Evento: Rock Imperium Festival 2024

Recinto: Parque El Batel Cartagena 
Fecha: Sábado 22 de junio de 2024 
Promotor: Rock Beasts | Madness Live! 
Crónica y vídeo: Luis Rey y Manu Hernández 
Foto: Manu Hernández y Alfonso Rock Culture 
para Rock Imperium Festival

En la crónica del viernes hablábamos de la apuesta por la variedad de géneros musicales en el cartel del festival, especialmente ese día. El sábado era el turno de la variedad de género de l@s músic@s. En la última jornada destacó la cantidad de bandas con mujeres en su formación, algunas de ellas compuestas íntegramente por componentes femeninas. La variedad de propuestas sonoras tampoco dejó que desear y el festival, sin tener un gran cabeza de cartel llamativo, volvió a reunir a muchos fans de la buena música llegados desde diversas partes del mundo. El clima siguió caluroso especialmente en las primeras horas, y para cerrar la jornada en los escenarios principales había dos nombres en esencia y desempeño muy diferentes. El cabeza de cartel era el divo Yngwie J. Malmsteen, quien acostumbra a polarizar opiniones en torno a su figura y en Cartagena no iba a ser menos. Por suerte para el festival, el fin de fiesta lo pusieron The Darkness, que nunca decepcionan y si de algo saben es de ganarse al público, y en el tercer escenario unos currantes del Thrash Metal como Injector que congregaron a sus incondicionales.

Crónica Rock Imperium 2024 | Sábado 22

En esta jornada de sábado todavía quedaban bastantes bandas marcadas en el diario de a bordo. Una de ellas eran The Last Internationale que arrancaron la jornada a las 14.30 horas de la tarde. El combo norteamericano se presentaba como una de las rarezas en el cartel de este año porque no son una banda de Metal sino Rock´n Roll sin etiquetas.

Liderados por la carismática Delilla Paz (de raíces portorriqueñas) y el guitarrista Edgey Pires nos ofrecieron un directo completamente incendiario donde lo dieron todo en el escenario. Son conocidos por ser una banda de ideas políticas muy reivindicativas y así pudimos ver cómo la bandera palestina lucía encima de sus amplificadores.

Arrancaron con una tremenda versión del Kick Out The Jams de Mc5 donde ya pudimos predecir lo que se nos venía encima. Pese a que la afluencia de público a esa hora frente al escenario Cartagena Stage no llegaba a un par de cientos de personas la banda pisó el acelerador y se entregó a tope como si en ello la vida se les fuese.

Con un set corto pero efectivo donde tuvimos Soul, Blues y mucho Rock potente, nos entregaron grandes momentos con canciones como Life, Liberty, and the Pursuit of Indian Blood, 1984, la vibrante Soul On Fire, la siempre fantástica Wanted Man y el cierre con las potentes Hard Times y 1968.

Delilla bajó a cantar delante de las vallas y se metió entre el público conectando con todos y demostrando que su liderazgo y actitud son todo en uno. En definitiva un show que dejaba el listón muy alto desde primera hora.

Por su parte, en el escenario Festivales de Murcia Stage, tralla buena desde Cartagena con Vatican Spectrum, banda que ha empezado a moverse más durante los 3 o 4 últimos años y a la que caracteriza su sonido a caballo entre el Thrash Metal y el Groove Metal.

Por primera vez pudieron presentar su último disco Ave Satan (2022) en un gran festival y se nota que lo disfrutaron enormemente con sus seguidores más fieles y aquellos que buscaban una alternativa más fiera al Rock que sonaba en el recinto principal.

De vuelta al Estrella de Levante Stage para ver como la banda femenina Cobra Spell desarrollaron su potente propuesta de Heavy Metal clásico también a muy temprana hora. La banda liderada por la guitarrista Sonia Anubis (ex-Burning Witches y Crypta) y con la barcelonesa Kris Vega al frente pletórica de voz y actitud nos entregaron grandes canciones como la conocida The Devil Inside Of Me, Bad Girl Crew o la potente y pegadiza S.E.X.

