Este año el equipo de Rock Culture hemos decidido contaros algo personal y muy importante para nosotros en conmemoración al día internacional de la música os desvelamos lo que significa para nosotros. ¿Y a vosotros que os aporta la música?

Carina:

Aún recuerdo cuando, siendo muy pequeña, me sentaba en el sofá del comedor de casa y escuchaba una y otra vez los discos en vinilo de mi padre: Rosendo, Leño, Dire Straits, Medina Azahara, Scorpions, Pink Floyd…

Si estaba en el salón, preferíamos el formato videoclip en vhs. Vídeos de Dire Straits, The Police, Pink Floyd,… por no hablar de los directos. Aquél mítico directo de Rosendo del 89 o el de Dire Straits del 83 llamado Alchemy. Son conciertos que han quedado grabados en mi memoria a fuego.

Uno de mis mejores regalos era un walkman muy colorido con dos salidas de audio, que me llevaba a todas partes. Y mi mejor regalo de reyes: una guitarra de juguete con su micrófono conectado a un altavoz que funcionaba de verdad! Aún recuerdo los conciertos que daba junto con mi hermano de un añito a la “batería”.

Más adelante, conforme iba creciendo, iría investigando por mi cuenta. Mi padre me instalaría en mi habitación el equipo de música antiguo (ya habíamos comprado uno nuevo) y yo podría escuchar lo que quisiera, siempre que se tratara de vinilo o cinta de casete. Cintas originales de Led Zeppelin, Leño o Michael Jackson amenizaban mis tardes, mientras mis amigas preferían jugar afuera. Hubo un tiempo en que escuchaba de todo un poco: rock, música dance, pop… Y llegó un canal, en mi adolescencia, que para mí marcó un antes y un después: la MTV2.

Comenzaba entonces mi andadura por aquel estilo musical guitarrero con una estética muy llamativa que coqueteaba con el rap y el hiphop: el Nü Metal. Grupos como Korn, Slipknot, Deftones, etc empezarían a llamarme la atención. Y comenzaría a comprar compulsivamente revistas de Metal como la Metal Hammer o la Heavy Rock por lo que mis gustos musicales empezarían a ampliarse exponencialmente, y a oscurecerse.

Lacuna Coil y Within Temptation harían su aparición estelar en el momento preciso, dándole el relevo a Cradle of Filth, Dimmu Borgir y Moonspell que también harían acto de presencia y resonarían en las paredes de mi habitación durante muchos años.

Más adelante descubriría estilos más extremos y oscuros: me dejaría llevar por nuevos descubrimientos de grupos de Black y Death Metal: Mayhem, Deicide, Cannibal Corpse… Hasta hoy.

La música siempre ha sido mi válvula de escape: si algo me preocupaba de pequeña, si estaba pasando por un momento complicado de adolescente, si hay días que no encuentro fuerzas para levantarme de adulta… Diariamente, la música se ha convertido en mi dosis de fuerza y en el conductor de mis pensamientos, frustraciones y reflexiones. No hay día que pase que no escuche aunque sólo sea un poquito, aunque sólo sea un ratito. Los auriculares han pasado a ser mi mayor arma para enfrentarme al día a día. Y espero seguir descubriendo nuevas sensaciones y sonidos que me eleven un poquitín de mi realidad y me acompañen en mi viaje a modo de banda sonora.

Sergio:

La música como para la mayoría de gente que está en este mundillo es de las cosas más importantes que me han pasado en la vida, le he dedicado y dedico muchas horas de mi vida de una forma u otra y me ha acompañado y ayudado a que todo sea más fácil o más divertido. El origen de todo esto diría que fue con Fito sonando en casa, en la radio, es la primera música que me gustó de forma consciente y con el tiempo empecé con lo más mítico del rock y me enganché muchísimo a AC/DC y empecé a devorar música, me fascinaba conocer música nueva, los detalles de todo… y entonces fue cando descubrí a Three Days Grace grupo que durante muchos años fue mi favorito, creo que son de los artistas que mas canciones me se de memoria… más tarde descubrí a mis queridísimos Killswitch Engage y me metí más en el metal pesado, la cosa es que acabé tan metido en el tema que se me cruzó entre ceja y ceja que quería tocar la guitarra y tuve la suerte de que mis amigos me regalaron una por mi cumpleaños y eso ya fue otra liga. Poder entender la música era increíble, todo un mundo se abrió ante mis ojos y se convirtió en una válvula de escape, aún recuerdo la primera vez que toqué algo de Metallica medianamente bien y me puse super contento. Con el tiempo tuve mi primer grupo (Cacha Durmida, el mejor nombre de la historia) y comprendí lo único y bonito que es compartir esto con alguien, soltarlo todo y que la cosa fluya… desde entonces han pasado muchas cosas pero aún a día de hoy me lo paso con un enano en un local con mis amigos, da igual lo que pase haciendo esto soy feliz de verdad y aunque simplemente se quede en eso nunca dejaré de hacerlo porque hace que mi vida sea mejor, aunque ahora estoy cumpliendo el sueño de grabar mi propia música y es genial poder congelar un momento así para el recuerdo.

Además me ha permitido vivir noches increíbles como aquella noche en La Maleta cuando iba ver a Playa Desmayo, Nogato y Wasted Wiltons pero nos echó la policía y acabamos viendo un acústico en una asociación cultural okupa, o cuando vi a Tom Morello por primera vez y me faltan palabras para describir lo increíble que me pareció… hay muchas historias que contar y todas la atesoro con gran felicidad. Otra de las grandes cosas que me llevo es estar en Rock Culture y tener un espacio donde contar mis desvaríos musicales y compartir un poco todo esto que tanto amo. El mundo de la música es mágico y tiene mucho que aportar para que todo sea un poco mejor y eso con todo lo malo que hay por ahí es mucho.

