Dentro de la extensa programación de Las Noches del Botánico, en esta edición de 2023 hemos tenido la suerte de contar 2 noches seguidas con las actuaciones de Abraham Alexander y The Lumineers.

En Rock Culture pudimos acudir a la segunda y última noche que amenazaba una enérgica tormenta de verano. Os contamos a continuación como fue la velada.

Abraham Alexander

Arrancaba la noche Abraham Alexander, un proyecto minimalista con 5 músicos sobre el escenario con un marcado sonido soul.

La sencilla propuesta con guitarra y voz, sintetizadores y 3 coristas resultó efectiva, pero pecaba un poco de sencillez, echándose de menos una instrumentación más completa con bajo y batería.

Abraham alexander
El joven cantante de origen griego, ascendencia nigeriana y afincado en Estados Unidos dio un concierto elegante, donde hubo espacio a un guiño a Beethoven en Tear runs dry rollo soul, con unas interesantes líneas de bajos sintetizados que ponían de manifiesto lo que ganaría esta actuación con una banda a la vieja usanza.

Abraham Alexander

Disculpándose por su español, el cantante se mostró constantemente agradecido al público mientras iba presentando temas de su último trabajo Sea/sons publicado este mismo año como Heart of Gold cambiando la guitarra eléctrica por la acústica en alguna ocasión.

Poco a poco el escenario de Las Noches del Botánico se fue llenando bajo una lluvia que fue ganando intensidad por lo que el gris del cielo se contrarrestaba con el colorido de cientos de ponchos de colores dados por la organización, algo muy de agradecer.

Abraham Alexander Teclista

El ambiente comenzó frio con Abraham Alexander, pero cuando llegó Stay, el público allí presente ya comenzó a cantar y animarse.

Abraham Alexander acustica

El tiempo ya tocaba a su fin, así que cerró su breve actuación con un guiño a Chris Isaak, quien también pasará por este escenario, tocando Wicked Game adaptada perfectamente a su rollo soul marcándose un solo de guitarra con distorsión muy blusero para deleite del personal.

The Lumineers

Puntuales como un reloj salieron los de Denver para ofrecernos 2 horas seguidas sin interrupciones de su fusión de folk americano.
Desde el primer tema, la banda, que dispuso de un ampliado del escenario en mitad del público, aprovechó al máximo esa cercanía para sentir la cercanía de su público.

Arrancaron con Brightside con Wesley Keith Schultz y Jeremiah Caleb Fraites acercándose mientras el resto de la banda iban apareciendo.

Aprovechando la climatología, decidieron meter una referencia a Have You Ever Seen The Rain y, para cuando llegó el turno de la acamada Ho hey, la banda al completo estaba adelante rodeada de cientos de almas valientes bajo una persistente lluvia que refrescaba el caluroso ambiente de la capital.

The Lumineers

The Lumineers apuestan por un show sencillo, quizás demasiado comedido, sin espacios a la improvisación con temas coreables como A.M. Radio con unos leves arreglos al piano.
Finalmente, queda de manifiesto que la lluvia no perdona el show, pero nada detiene esto, la banda continúa con Flowers in your hair, una animada canción de reminiscencias country donde el batería Jeremiah se viene para adelante con bombo y pandereta antes de arrancar con Where we are, tema que nos presentan con la historia de un accidente y que sorprende por su envolvente piano y la presencia del contrabajo.

Mientras el gris cielo de Madrid se tornaba al crepúsculo llegó el turno para Gun song un tema que arranca Wesley en solitario y que va creciendo en intensidad siendo coreado por todo el mundo.

The Lumineers Wesley

Nuevamente con My Cell todo comenzaba a guitarra y voz, con una sencillez elegante, poco a poco se fueron sumando el piano y la percusión mientras Wesley se acerca al público bajo la lluvia demostrando que nada importa cuando te rodean centenares de fans.

Para cuando llegó Slow it down la lluvia se intensificó, pero Wesley a la guitarra y Jeremiah a la percusión se adueñaron del centro del adelanto, que se vio reforzado como un cuarteto con mandolina, contrabajo violín y guitarra al momento de cantar Charlie boy.
El cielo ya totalmente nocturno se iba iluminando por la tormenta eléctrica que cruzaba mientras sonaba Never Really Mine donde, para deleite de los presentes, el cantante se bajó entre el público saludando.

The Lumineers Jeremiah

La enérgica Gloria aparece en el escenario poniendo de manifiesto que esto parece que no tendrá un fin cercano, la gente está encantada y se nota.

Con una intro similar a Ho Hey llega el turno de Sleep on the floor mientras el cielo se ilumina a cada relámpago, pero The Lumineers siguen impasibles ante la adversidad.

Aún queda tiempo para que Ophelia llegue con intención de cautivar los corazones de un botánico entregado hasta el tuétano.

The Lumineers

Personalmente he de reconocer que me sorprendió muy gratamente la preciosa Leader of the Landside, quizás por su simplicidad efectiva que evoca a los grandes del género como Dylan o Simon & Garfunkel.

No fue hasta que llegó Birthday que no pudimos disfrutar de un mayor protagonismo en la línea de bajo, que fue como un bálsamo para los amantes de este infravalorado instrumento. La canción se crece a cada instante mientras la lluvia da una ligera tregua, la tormenta parece alejarse al Oeste y la gente lo celebra cantando al unísono en perfecta comunión.

The Lumineers Bajista

De nuevo el folk se adueña del escenario con Big Parade mientras la banda juguetea sobre el escenario, sabiendo que esta noche han conquistado esta parte de la ciudad, Wesley aprovecha para presentar a la banda y desaparecen entre aplausos.
Todos sabemos que esto no ha acabado y pedimos más, Wesley vuelve solo para cantar Long Way From Home que dedica a quienes han perdido un familiar convirtiendo este en el momento emotivo de la noche.

The Lumineers Wesley Jeremiah

Madrid decide agradecerlo e ilumina a Wesley con la luz de cientos de móviles creando un pequeño universo, brindando su luz a un tema tan sencillo como sobrecogedor.

Aparece de nuevo en escena Jeremiah para hacer a piano y voz Donna, tema en el que sutilmente la banda comienza a reaparecer.

Contrasta con el resto del show la forma en la que comienza Remington, con una batería programada que dista mucho de lo vivido, Wesley aprovechó para pasearse por el foso, mientras los músicos de la banda demuestran ser polivalentes, con la violinista al piano o el teclista a la guitarra.

Para terminar el show aparece por ahí el violín de Stubbon Love que anuncia que aún queda disfrutar del final del show y la gente lo sabe coreando junto a la banda que se acercaron de nuevo al público.

Resultaron muy amenas las cerca de 3 horas que disfrutamos entre ambas actuaciones y, tanto Abraham Alexander como The Lumineers consiguieron hacer que el público saliese calado de lluvia por fuera y de buena música en sus entrañas.