Pese a ser una banda que es como una Torre De Babel en cuanto a nacionalidades de sus componentes al final lo que habla es la música y si la calidad está ahí no hacen falta ni mil palabras más. Un concierto en definitiva potente y sobrio donde no faltaron en la traca final Poison Bites y la Addicted to the Night para dejar el pabellón del Metal Femenino por las nubes.

Volvimos a subir al tercer escenario para ver a los murcianos Darknoise celebrar su 20 aniversario en el marco de un gran festival en casa.

Jesús Maciá, miembro fundador, y los suyos tuvieron que improvisar la baja de última hora de su guitarrista David, por motivos de salud, y gracias a un ex-miembro como Alberto, pudieron salvar el match-ball aprendiendo éste último los temas más reciente en tiempo récord.

Una banda que puso la nota de Metal alternativo melódico en castellano, que no abunda en la oferta del festival, y que dejó muy buen sabor de boca gracias a temas potentes y muy coreables como Cada Segundo, además de otros habituales dentro de su discografía, que cuenta como último trabajo el EP Humanno, publicado en 2022.

En las antípodas, casi en todos los sentidos, tuvimos la privilegiada ocasión de ver en España en concierto al combo de féminas japonés Lovebites, quienes eran también sin duda una de las curiosidades del cartel de esta última jornada.

Ataviadas de riguroso color blanco y como salidas de un cómic de género Manga saltaron al Cartagena Stage a poner de manifiesto que no venían a pasar trámite sino a crearse adeptos y nuevos fans para su propuesta.

Temas acelerados y tocados con precisión quirúrgica como el arranque con The Hammer of Wrath donde su vocalista Asami demostró que esos agudos que desarrolló durante toda la actuación no fueron ni medio normales. Más canciones poderosas como ShadowmakerDon´t Bite The Dust o la trepidante Holy War con la que cerraron un buen show. Los fans del Power Metal tienen un nuevo referente en el país nipón y se llaman Lovebites.

Más protagonismo femenino con la banda portuguesa Glasya. La formación de Metal Sinfónico, que cuenta con la vocalista Eduarda Soeiro al frente, descargaron su sonido denso, en la línea de bandas como Epica o Nightwish, en el tercer escenario.

Estuve brevemente y sonaron bastante correctos, con un sonido que a veces tenía melodías orientales, y algunos detalles estéticos en esa línea.

Presentaron su último trabajo Attarghan, desplegando su propuesta cinemática, ya que intercalan pequeños pasajes narrativos como si se tratara de una película y su banda sonora.

Los Noruegos Spidergawd fueron el siguiente punto del día a repasar ya que nos llegaban muy buenas referencias de ellos y a pesar de que el calor y la fatiga después de tantos días de festival ya hacían mella en casi todos no pudimos resistir la tentación de disfrutar su show en el escenario Estrella de Levante Stage.

Una de sus peculiaridades es que llevan un saxofonista como pieza distintiva en el sonido de la banda y con ello su música alcanza unos matices que los diferencia del resto de manera notable.

No les acompañó demasiado el sonido a lo largo de la actuación desde el arranque con The Tower, Your Heritage y At Rainbows End. La banda no consiguió conectar demasiado con la audiencia pese a que su entrega quedó a prueba de toda duda. Podemos señalar que en ese momento la temperatura ambiente era muy elevada y la gente buscaba como loca refugiarse en las zonas de sombra del recinto. Continuaron la actuación con buenas canciones como Afterburner o Sands of Time donde la audiencia pareció reaccionar más positivamente. Los noruegos dejaron pinceladas de Rock Progresivo e incluso pasajes de Jazz y algo de Psicodelia en su puesta en escena que convenció a algunos y probablemente pasó de largo para otros.

