Una vez más, la escena rockera volvió a demostrar su solidaridad y reivindicación acudiendo a apoyar una causa como es el homenaje a las víctimas y afectados del terrorismo del 11 de marzo.
Con motivo del XIX aniversario y dentro del programa de actividades en torno a la exposición Trazos y Puntadas para el recuerdo Canorea y Valdés participaron en un concierto homenaje.
Con una puntualidad británica a las 19 salieron Canorea, quienes vienen cosechando éxitos con propósito de enmienda como fue el llenar la moby dick hace apenas un mes.
Desde que arrancaran con Avenida del poeta o baja el arma fueron animando a un público que tenía ganas de disfrutar y la banda supo romper el hielo.
Con temas como Arlequín mostraron que son ante todo una banda de rock con actitud y presencia, con un cuidado especial en los arreglos de bajo de José Escamilla y los punteos de Javier Mansilla en temas como Vermut son de nota.
Poco a poco las canciones iban fluyendo y por allí sonaron temas más tranquilos como Prometo o la cosecha, uno de esos temas cuya letra va directa al corazón.
Víctor rindió homenaje a las víctimas y afectados con una versión acústica a guitarra y voz de Sin Correspondencia, tema que compuso en su momento con apenas 18 años y que supo adaptar para deleitar a los presentes.
La banda volvió a subirse al escenario para seguir con A la sombra del ciprés, y darnos una dosis de energía con Bala perdida y Tijera y bisturí, temas donde Emilio demuestra que es un motor de explosión a las baquetas.
Terminaron la actuación rozando la locura, uno de los singles de la banda que más éxito ha tenido.
Con un público entregado llegó el momento de Valdés.
El cuarteto ha renovado formación con la entrada de Víctor Monge a la batería, cuyo feeling con los temas quedó patente desde que arrancaran con Alza tu voz y Soltando lastre.
La banda fue recordando temas de sus 2 discos y por ahí circularon Yo solo quiero donde las guitarras de Álvaro Andreu demostraron que es un gran músico polivalente y Perdiendo el norte, canción inspirada en el 11M y que Marcelo dedicó a los presentes y a la memoria de quienes ya no están.
Tras un aplauso especialmente sentido, la banda continuó la actuación con Tu océano infinito antes de acercarse a la primera versión de la noche, una preciosa adaptación de La última montaña de Antonio Vega.
Hubo tiempo de recordar el último single publicado por Valdés, La despedida inerte antes de seguir con Fuego y Recuerdos olvidados, tema en homenaje a los afectados de Alzheimer para culminar con De Borrachera, sin duda uno de los temas donde más se notó la impecable actuación de Fernando García al bajo.
Hubo momento de que subiéramos al escenario Canorea y un servidor para darlo todo juntos cantando Maneras de Vivir, despidiendo así una velada solidaria y entrañable.
Quiero agradecer a ambas bandas su implicación con las víctimas y familiares demostrando una vez mas que el Rock n roll estará siempre ahí alzando su voz contra el horror.