Un día después su escala en Barcelona (te lo contamos aquí) el Epic Apocalypse Tour aterrizaba en Murcia. De casi apocalíptica se puede denominar a la tarde noche climática en la capital de la huerta levantina, que no está acostumbrada a la lluvia, el viento y los cielos grises. Tampoco sus habitantes, lo que no fue obstáculo para que cientos de asistentes acudiesen puntuales a la cita, montando una cola que ocupaba todo el largo de la calle de acceso a la Sala Gamma.

Sabedores de la puntualidad que suele exhibir Madness Live, la promotora de la gira, los asistentes no quisieron perderse a la banda que abría el concierto. Unos menos conocidos  para el público general como Wheel, a quienes es fácil etiquetar como los Tool finlandeses por la influencia de su estilo musical, sorprendieron a propios y extraños. No sé si porque efectivamente había bastantes fans del cuarteto o porque realmente quedaron (quedamos) entusiasmados por su actuación.

Con dos discos y algunos EP’s previos en su haber en su corta carrera (el primer largo titulado Moving Backwards data de 2019) su sonido se caracteriza por el ABC del progresivo: composiciones dinámicas de larga duración y variación en intensidad y ritmo. A pesar de lo que se pudiera pensar dados sus acompañantes en el cartel, los 5 temas que nos ofrecieron no desentonaron para nada entre el público que indudablemente acudía por los otros dos reclamos, de estilos también diferentes entre sí. En definitiva, un trío de ases la mar de interesante para las mentes abiertas dentro del universo «metalhead».

Comenzaron con Hyperion de su último álbum Resident Human (2021) y finalizaron con la homónima Wheel del ya comentado Moving Backwards. Dos temas de cada largo y uno, Blood Drinker, de su EP Rumination. Destacable la labor del frontman James Lascelles, londinense afincado en Helsinki que además de cantar con claras influencias de Maynard James Keenan también se desempeña con la guitarra rítmica e interpreta los temas abriendo repetidamente los brazos en una pose casi ritual. A su izquierda el incansable bajista que debió acabar con las cervicales más duras que el mástil de su instrumento también dio bastante juego y animó una actuación que, repito, agradó más de lo esperado para quienes no les conocíamos.

FOTOS WHEEL

Siguiendo con la puntualidad habitual, con un despliegue mayor de efectivos, hicieron una entrada épica, nunca mejor dicho, los neerlandeses liderados por la bella y elegante Simone Simons. Tras la breve intro Alpha – Anteludium de su último LP Ωmega (2021) comenzaron con la movidita Abyss of Time – Countdown to Singularity siguiendo la misma secuencia del disco. Para no variar, y es de agradecer, siguen haciendo gala de unas alternancias vocales entre la voz de soprano de Simone y los guturales de Mark Jansen, auténticos líderes de la banda originaria de Limburgo, que aportan ese dinamismo entre lo agresivo y lo melódico, y que son apenas la guinda del pastel de unas composiciones con fuerte presencia tanto de elementos sinfónicos como de los riffs de guitarra bastante heavys que les caracterizan. Vamos, la fórmula que les ha hecho acreedores de un buen número de seguidores en los 5 continentes en su ya dilatada carrera.

El primer clásico, Unleashed no tardó en llegar, tras pasar por unas contundentes The Essence of Silence y Victims of Contingency. ¡¡Qué bien sonaban todos los temas, por Dios!! Es de agradecer cuando tienes a 6 músicos sobre el escenario aportando su ingrediente musical a la mezcla final que desde la mesa de sonido se maneje todo a la perfección y a un volumen ideal. Chapó para los técnicos tanto de sonido como de luces.

The Obsessive Devotion fue otra joya de su carrera que desgranaron con intensidad, como si estuviéramos escuchando el disco. Entre medias, The Final Lullaby de su casi recién estrenado EP The Alchemy Project, compuesto por temas en los que han participado invitados de lujo de bandas Metal europeas con estilos dispares como Fleshgod Apocalypse, Shining, Kamelot, Charlotte Wessels (ex-Delain), Myrkur, Aborted, Insomnium, Soilwork o Powerwolf. También presentaron más temas de Ωmega como The Skeleton Key y la melosa Rivers, cuyo inicio de lo más emocionante con la voz de Simone junto con el sonido del piano fue acompañada por las luces de los móviles del público, a petición de la propia vocalista, para luego finalizar con toda la banda como buena power ballad que se precie.