Hicimos una parada en boxes para reponer fuerzas, sacrificando el concierto de Holycide en el tercer escenario. Hubiera sido divertido ver al viejo proyecto de un crack como es Dave Rotten de AVULSED, pero preferimos quedarnos a ver a los Británicos Green Lung, quienes nos martillearon con su Stoner Rock con tintes de Doom desde el escenario Cartagena Stage liderados por un joven buen vocalista que es Tom Templar.

Solucionados en parte los problemas de sonido que tuvieron a lo largo del show nos presentaron canciones de su nuevo álbum de estudio llamado de The Heathen Land. Arrancaron con The Forest Church y con una potente Maxine (Witch Queen) donde el sonido de los teclados envuelve todo el tema y nos transporta a matices añejos. Mountain Throne de su nuevo trabajo también dio un potente guiño a la contundencia y a la influencia de los padres de todo esto (Black Sabbath, Pentagram o Blue Cheer) con canciones como Old Gods o Graveyard Sun.

Ya que era su primera actuación en un Festival esperamos que se animen a continuar en el circuito y podamos volver a verlos con más frecuencia en nuestro país.

 

Los polacos Riverside son una banda de clara etiqueta de Rock Progresivo y pusieron con su virtuosismo otra nota diferente en el cartel de esta última jornada.
Desarrollos instrumentales en sus canciones donde la calidad de los músicos es un reclamo suficiente para mostrarles la atención que merecen.

Temas como Panic Room, Big Tech Brother, la jazzística y profunda Left Out con esos cambios vocales apoyados en los teclados y la pegadiza Friend or Foe? con la que cerraron y que encierra matices de tecno de los 80. Sinceramente pienso que son una gran banda pero a esa hora y en un gran festival deslucen en parte su propuesta.

Tras la tranquilidad y pausa en la ejecución musical de los polacos, llegó un torbellino en forma de Heavy Metal de vieja escuela con Riot City en el Festivales de Murcia Stage.

Ni más ni menos que desde Canadá se presentaba el joven quinteto, con una velocidad y energía que explicaba la cantidad de público que se agolpaba allí desde antes del comienzo el concierto. Una vez que este arrancó, metieron la quinta marcha y no pararon hasta dejar muchas cervicales ya para el arrastre.

El dúo de guitarras afiladas se alternaba por el escenario con su vocalista y su bajista, en ese ritual que, no por repetir patrones de los 80, deja de gustarnos. Y es que se agradece, tanto a nivel fotográfico como desde el punto de vista del público, cuando una banda además de sonar bien, lo da todo hasta la última gota de sudor.

Gran concierto y una de las sorpresas que me llevo del festival, a quienes escucharé con calma en estos días.

El primer asalto de gran afluencia de público lo puso Doro en su segunda visita al festival, ahora frente a su legado liderando a la banda alemana Warlock.

Con un montaje en el fondo del escenario Cartagena Stage donde veíamos la portada de su aclamado album Triumph and Agony y el aliciente de ver a Tommy Bolan, guitarrista con el que grabó tan importante eslabón en la cadena de su exitosa carrera.

Arrancaron con todo un arsenal de clásicos compuesto por I Rule The Ruins, Earthshaker Rock, East Meets West donde la gente no paraba de corear arengados como siempre por la pequeña gran Metal Queen. Burning The Witches fue la siguiente en sonar y que dio título a su primer álbum donde se dio a conocer en el mundillo del Rock seguida de la siempre efectiva Fight For Rock.

También tuvimos tiempo para sorpresas como la inclusión en el setlist de canciones menos habituales como Three minutes Warning, Evil o Metal Racer, sin olvidar sus grandes clásicos como Time for Justice, Für Immer, True as Steel o el himno inmortal tantas veces coreado (esta no fue menos) All We are.

Una versión a modo de homenaje a sus grandes referentes como es el Breaking the Law de Judas Priest y los bises con Metal Tango y All For Metal. Un gran concierto que fue despedido con una sonora ovación con el sonido por altavoces de otra canción de Priest que la gran Doro coreó desde el escenario y que es Living After Midnight.Por algo es una leyenda del Rock conocida por su cercanía con todos los fans.

