10 discos imprescindibles para comprender el Black Metal sinfónico en los 90’s
Entremos en materia: dar a conocer uno de los estilos quizá más polémicos, curiosos y místicos del black metal durante la mitad de los años 90’s, el black metal sinfónico. O como lo llamo yo “ese hijo que quiere destacar y llevar su extravagancia más allá persiguiendo corrientes intelectuales o dadaístas pero tiene una familia algo conservadora que le corta las alas constantemente”. A pesar de ser un estilo que ha envejecido bastante mal con el paso de los años, es caracterizado por incorporar melodías complejas, arreglos de teclados y guitarra combinados con acordes arpegiados dándole un sonido más etéreo. Veamos algunas de sus obras más destacadas y otras que quizá no tanto que me parecía importante que se resalten.
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Emperor – In The Nightside Eclipse (1994)
Considerado abiertamente como el germen del subgénero, enfocando un estilo como el black metal más allá de la musicalidad. Pasajes narrados, acordes arpegiados, riffs que bordean el virtuosismo y la locura, las voces desgarradas de Ihsahn, teclados que añaden ese factor ambiental sin dar tregua al oyente que lo convierte en un viaje denso pero lleno de matices que se van apreciando a cuanto más lo vas escuchando. En este caso, es uno de esos discos que han envejecido de maravilla tras 27 años desde su publicación.
Arcturus – Aspera Hiems Symfonia (1994)
Creatividad, extravagancia, imaginación, talento por parte de músicos que parecían venidos de otra dimensión deciden publicar su primer larga duración tras dos EP’s en los que ya comenzaban a mostrar sus cartas para publicar este disco. Con la llegada de este también llegaron nuevos miembros y uno de ellos era Kristoffer Rygg de Ulver. Esa capacidad de cambiar de registros vocales, esos arreglos de teclado y otras amalgamas que les hacía experimentar. Precisamente, el “avant-garde” no es un estilo con una definición concreta, abarca múltiples estilos muy diferenciados entre sí presentados de una determinada forma a un subestilo añadido.
Odium – The Sad Realm Of Stars (1998)
El frío abrazo del espacio, el único disco publicado por estos noruegos que trataban de transmitir escalofríos y una sensación de encontrarte en el espacio por ese sonido característico de sintetizadores. La presencia de guitarras y arpegios en acústico son el añadido de peculiaridad y atributo psicodélico y espacial. Las guitarras eléctricas quizá sean lo único que hace un poco más plano el disco aunque otro punto destacable es que era un disco mejor producido y consistente que otros del estilo.
Samael – Passage (1996)
Los suizos, Samael, dieron un paso más haciendo un disco con más frenesí y de corte industrial, diferenciándose de sus tres trabajos anteriores y del resto de bandas del estilo sorprendiendo al oyente, para bien y para mal. Dejan atrás el tema alegórico y el satanismo para inducirse en el espacio, el cosmos sin abandonar la fiereza de antaño. Riffs con sinfonías hipnóticas que entran en clímax constante muy bien elaborado y conseguido que no dejan nada sobrante ni desentonan en el conjunto del álbum.
Diabolical Masquerade – Ravendusk In My Heart (1996)
Blackheim
, que ya estaba con su banda principal Katatonia, y que ya conociera los feudos y lo que se cocía por la escena sueca (véase la influencia a Bathory) también puso su mirada en el black metal noruego. Comenzó a gestarse este nuevo proyecto, aunque menos comprometido, la influencia y las reminiscencias de la escena del black metal noruego son evidentes pero el alma de este trabajo es sueca. A pesar de haber envejecido peor que sus siguientes trabajos, mantiene esa frescura y ese halo de oscuridad con vertientes más sinfónicas saliéndose del estereotipo y siendo bastante versátil.
Covenant/The Kovenant – In Times Before The Light (1997)
Fue una banda noruega formada en 1991 por Nagash junto a Hellhammer (Mayhem) y otros miembros de Arcturus en este primer disco tuvieron un enfoque directo hacia el black metal sinfónico pero con una producción bastante más cruda, saturada pero… ¿Acaso no es lo que se pretende? Es un disco más personal con sus referencias al black metal noruego pero con un índice mayor de creatividad.
