RESEÑA | Chelsea Wolfe – She Reaches Out To She Reaches Out To She

Chelsea Wolfe lanzó en febrero pasado una nueva obra titulada She Reaches Out To She Reaches Out To She, que no podíamos dejar de reseñar. Este trabajo representa un antes y un después en la evolución de la carrera de la californiana, adentrándose profundamente en sonidos más experimentales, alejándose de sus raíces folk y explorando mucho más el electro, el synth y el trip hop. Sin olvidar ese vacío oscuro característico que la cantante intenta sacar a flote en cada tema, esta vez se suma Dave Sitek para agudizar y reforzar esta constante en el sonido de Chelsea.

El álbum comienza con She Reaches Out To She Reaches Out To, canción que le da nombre al disco. Aquí experimentamos de primera mano esta faceta electrónica impecable, sin perder esa sensación de intimidad que provoca la voz de la cantante. Hay mucha inspiración de los años dorados del trip hop, el rock gótico y el doom (por qué no decirlo). A continuación, suena la tormentosa House Of Self-Undoing, un laberinto denso e introspectivo. Como muchos ya sabréis, las letras de este álbum son mucho más personales, abordando temas sobre la identidad, la transformación y, cómo no, la oscuridad que esto conlleva. Esta canción en particular captura perfectamente el núcleo etéreo de la inmensidad emocional y la cautivadora atmósfera que se construye entre sintetizadores y pausas abruptas.

La calma de Everything Turns Blue destaca, pero al mismo tiempo nos remonta a los trabajos anteriores de la artista, brindándonos una familiaridad con un toque cálido y evolucionado de su música. Tunnel Lights sigue en la misma línea, pero esta vez llevándonos a una intensidad cautivadora y sensual. Realmente, es un tema que se destaca por sí solo y, para mí, el mejor de todo el álbum. Como un túnel en sí mismo, te sumerge en la historia, haciéndote prácticamente partícipe de la fantasía de buscar algo de luz en situaciones complejas. Muy recomendable también el remix que Crosses hizo hace unas semanas, donde toma los elementos básicos de la canción y Chino Moreno los lleva a su terreno. Simplemente, una joya.

The Liminal y Eyes Like Nightshade mantienen el sonido de sus predecesoras, el vaivén dramático bajo el manto de suavidad de Chelsea. El tema más alternativo del álbum podría decirse que es Salt, un cruce entre Portishead con personalidad propia. Tranquila y en una sola línea, con algunos arreglos electrónicos, se desarrolla este intenso viaje entre nubes templadas. Unseen World suena mucho más clásico; a la primera escucha ya reconoces el sello de la cantante, que lleva tiempo forjando. Place In The Sun, con su entrada al piano, tiene una nostalgia particular. Me recuerda mucho a todo este movimiento revivido por Lana del Rey hace algún tiempo, pero con claras diferencias en la comparación. Empieza de forma clásica y termina en una distorsión de pedales y sintetizadores. Otros colores, pero con la misma esencia.

Cerramos con el sencillo Dusk, uno de los primeros adelantos que tuvimos la suerte de escuchar y que despertó nuestras neuronas. Aquí volvemos a las vibras del trip hop y a esa psicodelia seductora que crea un ambiente único, una línea recta que se mantiene en estas 10 canciones de principio a fin.

Después de escuchar detenidamente este disco en diferentes estados, creo que es evidente que Chelsea nos abre las puertas de su corazón, ofreciéndonos temas profundamente personales. Con letras sinceras, sombrías, crudas y hermosas. Un grito detrás de tanta autenticidad y una nueva apuesta que ha sacado adelante con éxito. Las canciones en vivo suenan mucho más intensas que en el disco, pero no dejan de ser una experiencia profunda que conecta con el interior de la cantante y la audiencia.