Al mismo tiempo, una de las bandas más esperadas por algunos en el festival, actuó en el tercer escenario. Textures, la banda holandesa de Metal Progresivo/Djent, que se había disuelto en 2017, regresó a los escenarios a finales del año pasado y pasaron por el Rock Imperium con una energía y vitalidad que seguramente sació las expectativas de los fans de un género con escasa presencia en el festival.

Después de siete años de silencio, tenían el arsenal bien cargado a modo de setlist que abarcó lo mejor de su discografía, incluyendo álbumes icónicos como Polars, Silhouettes y Phenotype.

Clásicos como Awake, Laments of an Icarus y New Horizons, sonaron poderosamente entre fuertes luces y humo, acentuando por momentos el caos lógico de su propuesta musical. Muy técnicos en todo momento, parecía que volvía a haber química entre los miembros de la banda, que ya se sabe que siempre queda ese recelo tras las separaciones.

La precisión y la complejidad de las guitarras de Joe Tal y Bart Hennephof se combinaron perfectamente con la batería implacable de Stef Broks, creando un tapiz sonoro intrincado y envolvente. La voz de Daniel de Jongh, tanto en sus registros melódicos como en los guturales, se mantuvo impecable a lo largo del concierto, destacándose especialmente en temas como Reaching Home.

El entusiasmo del público generó algunos moshpit, que tanto se agradecen en los conciertos de este tipo de bandas, a veces de compleja estructura musical que deja un poco contemplativos a los asistentes.

En resumen, gran concierto para acercarse a la recta final de la noche y del festival, con una demostración innegable de que esta legendaria banda en su género ha vuelto en plena forma.

El turno de otro de los cabezas del día era para el sueco Yngwie J. Malmsteen. Venerado por muchos y defenestrado por otros tantos, sus conciertos no pasan desapercibidos para nadie. Un músico que vive en su propia burbuja musical creada por el sonido característico de las mil notas que es capaz de sacar de su guitarra sin apenas despeinarse.

Estamos completamente seguros que los fans del músico babearon con su show ofrecido en el escenario Estrella de Levante Stage, pero los que no conectan con su propuesta actual debieron pasar un trago algo infame si no disfrutan con lo que ofrece actualmente.

En el pasado siempre contó con excelentes vocalistas en sus actuaciones pero no sabemos a ciencia cierta si por motivos de ego ha prescindido definitivamente de ellos o porque siente que el protagonismo es él y su guitarra.

La actuación se puede resumir en que enlazó de manera casi frenética una canción con otra y pese a contar con muy buenos músicos con él en el escenario permanecen en un segundo plano, como demuestra el detalle de que se ubiquen todos en un lateral, dejando la mayor parte del escenario para la exhibición del guitar hero.

Arrancó con el clásico Rising Force que fue enlazando con Top Down Foot Down y No Rest For The Wicked. Pudimos escucharlo cantar en Soldier y continuar la furia de nota tras nota con Into Valhalla o Relentless Fury. También sonaron fragmentadas muchas otras canciones como Wolves at The Door o Far Beyond The Sun.

Un guiño al Smoke On the Water de su venerado Blackmore y al Red House de Hendrix dejando claro que es un divo pero tiene grabados a fuego a sus referentes.

Para cerrar el show (que al final acortó en unos 20 minutos, habiendo comenzado más tarde de lo programado) la canción Black Star, cuyo solo eternizó de nuevo. Genio y figura que no dudó en echar del foso a todos los fotógrafos, tanto de prensa como de la propia organización del festival a los 20 segundos de comenzar su concierto.

Los británicos Carcass ponían al servicio del personal un arsenal de contundencia sonora brutal en el tercer escenario coincidiendo con la descarga del sueco en uno de los escenarios principales.

