de We Will Rock You evitaba que bajara la tensión musical en la sala.
Llegaba la parte de los temas en castellano, la lengua vernácula de Cervantes como dijo Jonatan, Mili KK parece obsoleto, pero su estribillo se coreó a toda potencia, como cuando tenía significado real, La Ruina y Dimite y vete a casa fueron un castigo para las gargantas de la gente que ya no podía parar.
Nos contaron que un amigo y fan de la banda está preparando un documental y han organizado un crowdfunding para ayudar a financiarlo, una gran iniciativa que seguro conseguirá salir adelante.
This Can Be Real pudo ser un resumen de la noche, tan buen rollo y sonido podría parecer irreal, pero no, sucedió de verdad, abandonaron el escenario sin que casi nos diéramos cuenta, quedaban los bises,
La canción del verano, aclamaba Jonatan, evidentemente era la versión de Billy Idol, Level Yell que va sentando cátedra y haciéndose imprescindible en sus shows. Possessed fue la encargada de rematar cuellos y gargantas, que rápido se pasa lo bueno, una foto de familia de las dos bandas y luces encendidas.
Legion, madurez y frescura puede que sean las palabras clave para esta esperada vuelta, seguro no pasan otros 30 años sin que vuelvan, ellos abrieron la brecha para bandas consolidadas del género y deben seguir al mando del thrash estatal.