Fotos: Manu Hernández
Un año más, Rock Culture nos hemos pasado por el mítico Leyendas del Rock. Se trataba en este 2017 de la doceava edición del festival, que ha ido pasando por diferentes municipios como Mazarrón o Beniel hasta asentarse desde hace varias ediciones en Villena.
La organización del festival ha sido realmente buena desde el primer día. La zona de acampada quedaba cerquísima del recinto donde estaban los conciertos, a no más de 2 o 3 minutos andando (lo cual se agradece un montón para los que acampamos), habiendo también una zona de sombra por un poco más de dinero. Las duchas quedaban también muy cerca de la zona de acampada, emplazadas estratégicamente en un pequeño recinto donde estaba el escenario en el que tocarían los grupos invitados, como Hard Love o The Great Southern – Tributo a Pantera, además de puestos de comida. Al entrar al recinto principal nos encontrábamos bastante seguridad, pero sin crear largas colas. Una vez dentro teníamos los dos escenarios principales, Azucena y De La Rosa, y un poco más adelante el Mark Reale que era un más pequeño y “acogedor”. Los escenarios estaban rodeados de puestos de comida (desde mejicana, kebab, hamburguesas…) y de merchandise. En resumidas cuentas, la organización del LEYENDAS DEL ROCK han sabido cómo crear un ambiente acogedor y seguro para hacer que los miles de asistentes que van cada año se sientan como en casa.
El festival abría sus puertas el miércoles 9 de agosto con el día “gratis” (se tuvo que cambiar a última hora a 5€ para los que no tenían abono, pero siendo gratis aún para aquellos que tenían su abono comprado). Los platos fuertes de este miércoles fueron, sin duda alguna, Angelus Apatrida y Amon Amarth. Se podía sentir ya las ganas en el ambiente cuando empezaron a dar caña los albaceteños, creándose moshpits ya desde el primer tema. El concierto transcurrió sin ninguna novedad por parte de Angelus Apatrida, pero supieron muy bien como animar al público y crear movimiento.
En cuanto a Amon Amarth, creo que todos sabemos que la mayoría de personas que asistieron sólo al día gratis fue, en gran parte, por ellos. Y es que así lo parecía también; las filas de gente acumulada frente al escenario llegaban hasta donde alcanzaba la vista y, para sumarle más fuerza al asunto abrieron el concierto con The Pursuit of Vikings. La escenografía fue brutal en todo momento, habiendo montado un decorado con motivos vikingos, mezclado con fogonazos que sumaban más epicidad al asunto. Creo que los suecos no dieron tampoco el máximo pero, sin duda alguna, fue un espectáculo digno de ver y todo el mundo quedó muy satisfecho.
Tras apenas 40 minutos de descanso, era el turno de Blind Guardian. Me sentí un tanto decepcionado al ver que no habían puesto absolutamente nada en el escenario, ni tan siquiera una bandera con el nombre del grupo, pero no puedo decir que el concierto en sí me decepcionase. Tocando temas clásicos como Welcome to Dying, Valhalla, Nightfall, Mordred’s Song y la mítica The Bard’s Song el público se volcó a cantar con ellos en todos los temas. El campo se convirtió durante casi hora y media en una gran familia disfrutando juntos de una de las bandas más emblemáticas del metal clásico. Después de Blind Guardian, y con una merecida hora de descanso que nos dimos, me acerqué a ver a Triptykon y… Madre mía. Dieron el mejor concierto del festival de este año fácilmente, y me dio muchísima lástima ver que apenas habíamos unas 100 personas en el público. Yo entiendo que fuese casi la 1 y la gente estuviese cansada porque el día había sido fuerte, pero Triptykon merecían mucho más. Con temas como Aurorae, Goetia o Tree of Suffocating Souls dejaron bien claro que a Thomas Gabriel aún le queda mucho que aportar al panorama del metal, pero aún más a sus jóvenes compañeros de banda que fueron una presencia de un enorme peso durante todo el directo. Los tempos lentos y la iluminación encajaron como un guante en aquella hora, dejándonos con ganas de que se hubiesen extendido otra hora más.
Finalmente el jueves acabó con Noctem, blackened death nacional, que tocaron canciones de su último álbum, y también A Cruce Salus, tema que mostraron por facebook hace unos meses a modo de single. Quien haya visto a Noctem en directo ya se imagina el concierto, que fue realmente espectacular pero, tristemente, el público no acompañó tanto.
Sábado, último día del festival, comenzó para mí con Vreid, banda formada a partir de los restos de los míticos Windir tras la muerte del cantante. Me esperé más por su parte, aunque tampoco terminé decepcionado, pero lo que sí que pude sacar en claro es que no puedes meter a una banda de black metal a las 6 de la tarde en pleno verano; no pega. Me acerqué a ver Moonsorrow en lugar de Rhapsody, y me resultó una gran elección. Los fineses tenían un sonido súper pulido y nítido, e hicieron un directo impresionante que dejó a más de uno con la boca abierta (yo me incluyo). Tras un poco de pagan eché hacia Sabaton para echar un ojo (y oído) a sabiendas de que la banda es conocida por tener un buen directo. Quedé bastante satisfecho con lo que pude escuchar y ver, como ellos dijeron “temas nuevos, temas viejos y alguna sorpresa”. La escenografía estaba muy cuidada, al nivel de Amon Amarth, y el espectáculo no defraudó. En este momento tendría que haber tomado una decisión al respecto de si quería ver Nervosa o Bloodbath, pues los horarios coincidían, y muy probablemente habría ido a Bloodbath, lo cual mirándolo ahora habría sido un gran error. Hubo suerte de que la banda de death tuvo ciertos problemas con el aeropuerto y los cambiaron a última hora (3:30 de la mañana), permitiéndome ir a ver a Nervosa sin problema alguno. El trío brasileño de thrash se colocaron en mi top 3 de mejores conciertos, junto con Triptykon y Aborted (quizá por delante de Aborted, incluso). Las voces de Fernanda y Prika sonaban desgarradoras y agresivas como ninguna, respaldadas por una instrumental bastísima. La actitud, manera de moverse y carisma del trío resultó en moshpits y circlepits constantes, pudiendo apreciarse la sensación de comodidad de Nervosa sobre los escenarios y su nivel técnico aún sin pararse un segundo. Para cerrar esta doceava edición del LEYENDAS DEL ROCK llegaron Bloodbath, con un par de horas de retraso por problemas en el aeropuerto. Desde el primer minuto se pudo apreciar que la banda estaba visiblemente molesta por los contratiempos, lo cual me pareció fatal por su parte, puesto que ni el público ni la organización del festival (que les hicieron el favor de cambiarles la hora en el último momento) tenían culpa alguna. De manera muy seca por parte del vocal las canciones se sucedían una tras otra sin pena ni gloria; entendemos que has tenido un mal día pero estás tocando frente a tus FANS, un escenario lleno de gente que se ha quedado hasta las 3:30 de la madrugada sólo para veros.
LEYENDAS DEL ROCK ha traído artistas enormes de talla nacional e internacional, con una organización genial. Esta edición ha sido solemne y me ha dado algunos de los mejores conciertos de mi vida, y no puedo más que agradecer todo el trabajo que lleva detrás y a aquellas personas que se han ido esforzando año tras año para que el festival crezca y llegar a donde estamos. Y cada año creciendo un poquito más.
Y, antes de terminar esto… Echad un ojo a las confirmaciones del LEYENDAS DEL ROCK para 2018, que el cartel ya promete.