Crónica: Between the Buried and Me en Barcelona

Viernes 4 de octubre. Barcelona acoge a una de las bandas reinas del metal progresivo, tanto por trayectoria como por propia musicalidad. Los 5 genios integrantes de la banda americana Between The Buried And Me iban a descargar una muestra de su música en la capital catalana, haciendo un repaso por la mayoría de su extensa discografía (10 LPs y 1 EP, casi nada), la cual sabíamos de antemano que iba a suponer cervicales doloridas y garganta irritada los días siguientes. Procedo a contar lo allí sucedido desde mi punto de vista más personal y, procurando, profesional posible para que os hagáis una ligera idea de lo que allí aconteció.

Viajo a Barcelona para ver a mi banda de metal favorita: Between The Buried An Me. Si bien esta era la tercera vez que los veía, iba a ser esta la primera en la cual los fuese a ver con un repertorio largo compuesto de dos sets, una hora para cada uno. Me personé en la Sala Salamandra bajo un sol justiciero pero flexible a eso de las 15:30. Al llegar me encontré con Dustie Waring, guitarrista supuestamente rítmico de la banda de Carolina del Norte y le saludo. Momentos después hago lo propio con Tommy Rogers (cantante y teclista) y Dan Briggs (bajista, al que los nervios y mi pésimo inglés me permitieron pedirle una fotografía en la cual se pueden apreciar dos caras siendo achicharradas por el Sol, una de ellas feliz como nunca). Tras una larga espera y con unas cuantas charletas en la cola sobre música y fangirleos varios, entramos a la sala  y aguardamos pacientemente al comienzo del concierto, observando un merchandising precioso a la par que poco asequible para algunos.

A eso de las 20:15 comienzan las hostilidades (literalmente). Between The Buried And Me abren con una intro llamada Naked que precede a Astral Body y Lay Your Ghosts To Rest. Si alguien iba a ciegas sin escuchar a la banda, creo que este primer cuarto de hora marcó las intenciones de los americanos: metal progresivo de altísima calidad y finura mezclado con muchísima rabia transformada en death metal, pasajes increíblemente ejecutados y cambios y transiciones tan perfectos que duelen. Muchos años de conciertos y giras a sus espaldas es lo que tienen. Hacemos un viaje en el tiempo a sus tres primeros discos, puede que los más extremos en el sentido musical de la palabra; Fire For A Dry Mouth y More Of Myself To Kill nos ponían nostálgicos mientras que Alaska nos hacía perder los estribos y querer derribar la sala a cabezazos. Volvíamos a un momento más presente con la única canción que tocaron de su disco más «polémico» Coma Ecliptic: The Coma Machine. Mordecai, nos volvía a sacar el cuello de su sitio con su principio bestial y transición hermosa, a la cual precedía la bellísima Reaction para relajar el ambiente unos minutos. Terminando el primer set y de forma totalmente subjetiva, Mirrors y Obfuscation conformaron unos casi 15 minutos que van a ser inolvidables en mi vida, ya no solo por llevar ese disco pintado en la piel, sino porque nunca hubiese imaginado que pudiesen sonar tan bien en directo.

Tras unos 15 minutos de descanso en los que aprovechamos para hidratarnos (hay que beber agua, gente. El agua es buena) volvíamos a la carga. Al igual que en el primer set, Parallax II se hizo cargo de abrir la velada, ahora por segunda vez, esta vez con The Black Box, Telos y Bloom. El derroche técnico de los americanos era más que reconocido y la gente, totalmente entregada a ellos, se lo hacía notar con aplausos entre canciones y transiciones. Lo poquito que pudimos apreciar de su nuevo trabajo Automata se dejó entrever en la segunda parte de este tocando de seguidas The Proverbial Bellow, Glide y Voice of Tresspass, en la cual empezaron los pogos. No es para menos, si bien la canción derrocha originalidad desde el primer segundo se notaba que, en cuanto a sonido, los americanos dieron prioridad a estos sonidos típicos de su última etapa. Cerraron la velada la mítica Selkies, de la cual es imposible no caer enamorado a primera escucha y el final del que, quizá, sea su trabajo más mítico y reconocido: Colors; con Viridian y White Walls, un himno del progresivo que hizo las delicias de todos los que allí nos dimos cita.

A nivel técnico he de decir que el sonido iba y venía, siempre sonando la batería quizá un poquito alta de más. Como he mencionado antes, las canciones de las últimas etapas sonaban mejor que las de las más tempranas, cosa que se notó. En cuanto a los miembros he de decir que estuvieron prácticamente impecables y perfectos en ejecución, feeling y dinamismo, cosa que no es nada fácil mantener cuando llevas cerca de un mes tocando casi todas las noches un set tan largo y a ese nivel de exigencia técnica y motora. La gente estuvo muy entregada. Las primeras filas nos volvimos locas cantando, saltando y haciendo headbanging sobre la música de los chicos de Carolina del Norte. Un público 100% entregado a quien una banda de las características de Between The Buried And Me supo apreciar devolviéndonos en forma de música toda la energía y cariño que les dimos aquella noche. Como último dato, agradecer a Dustie Waring que me diese el setlist de entre tantas manos, sabiendo que fui el primero en llegar a la fila, quizá por no tener nada mejor que hacer en la ciudad condal, quizá por mero fanatismo, pero el detalle ahí está y lo guardaré siempre con el más profundo de los agradecimientos.

SETLIST:

  1. NAKED INTRO
    2. ASTRAL BODY
    3. LAY YOUR GHOSTS TO REST
    4. FIRE FOR A DRY MOUTH
    5. ALASKA
    6. MORE OF MYSELF TO KILL
    7. MORDECAI
    8. REACTION
    9. MIRRORS
    10. OBFUSCATION

  1. THE BLACK BOX
    12. TELOS
    13. BLOOM
    14. THE PROVERBIAL BELLOW
    15. GLIDE
    16. VOICE OF TRESSPASS

  1. SELKIES
    18. VIRIDIAN
    19.WHITE WALLS