El pasado sábado 24 de septiembre nos acercamos a disfrutar de nuevo del festival Totana Metal Fest, organizado por la Asociación Metaleros del Valle, de Totana (Murcia). Tras unas III y IV edición en las que no pudimos estar por motivos varios, teníamos muchas ganas de esta V edición, de cuya singularidad en clave femenina ya nos hicimos eco en la noticia de divulgación previa del festival.

Con una temperatura perfecta para un evento al aire libre como este, hacia el final de la tarde llegamos al recinto del Auditorio municipal Marcos Ortiz donde ya se veía el movimiento de gente previo. Nada más llegar a la puerta tuve el gusto de reencontrarme con viejos conocidos, algún miembro de la Asociación Almazarock, de la que fui miembro en sus comienzos, que estaba colaborando en la organización del evento, así como conocidos músicos y otros agentes de la escena murciana a los que había echado de menos durante la etapa más dura de la pandemia del Covid-19.

Tras los calurosos saludos y comprobar que los precios de barra eran lo más económicos posibles, me dirigí hacia el foso habilitado para los fotógrafos para allí encontrarme también con gozo a viejos colegas del gremio.

Echando un vistazo al recinto, con la típica grada empinada ocupando 1/3 del óvalo del auditorio ocupada ya por decenas de asistentes y otros tantos dispersos por la pista, terminé familiarizándome de nuevo con el festival. Todo tal y como lo había dejado la última vez que asistí en 2018.

Crónica segunda edición del Totana Metal Fest

Norwald

Abrieron fuego puntualmente los murcianos Norwald, única representación regional en esta edición. Desde el primer momento se mostraron muy animados, sin parar de interpretar en escena los dinámicos cambios de ritmo que caracterizan a su estilo Power Sinfónico con dosis de Progresivo. Con una actitud desenfadada que podría chocar con la épica de su temática (un mundo de fantasía medieval al más puro estilo de Juego de tronos o El Señor de los anillos) pudimos disfrutar de la alternancia de las dos voces principales. Por un lado, Nia Creak, exuberante y descarada tras su entrada con la blanca calavera de un dragón, hizo gala de su gran voz, tanto en pasajes melódicos como en otros más potentes. Por el otro, Alejandro Leónidas, uno de los dos hachas que aportó guturales para dar un aire maligno al buen rollo que desprendía la banda.

El sonido quizá estuvo un poco saturado de graves lo que pudo deslucir en algún momento la pericia de ambos guitarristas, principalmente su líder y fundadora Patri Grief, guitarra solista de la banda. Lo cual compensaron con actitud, como vengo diciendo en todo momento. Incluso se atrevieron con bailecitos y poses típicos del Heavy Metal clásico animando al público todo el tiempo mientras desgranaban temas de su primer y único álbum Madness & Heroes. Llegada la hora de las presentaciones mencionaron que faltaba un miembro, su teclista, que no pudo estar en el evento.

Cerraron su gran show, en el que incluso llegaron a lanzar caramelos al público, con Nekaroth, un tema adelanto de su próximo EP.

Astray Valley

A continuación, y tras el tiempo exacto de cambio progamado en los horarios del festival, la banda barcelonesa Astray Valley hacía acto de presencia, con su vocalista Clau Violette al frente enfundada en una negra capa cuya capucha estaba coronada por el cráneo y cornamenta de un ciervo.

Empezaron a descargar su Death Melódico con riffs densos y beats contundentes que tanto me gustan mientras Clau hacía se desenvolvía por el escenario como una verdadera bestia, haciendo gala de su agudo gutural que se te clava hasta el alma alternado con una voz melódica que conforman su sello personal. Estuvo perfectamente arropada por los guturales más graves de su guitarrista Adri Funerailles y la intensidad sonora del resto de la banda, más sobria en general que su frontwoman pero igualmente intensos.

El sonido mejoró respecto a Norwald, aunque el volumen de la voz de Clau en las partes melódicas quedaba muy bajo y así se lo hizo ver el público en repetidas ocasiones. Parece que por un momento se arregló, pero quizás fue el único lunar en el concierto de una vocalista que sabe manejarse bien en ambos rangos vocales. Se me hizo cortísimo pues tenía muchísimas ganas de verles dado el estilo que practican. En el setlist nos regalaron temas de todo tipo, desde la melódica Parallel Visions hasta la caótica The Architect, pasando por una de mis favoritas como es Erased, uno de sus últimos singles grabado con la colaboración de Lena, vocalista de Infected Rain.

Arise

Tras la banda catalana, para mi gusto bien colocados en el orden de actuaciones del festival, los alicantinos Arise, unos viejos conocidos de un servidor gracias a su vocalista Estefanía Aledo, que también forma parte de la tripleta vocal de sus paisanos industriales Mind Driller. Con su tercer disco EON han consolidado su estilo de Metal Moderno con un peso importante de sonido Djent en las guitarras.

Para mi gusto Arise han demostrado haber crecido mucho con este último trabajo, mención especial para Estefanía que, además de perfeccionar su impecable técnica vocal melódica (y melosa) se ha ido adentrando en el rango de los guturales hasta conseguir que encaje perfectamente en su sonido muy en la línea de unos Architects o Spiritbox, ambas bandas que me fascinan.

En este concierto me pilló de sorpresa no ver en el escenario al que era su bajista y que estaba en la formación la última vez que les vi en directo hace unos años. En aquellos tiempos andaban presentando su anterior trabajo Aquareum (del que eché de menos escuchar el tema que da título al disco) cuya intensidad y texturas en el sonido han refrendado con EON, disco del que se compuso íntegramente el setlist. Cortes como Deja Vú, Universos Paralelos o Crono hacen que haya merecido la pena esperar varios años. Así como también espero que sigan haciéndose hueco en el panorama nacional, pues si hay algo que los diferencia de muchas bandas de su generación es el hecho de cantar en castellano.