Varathron – Walpurgisnacht (1995)
Lo que yo llamo el “sacro trío heleno” junto a Rotting Christ y Necromantia, Varathron son quizá los más olvidados del black metal griego. El black metal griego en sus inicios era de naturaleza primitiva y tosca pero a la vez podría demostrar que era bruto y majestuoso al mismo tiempo. En este disco, optan por incluir pasajes inmersivos y atmosféricos dando protagonismo a punteos acústicos y líneas de bajo con bastante protagonismo. Varathron pretenden transportar al oyente a un bosque perdido envuelto en la niebla combatiendo demonios, criaturas y otros entes malignos tal y como la portada es.
Limbonic Art – Moon In The Scorpio (1996)
Este disco siempre ha tenido la fama de ser la insignia del black metal sinfónico, sus dos miembros iniciaron la odisea de conseguir un nuevo sonido dentro de la escena de su país.
¿Cuál es la razón por la que hacen que este disco sea uno de los lanzamientos más importantes dentro del black metal sinfónico?
Abrir la Caja de Pandora en lo que respecta a sonidos de teclados ambientales y pasajes tenebrosos que nos advierte que es lo que vamos a escuchar. Un disco muy lineal pero con guitarras y baterías a mi parecer muy bien trabajadas y dignas de atención. Perfecto para aquellos melómanos que quieran transitar más allá del black metal puro y descubrir el umbral de lo desconocido.
Cradle Of Filth – V Empire (or Dark Faerytales in Phallustein) (1996)
Fue lanzado como EP tras su debut The Principle of Evil made Flesh, que continuaban con la temática sobre vampiros y que el nombre de dicho disco se puede leer como si de un juego de palabras se tratase y así, refiriéndose a la dinastía de un “imperio vampírico”. Seis canciones o seis capítulos en los que Dani Filth narra un cuento sobre hadas y vampiros en el que hizo gritar a los cuatro vientos a los más “conservadores” del black metal. Aquí presenciamos teclados que resplandecen en el conjunto del disco, una percusión enérgica e intensa con el acompañamiento de unas guitarras gruesas y afiladas y pasajes narrados por una etérea voz femenina. Fuera de todo el misticismo, fantasía y épica que mostraba este EP fue algo que simplemente se hizo por cumplir contrato con su sello de entonces y poder fichar así por el Music For Nations dio resultado a la inspiración de lo que vendría después.
Abigor – Nachthymnen (From the Twilight Kingdom) (1995)
Finalmente, desde Austria, en el año 1995, Abigor sacaban su segundo disco y buscaban ser parte de la vanguardia de esa segunda ola de black metal ya asentada en los países escandinavos por su inusual talento tomando elementos de Emperor, Dissection, Marduk e Immortal de aquella época y hacerlos suyos. Sobrados de carisma y con Silenius a la voz (Summoning) con este disco se demuestra que dominan de forma sobresaliente sus respectivos instrumentos y que su madurez compositiva por talento joven. Este disco es el conjunto del black metal más tormentoso, frío pero a su vez solemne, dramático y con pasajes de teclado/acústica dignos de Summoning y voces femeninas que nos dan un ligero descanso. Por aquel entonces el sello Napalm Records (por aquel entonces un sello joven) nos abría un abanico de proyectos bastante interesantes de metal extremo.
Como decía en la introducción al artículo, a pesar de que ha envejecido bastante mal ya que muchas veces, este tipo de grupos más allá de los teclados y arreglos no suelen ir a ningún sitio, ahí sabes que algo no termina de cuajar. Pero lo que ofrecen muchas de estas bandas es un poco de magia e incluso el querer romper con ciertas barreras que condicionan tanto el black metal y tengan elementos más diferenciadores y barrocos que siempre está bien recordar su existencia. Bien sea para descubrir a gente interesada o rescatar del olvido.