La racha progresiva se apodera de Barcelona una vez más, partiendo con lo mejor de lo mejor del género. Como no, Riverside alegrando el domingo en Razzmataz 2, rematando los últimos indicios que deja el verano y las fiestas de los barrios por la ciudad.
Muchos nos acordaremos eternamente del último bolo de Riverside en Barcelona, no solo porque fue algo totalmente emotivo, sino porque días después nos encerraríamos en casa sin poder disfrutar de música en vivo en condiciones por mucho tiempo. Aquella noche fue algo que nos marcó a muchos, por lo cual la revancha de los polacos en la ciudad condal tenía que estar por lo alto. Los encargados de abrir el show fueron Leisor, una banda que ha ido cambiando su estilo poco a poco y apegándose al progresivo cada vez más. Uno de los elegidos por Riverside en otras ocasiones como open show pero siendo la primera vez tocando en Barcelona.
Mosaic en la última placa que viene de la mano con los holandeses, muy conceptual y explorando cada capa del rock experimental. Una grata sorpresa para todos los que acaparaban las primeras filas desde temprano. A pesar de tener ya un bagaje importante, se notaba esa timidez de enfrentarse a un nuevo público, pero nada que impidiera disfrutar de su corta aparición en Razz2 a tope.
Las cartas ya echadas para Riverside, sin dejar un momento para la imaginación, nos lanzan «Addicted» y «02 Panic Room» para conmemorar las viejas glorias por lo alto. Porque la verdad el acotado setlist tendría como fin presentar su más reciente trabajo. Los nuevos aires que traen junto a «ID.Entity» han cambiado totalmente la atmósfera nostálgica que nos crea la banda y nos lleva a un lugar mucho más luminoso y enérgico, pero la cálida voz de Mariusz Duda inunda cada rincón de la sala como no lo hace nadie a estas alturas.
«Landmine Blast» y «Big Tech Brother» no serían más que un adelanto del nuevo ritmo que conduciría el show. El poder de emocionar ya es algo que tienen por la mano, pero de sorprendernos en cada momento con cada arreglo en vivo es algo que realmente merece la pena rescatar. El juego que hacen en temas metiendo riffs o armonías de otros icónicos de su set te dejan estupefacto y obviamente nos volvieron locos a todos.
El cierre con la perfecta «Conceiving You» infaltable para bajar las revoluciones con su extendida intro que nos dejaría con una sonrisa a todos los que asistimos. Mucha potencia y energía, muchos sing along y birra por todos lados. Una verdadera fiesta lo que se vivió aquella noche, muy lejos de esos shows más sombríos del pasado y una sensación para archivar junto a Riverside como siempre sorprendiendo hasta al más incrédulo.