La presentación del cuarto disco de los madrileños fue el detonante para una noche de rock de vértigo.
Se notaba que Madrid echaba de menos a Whisky Caravan, una banda que merece llegar tan alto como quieran soñar y pudimos disfrutar de la presentación de Imaginaciones en la Sala Mon de Madrid.
El concierto lo abrieron los gallegos Mar de Fondo, una banda que ya tiene tablas y que están moviendo su tercer disco 38 pasos.
La formación liderada por Jesús Suárez a la voz tienen una propuesta interesante y su potencial es innegable, pero quizás fue el estatismo de la banda, lo que hizo que costase caldear el ambiente de la sala.
Arrancaron con 38 Pasos y poco a poco fueron desgranando temas como Cicatrices, o Mientras Duermes donde destacan los ricos teclados de Daniel.
Destaca la calidad de sus componentes en temas como Eterno, donde rozan el metal progresivo con complejas líneas de bajo, obra de Alex Rapitis y las guitarras de Miguel Thomas o la curiosa Paralelos divergentes.
Cerraron un breve show con Crisis de Fe, Vacío y Mar de fondo, temas que, en sus versiones grabadas cuentan con las colaboraciones de Kutxi Romero, Fernando Madina y El Drogas.
Tras los gallegos y con una puntualidad sincronizada, fue el turno de Whisky Caravan quienes arrancaron con energía con Imaginaciones, dispuestos a comerse el escenario y del tirón llevarlo desmontarlo hasta convertirlo en escombros, con una rica línea de bajo perfectamente interpretada por Josete, nuevo fichaje de la banda.
Agradecieron a su público que no fallase y volvieran a llenar la sala y arrancaron con Días de Niebla.
Después, continuaron presentando temas del nuevo disco como Larga Carretera mientras alternaron para volver a hacernos volar con sus Aviones, tema coreado por toda la sala.
Con el riff de Algo que Creer repartido entre Alberto y Víctor Fraile quedó claro que este disco viene dando fuerte, mostrando cierto continuismo con sus predecesores, pero con matices que lo hacen especial.
Bajaron revoluciones con el tema Vidas de un solo tren antes de llegar a la cuidada Gigantes, donde Víctor comenzó a dar rienda suelta a los teclados.
Como colaboración y que aportó unas segundas voces muy enriquecedoras llegó Emi, vocalista de Lavida dando un matiz singular a La Guerra contra el resto.
De nuevo el dúo de guitarras que forman Víctor y Alberto nos acercaron a No dejes que me lleven y nos encogieron en corazón con la preciosa balada La última luz, donde Víctor se ganó al público al piano.
Con A Salvo en el dolor volvimos a recuperar la energía que desprenden cuando se ponen duros antes de tocar una nueva versión de Aquí y Ahora que sorprendió a los presentes antes de llegar al tema que da nombre a su gira Los últimos en Pie.
El show iba acercándose a su fin con temas como Quiero, somos más y Las últimas piezas, seguida de Enemigos, y un cierre con Naufragio y un guiño a los fans con Sombrero.
La gira va a seguir recorriendo la geografía española y, según parece, Whisky Caravan tiene pinta de que van a ser los últimos en pie, seguiremos vuestros pasos desde aquí.