Llegamos a la última jornada de esta edición del Leyendas del Rock.
Desde primera hora ya teníamos bandas interesantes a las que asistir. Por un lado nos fuimos a presenciar el estreno en directo –sí, primer concierto en su historia como banda – de Reveal, proyecto que nace de la mano de Tino Hevia, guitarra fundador de relevantes bandas de power/metal sinfónico nacionales como Nörthwind y Darksun. Un proyecto nacido desde el estudio y sin más pretensiones que componer y grabar un disco, Timeline (2018) que finalmente no se ha resistido a presentar en directo, y tras recibir algunas ofertas cerraron su participación en el festival como debut de lujo. La banda la componen el propio Tino a la guitarra, otros miembros de Darksun como David Figuer (guitarra), Dani Cabal (batería), Elena Pinto (teclados), junto a Jorge Ruiz (ex Teksuo) y al micro el famoso youtuber sueco Rob Lundgren, que sin duda era la atracción para muchos por su ya conocida capacidad vocal. La pena fue que por ser el último día y primera hora con el calor que estaba cayendo, fueron pocos los asistentes al concierto, la mayoría de ellos sentados en la grada del Mark Reale, lo que para nada impidió que la banda disfrutase al máximo y nos ofreciese un metal melódico de calidad, alejado de las composiciones más elaboradas de las bandas anteriores de Tino pero de buena factura y efectividad, disfrutando de un buen sonido. Los temas elegidos para el concierto, todos de su álbum de estreno fueron entre otros Reveal, Dark Angels, Timeline,This Truth in Your Eyes, 300 (inspirada en la épica película) y Undercontrol (vídeo), teniendo como anécdota en este último el hecho de que Rob lo retransmitiese en directo para facebook con su smartphone en mano y posteriormente editase su vídeo y el nuestro para publicarlo en su canal de Youtube, quedando curioso el resultado y un buen recuerdo de su primer concierto con Reveal.
Nocturnal Rites, venidos desde Suecia con mucho power metal abriendo esta última jornada, muchísima afluencia para ser las horas que eran y el calor, pero es que… buen sonido, buen directo y muchas risas viendo cómo el vocalista les bajaba el micro a sus compis de grupo para los momentos de hacer los coros. Entregados y directos, ¡una banda así merece mucho la pena verles sea la hora que sea! Shadowland, Never Again, Afterlife y Fools Never Die entre otras canciones de su setlist.
Seguimos sin parar el ritmo este último día con la banda alemana de metal que actualmente es una de las mejores propuestas dentro de la escena del metal, además de la más original de todas. Otros repetidores de festival… pero por fin en el escenario grande, que les hizo muchísima justicia y hasta se les quedaba pequeño… ¡Van Canto! Divertidos, atrevidos, presentando a nuevo vocalista en la formación y con una caña que muchos instrumentistas querrían… simplemente maravillosos, uno de los mejores directos del festival y además de los más esperados. Aparte de tocar algunas covers de bandas como Blind Guardian y Nightwissh, entre sus temas propios se encontraban If I Die In Battle, To the Mountains, To Sing a Metal Song y Unholy.
Ross The Boss, vino a dar caña y lo consiguió, aunque básicamente, a pesar de un directo sin parafernalias, sobrio y con buen sonido, era como escuchar a Manowar pero sabiendo que no eran Manowar. Aunque también pudo ser debido a que básicamente, ¡todo el setlist eran canciones de ellos! Francamente, para eso se podría habría quedado en casa… pero en fin, a los que nos gusta el buen power clásico nos moló por los sentimientos que pudo despertar de nuestra adolescencia y los inicios, pero fin. Algunos temas fueron: Blood of the Kings, Blood of My enemies, Battle Hymn y Hail and Kill.
Y tras la fuerza bruta del martillo nos citamos con unos caballeros londinenses agrupados bajo el nombre Thunder que, tras 30 años de carrera y peinando canas todos ellos, nos dieron toda una lección de saber estar encima del escenario interpretando su hard rock de manera magistral. Frente al escenario Jesús de la Rosa congregaron a bastantes seguidores pues su fama de seguir en buena forma les precede. Particularmente quedamos impresionados con la energía de su guitarra líder Luke Morley, que hizo todo lo que le dio la gana y lo pasó en grande como pocos en su profesión. Elegancia suprema en el resto de la banda y un placer comprobar cómo Danny Bowes sigue teniendo ese timbre de voz tan rockero y la vez claro y perfectamente controlado. El setlist se nos pasó volando, con clasicazos como Backstreet Symphony (vídeo), Wonder Days, River Of Pain, Higher Ground y Dirty Love, pasando por el exquisito medio tiempo de Low Life In High Places y una de las más bellas baladas compuestas en los 90 como es Love Walked In. Personalmente y a pesar de que conocía a la banda desde tiempo inmemorial era la primera vez que los veía en directo y estoy seguro de que repetiré la próxima vez que tenga oportunidad.