Sonaron como una auténtica apisonadora y no hicieron prisioneros en una descarga llena de fiereza y adrenalina de principio a fin. Liderados por el cantante y bajista Jeff Walker fueron desgranando una pieza tras otra de su dilatada carrera como Buried Dreams con la que arrancaron, Incarnated Solvent Abuse, The Mortal Coil, Ruptured in Purulence/Heartwok donde la banda se notaba muy a gusto en el escenario congregando tan numeroso como entregado público en el que no faltaron algunos pogos en las primeras filas.

El fin de fiesta lo pusieron tres bises con Genital Grinder, Pyosisified (Rotten to the Gore) y Exume to Consume donde las sonrisas en el rostro de los componentes del grupo denotaron un profundo agradecimiento y satisfacción de un concierto lleno de magia y buen hacer.

Para cerrar esta tercera edición del Rock Imperium 2024 en el escenario Cartagena Stage era el turno de los británicos The Darkness. Una banda joven pero que ya llevan 20 años entre nosotros desde que publicaron su album debut Permission To Land.

Siempre han tenido la fama de ser una banda de grandes directos por la energía que atesoran sobre el escenario y sin duda cumplieron con creces las expectativas.

Comandados por la dupla a las guitarras de los hermanos Hawkins y la sobriedad al bajo del peculiar Frankie Poullain y batería de Rufus Taylor (hijo de Roger Taylor de Queen) dieron rienda suelta a todos esos temas que se han convertido en clásicos como Black Shuck, Growing On Me, Get your Hands off my Woman o Givin’ Up.

La banda sonó muy compacta y aunque casi todas las miradas se las lleva su frontman Justin por su formidable y espectacular puesta en escena el resto no le va a la zaga.

Siguieron desgranando todo el set mostrándose muy cercanos y simpáticos con el público dejando algún chascarrillo en el idioma de Cervantes.

Tras la emotiva Love is only a Feeling y las pegadizas Stuck in a Rut y Solid Gold, en la parte final sonaron Japanese Prisoner of Love, una electrizante versión del Inmigrant Song de Led Zeppelin tocada parcialmente para engancharla con su superhit I Belive in a Thing Called Love coreada con júbilo por las gargantas de un público muy entregado.

Para terminar Christmas Time (Don’t let the Bells End) y la guinda con Love in The Rocks with no Ice. La banda se despidió de todos mientras sonaba The Time of My Life conocida por aparecer en la banda sonora del film Dirty Dancing.

Aunque nos hubiera gustado estar un rato despidiendo el tercer escenario junto a nuestros hermanos cartageneros Injector, no quedaban fuerzas para volver a hacer ese camino hacia la parte alta del recinto. Nos quedamos allí, frente al final del show de The Darkness, mientras veíamos muchas sonrisas y satisfacción por estos cuatros grandes días de Festival vividos en Cartagena.

Estamos seguros de que los muchos valientes que se acercaron hasta el Festivales de Murcia Stage, gozaron hasta la última gota otro magnífico concierto de Injector, quienes ya estuvieron en la primera edición del festival y salvaron a última hora la cancelación de unos clásicos del Thrash como Tankard. Desde aquí les enviamos un abrazo y la enhorabuena por ser una de las mejores bandas nacionales de su género. Esperamos verles pronto encima de un escenario.

Y con estas palabras cerramos este repaso a la tercera edición del Rock Imperium Festival que, con unas cifras de asitencia de unos 50.000 asistentes a lo largo de los 4 días, una vez más ha dejado muchísimos elogios hacia la organización por parte de los asistentes y satisfacción general con las bandas que han pasado por sus escenarios.

Tras la finalización se anunció ya la cuarta edición, que tendrá lugar también en Cartagena, suponemos que en el mismo recinto, durante los días 26 al 29 de junio de 2025.

Los primeros abonos ya están a la venta. Más información aquí:

https://www.rockculture.es/rock-imperium-2025-primeros-abonos-ya-a-la-venta/