Durante el cambio para la siguiente actuación, salieron a escena, junto con miembros de la organización, una representación de la Asociación de Padres de Discapacitados Psíquicos de Totana (PA.DI.SI.TO) en agradecimiento al papel benéfico a su favor que realiza el festival y con el fin de concienciar a la sociedad acerca de la integración de este colectivo.

Easy Rider

Tras esto, y nuevamente puntuales, aparecieron arrolladores los madrileños Easy Rider, unos veteranos de la escena Heavy Metal nacional a los que ni había visto antes en directo ni escuchado tema alguno de su discografía. Hasta aquí normal, pues no soy especialmente seguidor del Power Metal o Heavy nacional más allá de los 3 o 4 clásicos.

Pero como lo cortés no quita lo valiente, he de reconocer con tanto asombro como felicitación para la banda, que probablemente fue la formación que sonó y actuó de manera más compacta durante la velada del sábado.

La banda, originalmente formada a finales de los años 80, y por la que han pasado varios vocalistas, tuvo un renacer en 2020, tras varios parones, e incorporó en sus filas a la imponente Dess, primera vocalista femenina en la historia de Easy Rider.

Algo parecido me pasó con Muro cuando hace unos años les vi en directo con Rocksa al micro, pero esta vez diría que la sorpresa fue aún más grata. Insisto en que los músicos de la banda suenan y actúan de manera compacta y con muchas tablas, demostrando que creen firmemente en lo que hacen y disfrutando. Pero es que, si además le sumas el chorro de voz y la fiereza en escena de Dess, es imposible no disfrutar de cada uno de los temas que interpretaron. Que por momentos me recordasen instrumentalmente a Iron Maiden y en otros a Helloween dice mucho a favor de su calidad.

En definitiva, una maravillosa actuación que me dejó con muy buen sabor de boca y que finalizó con el toque humorístico de la sintonía de los Looney Tunes.

Antes de la actuación final de unos Ankor que para mí eran los grandes conocidos de la noche y al mismo tiempo en los que más expectativas tenía depositadas, se realizó un sorteo de regalos entre los asistentes con unos números que iban dando con las consumiciones en barra.

Ankor

Y por fin tuvimos en el escenario de Totana a los tarraconenses Ankor con una puesta en escena arrolladora. Era la tercera vez que los veía en directo y siempre lo dan todo además de rebosar simpatía. En esta ocasión me encontré algunas novedades. Aparte del actual color naranja del pelo de Jessie Williams, que le da un toque más alternativo, trajeron a su propio cámara, principalmente para grabarles video, un gran profesional como es Arnau Rectoret. Pero la noticia más importante era el debut a la batería de la menuda Eleni Nota, una bestia con las baquetas de origen griego y a la que tuve el placer de ver dar una exhibición meses atrás en el concierto de Nervosa, su anterior banda, en Murcia.

Crónica y fotos: Nervosa + Burning Witches + Warfect + SystemHouse 33 en Madrid y Murcia

Esta chica es de lo más discreto que puedas conocer encima de un escenario, en contraste con la anterior y muy querida baterista Ra Tache, pero igualmente capacitada para sacar nota alta tocando cualquier estilo de Rock, Metal o lo que sea. Bien merece una entrevista en nuestra sección Mujeres en la industria musical, y a buen seguro que la haremos.

El show que dieron demuestra que la banda está a un nivel internacional sin duda, y no es por casualidad que triunfa casi más allá de nuestras fronteras que en España. Con un estilo musical que diría es único en nuestro país, que engloba diferentes géneros modernos, siempre con una base de Metal y Rock, dan rienda suelta a la imaginación y hacen lo que les apetece, a pesar de los haters, como defienden en su tema Shhh… I’m Not Gonna Lose It.

El dinamismo sobre el escenario es uno de sus puntos fuertes, con continuas idas y venidas principalmente de Jessie y de Fito uno de sus dos guitarristas, aunque el otro, David (el principal cerebro creativo, también en lo audiovisual de la banda) y el bajista Julio, tampoco le van a la zaga. Otra de las cosas que me gusta de Ankor es la aportación de Fito, que participa vocalmente en algunos temas, dando un punto de rabia y locura al sonido de la banda.

Tuvieron además un uso más intensivo de la pirotecnia y el humo que en esta edición hemos gozado en el escenario del festival, en una muestra más de que el evento va creciendo a cada año que se celebra. Respecto al setlist, aunque eché de menos algún que otro tema (normal, me gusta toda su discografía) estuvo bastante completo y presentó bastantes de los temas más conocidos de sus últimos discos Beyond The Silence Of These Years y White Dragon, dejando espacio también para una de las cosas que también hacen muy bien, las covers de hits musicales, tocando en esta ocasión Havana de Camila Cabello que suena espectacular tras pasar por el filtro mágico de Ankor. Se despidieron y cerraron el festival, con un deseo recíproco de volver por nuestra tierra, con la rápida Walking Dead y dejando un gran sabor de boca incluso entre los más “Heavys” del lugar que acabaron en primera fila a pesar de estar “casi” saciados de Metal con Easy Rider.

Mi nota es de 9 sobre 10 para el festival, que únicamente pudo haber mejorado el sonido en algunos momentos y bandas, pero que es algo que sucede hasta en las mejores familias. Yo me despido hasta la próxima edición que espero se celebre y pueda estar allí de nuevo.

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