Otra banda tocando en casa, el Mark Reale se llenó para presenciar la actuación de la banda barcelonesa Northland y su característico folk/death melódico. Muy potentes y transmitiéndosela toda al público. Cortito pero intenso. Parte del setlist fueron The Rite, Immortal Forest Song, Where The Heroe Dies y Whispers in the Wind.
Sin movernos del escenario pequeño, llegaba el momento de Bloodbound. Y más power metal, esta vez desde Suecia. Un directo bastante soso, pero al menos lo compensaron con un sonido bastante decente y animando al público. Al vocalista lo que le falta de pelo lo compensó con los cuernecitos de demonio, muy favorecedores. War of Dragons, Moria, Dragons are Forever y Nosferatu formaron parte de su setlist.
Por fin, la indiscutible reina del Leyendas del Rock y tambén la del heavy metal, Doro Pesch volvió a Villena un año más, pero esta vez no vino ‘’sola’’, sino con una reunión muy muy muy especial de la banda Warlock, clásico entre los clásicos y con sus conocidos himnos nos conquistaron a todos, además de la imponente diosa alemana de pelo blanco y enorme sonrisa que nos cantaba con ese vozarrón celestial. De todas las edades y de los gustos más extremos a los más suaves, el recinto del polideportivo estaba reventar de gente y todos pudimos disfrutar del show ofrecido por Doro y compañía, contagiándonos de su poder sobre el escenario. Touch of Evil, Kiss of Death, Burning the Witches, All We Are y All for Metal formaron parte de un setlist brutal, que tuvo su momento emotivo con el sabor añejo de la balada ochentera Für Immer (vídeo) y que supieron cerrar muy bien con un cover del Breaking The Law de Judas Priest para goce del personal.
Desde lo más profundo y oscuro de Irlanda, llegaba la banda de blackened doom Primordial, que un poco más y creo yo que se cargaban a los técnicos de sonido, ya que el vocalista estuvo casi la mitad del concierto quejándose de los problemas que había. Pero a pesar de ello, siguieron adelante con todo y nosotros, que no entendemos mucho, lo vimos bastante bien en todo. Increíblemente pesados, pero en el buen sentido, hablando musicalmente del estilo que hacen, pero con este toque tan brutal de black metal, acompañado por el corpsepaint y el vestuario del vocalista, ¡que hasta llevaba una soga al cuello! Algunos de los temas fueron No Grave Deep Enough, As Rome Falls y Empire Falls.
Otros que repiten y que fueron la cosa más aburrida y sosa de todo el Leyendas del Rock, W.A.S.P. Clásicos entre los clásicos de su género, pero de las veces que los hemos presenciado en los últimos shows, se nota que la edad no perdona y quizá algunas otras cosas que nos abstenemos de mencionar. Que son buenos músicos y suenan bien en directo, eso es indiscutible, pero que medio setlist sean varias baladas seguidas, con menos movimiento que una piedra y que intenten salvarlo poniendo los grandes temazos al final… ¡SUSPENSO! Lo sentimos mucho, sr. Lawless, hay que saber cuándo jubilarse. Canciones dentro del setlist: L.O.V.E Machine, The Idol, Chainsaw Charlie, I Wanna Be Somebody y Wild Child.
Suerte que de ganas, actitud y energía positiva anduvieron sobrados los japoneses Gyze, que con su fast power death melodic folk metal (sí, habéis leído bien) nos pusieron las pilas en el Mark Reale. El power trío compuesto por los hermanos Shinomoto, Ryoji (guitarra y voz principal) y Shuji (batería) junto a Aruta Watanabe (bajo y coros) se presentaron con ese aura mística y sofisticada de los japoneses, con una escenografía básica compuesta por un telón con su logo y flanqueados por paneles blancos con dragones. Aunque el sonido no fue todo lo bueno que nos hubiera gustado y la banda aún parece que le falta algo para lograr sonar compacta, nos hicieron disfrutar con su entrega y decisión para ganarse a un público tan diferente del japonés. Sus pintas también ayudaron a generar simpatía y curiosidad, pues excepto al batería, había que mirarlos bien para tener claro su sexo debido a la extrema delgadez, maquillaje y pelo teñido que lucían. Respecto al setlist, destacaron Dragon Calling, Japanese Elegy, The Rising Dragon (vídeo), Final Revenge, Desire y Pirates Of Upas. Un concierto muy interesante para quienes gusten de algo exótico pero con una fuerte influencia de metal europeo.