La recta final del setlist, algo más corto que en otras fechas de la gira, siguió con Code of Life, también del Ωmega y dio paso a la grandiosa Cry for the Moon, una de mis favoritas. Beyon the Matrix fue la antesala, por decir de alguna manera, a medio gas, de la explosión sonora y emotiva que es escuchar Consign to Oblivion otra de mis favoritas y vamos, de sus fans en general. Un concierto corto porque seguro que todos y todas queríamos más, pero impecable, tanto en sonido como en simpatía y dinamismo encima del escenario por parte de todos los miembros de la banda, entre los que no quiero dejar de mencionar a su teclista Coen Janssen. Este calvo loco, entre el teclado con pie que rotaba sobre su eje y se deslizaba en la plataforma superior trasera donde se ubicaban él y el batería, y su famoso teclado curvo portátil, hizo una vez más de las suyas y animó bastante el cotarro.

FOTOS EPICA

Pero la diversión no se iba a acabar ahí, todavía faltaba el otro plato fuerte de la noche. Los fineses Apocalyptica, de quienes nunca he sido muy seguidor y que iba a ser la primera vez que viese en directo, no por falta de oportunidad y sí de interés. Y vaya si me parecieron interesantes. He de decir que mis únicas referencias son el disco de versiones de Metallica en clave instrumental de violonchelos y algunos temas propios con ilustres vocalista al micro.

Pues efectivamente ese es su punto fuerte, pero si uno se espera a unos tipos nórdicos serios y afanados en no dar ninguna nota discordante con sus enormes instrumentos clásicos de cuerda, se sorprenderá de ver la simpatía y diversión con la que se desenvuelven en el escenario. Y más completo queda su show cuando aparece en escena el vocalista que llevan en la gira, que no es ningún desconocido. Se trata de Franky Pérez, co-autor de varios temas del disco Shadowmaker de los virtuosos del chelo, y también conocido por formar parte en su momento de Scars On Broadway, proyecto paralelo de Daron Malakian y John Dolmayan, ni más ni menos que guitarra y batería de S.O.A.D.

Tras un comienzo de concierto con dos temas instrumentales, Ashes of the Modern World y Grace, irrumpió en el escenario con energía el vocalista norteamericano de ascendencia cubana para cantar I’m Not Jesus, originalmente interpretado por Corey Taylor y uno de los temas referente que tenía de ellos. Aunque son registros vocales diferentes y siempre me quedaré con la versión de Corey, Franky no desentona para nada, por potencia y afinación, pero se trata de una voz más melódica y limpia. Con él en el escenario interpretaron Not Strong Enough (original con Brent Smith de Shinedown) y Shadowmaker, del disco homónimo que como he dicho antes ayudó a componer, tema que finalizaron haciendo un breve guiño a Killing in the Name de R.A.T.M.

Así, alternaron idas y venidas del vocalista, con la tranquila Rise para bajar revoluciones entre medias y En Route to Mayhem para volver a sonar a todo gas. Sorprende y decepciona un poco que para Rise no contasen con la participación de Simone Simons, que es quien la interpreta en la última versión del tema en estudio y así lo han venido haciendo en muchas fechas de la gira, al igual que la recíproca colaboración de los tres violonchelistas interpretando Rivers durante el concierto de Epica que tampoco pudimos disfrutar en Murcia, ni al parecer en ninguna de las fechas en España. Será cuestión de logística en el escenario o duración de setlist.

Tras I don’t care, otro de los temas que cantó Franky y que en disco interpreta Adam Gontier (ex de Three Days Grace), que a pesar de sonar bien también me sigue pareciendo vocalmente inimitable, llegó el turno de la parte final del setlit, orientada más al «pachangueo» bien entendido, es decir, las versiones. Empezaron con una emotiva Nothing Else Matters (ver vídeo en Youtube) para pasar a embrutecerse con Inquisition Symphony de Sepultura (ver vídeo en Youtube). Y ya metidos en algarabía y queriendo dar al público lo que demandaba, terminaron con Seek & Destroy de Metallica con el público jaleando para rematar la faena con el reconocible riff de Thunderstruck de AC/DC. Fin de fiesta por todo lo alto.

Pues no, aún había ganas de más por ambas partes y volvieron a salir para unos bises que fueron la apoteósica Farewell con las cuerdas a todo trapo e In the Hall of the Mountain King, pieza del S. XIX que se encargaron de convertir en puro desenfreno y descarga de las últimas gotas de sudor que les quedaban. Ahora sí, final del concierto y a casita a descansar unos y a pegarse una buena ducha otros, porque si hubo algo que no faltó en toda la noche fue movimiento y diversión arriba y abajo de las tablas. Uno de esos conciertos que una vez más me siento afortunado de poder disfrutar en mi tierra y poder contarlo aquí para ti que estás leyendo. Gracias por tu tiempo y no dejes de volver a leernos.

FOTOS APOCALYPTICA