Luis:

La Música es un  elemento fundamental en la vida de muchas personas entre las que no solo me siento incluido sino partícipe de ello. Desde que tengo uso de razón va unida y ligada  a momentos y circunstancias cruciales de ella. Es difícil no relacionar emociones y momentos a una canción o canciones que lo reflejen. Los seres humanos desprendemos sentimientos que nos llevan desde la euforia más exacerbada a la depresión más profunda. La música es muchas veces ese oasis al que nos aferramos para sacar de nuestro interior lo mejor y peor de nosotros mismos. Por todo ello celebremos que la Música existe y que sin duda nos ayudará siempre a tener algo que nos acompañe para siempre.

Melanie:

La música para mi ha sido una salvación, todos sabemos que la adolescencia es una época complicada, entre mis primeros recuerdos está el haber descubierto Mago de Oz, lo que me llevó a seguir queriendo descubrir diferentes estilos y ahí apareció el grupo que me ayudaría a sobrellevar esos años tan complicados y que definiría mi personalidad, My Chemical Romance. 

Quizá suene a cliché ya que es la mítica emo band que todos escuchamos en la época pero ellos y su estilo me ayudaron a salir del pozo en muchas ocasiones y a no tener miedo a ser diferente. Años más tarde llegó el concierto que marcó un antes y un después en mi vida Bleed From Within me hicieron descubrir que la fotografía musical iba a ser una de mis grandes pasiones, a día de hoy sigo recordando ese concierto con gran cariño. Sin duda la música es un elemento muy importante en mi vida, me ayuda en el día a día a sobrellevar los malos momentos y a celebrar los buenos, y es algo que me une a personas muy importantes como al equipo de Rock Culture o a mi pareja, el descubrir un tema o una banda nueva y poder compartirlo con gente que quieres, que te recuerde a ellos y te evoque momentos concretos, no hay nada igual.

Sebas :

Cuando era un muchachito recibí, de mano de mi padre, un par de auriculares, estéreo, Aiwa… de segunda mano… En casa nunca sobró de nada, pero siempre tenía un libro a mano y muchos cuidados. A veces los gritos o la TV me impedían concentrarme y leer, o escribir.
Esos auriculares Aiwa fueron una puerta a otro mundo… Estaba con mi familia, mayormente por voluntad propia, pero escuchaba Queen, Madonna… Tears for Fears, Depeche Mode… todo en una misma emisora. Y, mal que mal, todavía era capaz de ser parte del mundo de mi casa.

De pronto alguien en la radio dice, con una profunda voz podrida, «¡Bastardos, esto es Motorhead, con Mean Machine!» Y comenzó a sonar «eso»…
El resto está algo borroso.

Recuerdo esta «shitlist» de eventos anacrónicos:
-Mi shock de escuchar en un Medio Público el término «Bastardo». 1987 era un año de relativa libertad.
-Mi madre señalando con el dedo a la gata, pero su voz era la de Lemmy.
-Mi visión periférica alterada por un  impresionante movimiento involuntario pendular.
-Que había descubierto LA MÚSICA que me gustaba.
-Recuerdo un bofetón de mi Madre diciéndome «¿Y vos de qué te reís, a ver?
-Recuerdo mi cara de… ¿felicidad?

Lo jodido de todo eso fue… conseguir más sonidos de Motorhead… pero esa es otra historia.

Vir :

La música siempre ha sido mi equipaje en la vida desde que tengo recuerdos. Uno de los primeros es un cassette de los Rolling Stones sonando en bucle en el coche de mis padres en cada viaje. En casa de mi vecino Beetle maníaco descubrí el embrujo de los vinilos, con los que me dejaba trastear inculcándome su adicción. Mi primer concierto fue con apenas cinco años y el nítido recuerdo de la flauta travesera y la melena de José Carlos Molina de Ñu y la voz única de Sherpa de Barón Rojo lo mantengo desde entonces. La música clásica en mis sufridas clases de baile que educaron mis oídos. Desde siempre la música marcando los tiempos del ritmo de mi vida.

Antonio :

La música. Fácil de decir y difícil de interpretar. Porque como en todo, en la variedad está el gusto. Pero cuando hay algo que te invita a volar, a sentir, a disfrutar, a vivir…. Poesía pura en sus letras que hacen que vivamos en un más allá de nuestras narices, acordes mágicos que invaden nuestro interior haciendo que expresemos lo más profundo de nuestro ser, todo compenetrado al unísono para hacer arte para nuestros oídos. Cuando algo te toca, te hace sentir algo que no esperabas, te hace vivir…. Eso es la música.
P.D.: Y si es rock multiplica todo lo anterior por 666.

Álvaro :

La música es una parte importante de mi vida.
Desde pequeño me crié escuchando música con mis padres o con mi tío, un melómano con quién aprendí a valorar en la diversidad de estilos la riqueza que hay, ya sea Jazz, Blues, Rock o Heavy metal.
A raíz de entrar en la adolescencia, la música adquirió un matiz distinto, se convirtió en una vía de expresión, empecé a tocar, a componer canciones en las que contaba aquellas inquietudes que no era capaz de expresar por otras vías, empezaron los conciertos, los contactos con otras bandas, y mi admiración por esa gente que, lejos de buscar una vida «normal» creyeron en su talento y apostaron su vida por seguir su sueño, creando con muchos de ellos una buena relación de amistad.
Desde entonces me he dedicado a escuchar, apoyar, compartir música, siendo un fiel seguidor de muchas bandas, músicos y proyectos, asistiendo a muchos conciertos.
Actualmente la música para mí es como un refugio de la rutina, un rato al día dónde dejar atrás la rutina y disfrutar.