Y por fin llegó el que consideramos plato fuerte de la noche, los finlandeses Amorphis en el escenario Azucena dieron un verdadero show de metal gótico moderno de gran factura. Con un vistoso telón de fondo y buenas luces que resaltaron la imponente presencia de la banda. Sólo podía haber sido aún mejor si su vocalista Tomi Joutsen aún luciese aquellas kilométricas rastas de antaño y su peculiar micro. Vinieron a presentar su último trabajo titulado Queen Of Time lanzado en febrero de este año. La banda posee una trayectoria musical que desde inicios de los 90 les ha llevado a evolucionar desde un death metal clásico hasta el metal gótico moderno, intenso y melódico que hacen actualmente, pasando por épocas donde la melancolía y sonidos más densos eran su seña de identidad. Con este cartel de presentación nos deleitaron con un setlist más centrado en su etapa presente, abriendo con la preciosista The Bee para dejar de primeras con la boca abierta a quienes no supieran de lo que son capaces, que dudamos fueran muchos. Siguieron en la misma línea con The Golden Elk, con Tomi alternando voces guturales con progresiones melódicas que caracterizan su estilo vocal. Más temazos épicos con Sacrifice, Silver Bride, Bad Blood, y Wrong Direction, tras las cuales hicieron una revisión a épocas más remotas con Against Widows de su álbum Elegy de 1996 y The Castaway del Tales from the Thousand Lakes (1994) para deleite de sus fans más veteranos. Tras esta visita al pasado, volvieron de lleno al Queen Of Time con una brutal Daughter Of Hate y la arabesca Death Of A King de su anterior trabajo Under The Red Cloud (2015). Con un público entregado coreando a la banda y ellos devolviendo el cariño llegó el momento de uno de sus clásicos más comerciales, House Of Sleeps, que sonó como nunca y que fue antesala de una oscura y pesada Black Winter Day de nuevo del Tales from the Thousand Lakes para dejar contentos a los seguidores de todas sus épocas. Sobresaliente concierto que se nos antojó corto, como siempre pasa cuando hay calidad a raudales.
Como una de esas duras decisiones que tienes que tomar en un festival para cubrir y al mismo tiempo disfrutar del máximo número de actuaciones, tras Amorphis tuvimos que resignarnos a prescindir del magnífico espectáculo que sabíamos, y que más tarde supimos se confirmó, iban a dar Stravaganzza en el escenario Jesús De La Rosa. Pero es que no nos queríamos perder por nada del mundo uno de los mayores bombazos de la historia del Leyendas y había que presenciarlo en primera línea de fuego.
Damas y caballeros, con todos ustedes, ¡¡Igorrr!! ….. no, nos tememos que no fue así, no hubo ninguna intro triunfal, ni redobles de tambor, ni fuego, humo y todas esas parafernalias de un megaconcierto heavy. Hablamos de que con un sobrio telón de fondo negro con el logotipo en blanco, un tipo llamado Gautier Serre estaba elevado a cierta altura en su set de DJ a la izquierda del escenario, y a la derecha el señor Sylvain Bouvier listo para aporrear con fuerza y precisión su batería respiraban hondo mientras sonaba durante 1 minuto exactamente el arpegio barroco de una guitarra acústica pregrabada. Y entonces…boom!! Electrónica pesada y una batería contundente, con guitarras metálicas también pregrabadas como caldo de cultivo loco para que saltasen al escenario sus 2 vocalistas, por un lado, la bella y espigada Laure Le Prunenec y por otro la bestia que atiende por el nombre de Laurent Lunoir, ambos animales de escenario que cada uno en su registro transmiten a la perfección el rol que el cerebro Serre les ha asignado en su particular obra de arte. Por un lado la preciosa voz lírica, en ocasiones rozando la demencia de Laure, y por otro, el grito ininteligible y tribal de Laurent al que su estética que parece sacada de la película Avatar le convierte en el elemento más bizarro –si cabe – de la banda. Volvemos a destacar el papel con las baquetas de Silvain Bouvier, pues siendo el único que toca un instrumento típico del rock lo hace con una destreza y contundencia admirable. Indescriptibles en estilo, los franceses trajeron como carta de presentación su más reciente trabajo titulado Savage Sinusoid que tanto está dando que hablar en la escena metalera. No vamos a hablar más de qué estilo hacen, ni mencionar los temas del setlist pues poco dirán a la mayoría de lectores de esta crónica, simplemente animamos a que quienes no tengan miedo a lo desconocido, a lo radicalmente nuevo, les den una escucha y sobre todo hagan por verles alguna vez en directo para entender lo que es casi imposible describir con palabras. Para ayudar, mejor os dejamos aquí con la pieza titulada Tout Petit Moineau (vídeo), a modo ilustrativo.
Y con esta salvajada que fliparon muchos más asistentes de los que esperábamos en el Mark Reale llegábamos al final de esta edición del Leyendas del Rock, pues ya no quedaban fuerzas para asistir a la despedida de mano de Lujuria. Una edición un poco repetitiva en cartel y pasada por un poquito de agua, como ya es costumbre. Con menos asistencia de la habitual, pero con la misma diversión y el mismo disfrute que año tras año. Y como no, con algunos conciertos espectaculares y otros grandes descubrimientos, que es con lo que siempre hay que quedarse. Con esto, nos despedimos hasta el siguiente y agradecemos a la organización las facilidades para cubrir el evento, así como el cuidado habitual que siempre tienen por los asistentes en la medida de lo posible. Nos quedamos con la incógnita ya sabida de si la XIV edición se celebrará en Villena o…..