Crónica y fotos: Iria López y Manu Hernández
Llegábamos al último día del Resurrection Fest con las fuerzas justas, lo que no nos impidió estar allí a las 15:30 hrs muy motivados por tener la oportunidad un día más de ver a grandísimas bandas en los cuatro escenarios del festival.
La organización anunció algunos pequeños cambios en los horarios, menos que el día anterior, y que por suerte no afectaban a las primeras actuaciones de la jornada.
SOMAS CURE
Nos fuimos directos al Main Stage donde vería por enésima vez a los madrileños Somas Cure, banda de metal alternativo de corte algo comercial pero con cierta complejidad y originalidad en muchos de sus temas. Desde hace años que les sigo muy de cerca, llevo diciendo que están llamados a hacer cosas grandes en el panorama nacional para coger el relevo de bandas como Hamlet o Sôber, y allí estaban en un escenario enorme con una pantalla gigante con su logo sobre algunas animaciones digitales.
Como pasó el día anterior con Virgen, la asistencia de público era escasa a esas horas, aunque había algo más de gente en esta ocasión.
Cuando llegué ya habían comenzado el concierto y se les veía muy entregados, intentado enganchar al público desde el principio con su energía. Sin duda tablas y presencia sobre el escenario tienen desde la primera vez que los vi hará unos 4 o 5 años, pero siempre que les he visto he acudido a la cita con las mismas incógnitas: ¿Sonarán las guitarras tan bien como en disco?, ¿Y la voz?, ¿Conseguirá Txema Fonz controlar los nervios y las inmensas variantes de su prodigioso chorro vocal?
Desafortunadamente, no fue esta la vez que mejor han sonado, ni tampoco la que peor, todo hay que decirlo. Esta vez las guitarras sonaban descompensadas y en especial la de Borja se comía el sonido de la de Álvaro, y en esta banda eso se nota demasiado, el juego de ambos se complementa perfectamente en riffs agresivos con punteos y pasajes menos distorsionados. Si una cosa se oye más fuerte que la otra y conoces bien su discografía, se pierde en gran parte la esencia de sus composiciones. Eso sí, he de decir que en alguna ocasión la excesiva distorsión de las guitarras ha sido peor y hoy en cuanto a sonido estaba sonando todo más nítido.
De Vitti y Darío nada que objetar, suelen machacar como un reloj y sobre el primero qué decir, se come el escenario y sabe muy bien lo que hacer en cada momento.
Respecto a Txema, pues le vi al principio un poco agarrotado y en algunas partes adoleció de ese exceso de improvisación y juego vocal que más que favorecerle hace que suene él por un lado y la música por otro. Pero en general estuvo como siempre, entregado a su público e intentando sacar lo mejor de sí mismo, que es muchísimo.
El setlist fue corto, como es normal, y mayormente centrado en su último trabajo de 2017 titulado Éter: Ceniza, Kelt, La Huida, Dunas de Marte, Abrir la tierra en dos, Leviatán y Helios.
Desde aquí les mandamos un saludo si leen esta crónica ellos o su inseparable mánager Nico y esperamos que sigan trabajando duro y sacando discazos para llegar tan lejos como quieran, pues están en el camino.
BELLAKO
Desde Mataró y con muchísima fuerza llegaron Bellako a destrozar el Chaos Stage. Un sonido estupendo y una ejecución de 10, además gozar de buena recepción en el público que no paraba quieto ni un segundo al son de sus temas. Se nota que saben lo que hacen y cuentan con la experiencia de años dándole duro a su música, que por cierto, tras el festival han anunciado que próximamente tendremos para nuestro deleite su nuevo álbum Demonios, que seguro que elevará el listón que ya dejó Extinction. Os dejamos con un vídeo de sus temas Planta Madre + Humo y Al Infierno.
OCEANS ATE ALASKA
Coincidiendo con Bellako, teníamos en el escenario principal a una banda de metalcore llamada Oceans Ate Alaska, quienes movieron bastante gente hasta allí y les hicieron mover el cuello un rato. El conjunto en sí no estuvo mal, aunque su vocalista no parecía muy bueno con las voces melódicas, al contrario de cómo se manejaba con los guturales (vídeo)
ÀNTEROS
Como era inevitable, no podíamos perdernos el paso de Ànteros por el Desert Stage, banda que estará en la 2ª edición de nuestro Prog Culture Fest el 24 de noviembre en Murcia.
Para quienes no les conozcan, nacen en 2016 como un proyecto de post-rock con ramalazos progresivos de músicos de diferentes procedencias musicales y geográficas que han militado en bandazas bastante conocidas: Víctor García-Tapia, guitarra (Toundra y Minor Empires), Endika, guitarra y voz (Erroma), Óscar, batería (Syberia), Mau, bajo (parte activa del sello Aloud Music) y Cándido, voz (Viva Belgrado). Éste último no pudo continuar para poder dedicarse enteramente a su banda principal, pero dejó su sello en forma de letras y recogió el testigo Rubén, guitarra y voz (Viven).
Quien conozca a dichas bandas es imposible que no conozca a Ànteros, pero si no les conociera, ¿qué podría esperar de tal unión de musicazos? Pues un concepto musical donde las tres guitarras toman el protagonismo, en pasajes a veces lentos y pesados, y en otros desgarrados, con los gritos de fuerte arraigo screamo de Endika, pasando por fases más melódicas y ambientales, al más puro estilo God Is An Astronaut, sí, pero más crudo. Quizá puedan tener en común con los irlandeses ese aura astronómica que les envuelve, pero a diferencia de aquellos la electrónica aquí no está presente. Ni tampoco se echa en falta.
Nos presentaron su segundo trabajo, Cuerpos Celestes, en parte evolución desde su primer EP titulado Luna con el añadido de algunos nuevos temas. Así nos fueron embriagando con cortes como Nerea, Polaris, Rhea, Elara o Cressida (vídeo), y finalmente su último estreno titulado Coventa, para dejar a los allí presentes con ganas de más. Y es que entre el encanto underground de aquel escenario y los que pasan, se paran y se quedan, al final había bastante gente viéndolos para la hora y el día que era.
Deseando estamos ya de recibirlos con los brazos abiertos en su paso por nuestra tierra y que recomendamos no os perdáis el 24 de noviembre en el Prog Culture Fest (Garaje Beat Club, Murcia).
TREMONTI
Era momento en el Main Stage del primer concierto en tierras gallegas de Tremonti, banda capitaneada por Mark Tremonti, conocido a mayores por ser guitarrista de las bandas Creed y posteriormente Alter Bridge, así como un referente creativo en el rock y metal actuales pese a sus más de 20 años en la industria.
Abrieron set con el tema de tinte thrasher Radical Change, seguida de otros temazos de sus 3 primeros discos, como So You’re Afraid, Flying Monkeys, You Waste Your Time, Catching Fire o My Last Mistake, metiendo en medio un par de temas de su último trabajo conceptual, A Dying Machine, del cual tocaron su melódico tema homónimo (vídeo) y la trallera Throw Them to the Lions.
La única negativa (y ni siquiera tanto) del concierto fue la escasa respuesta del público, que entre que era temprano y Tremonti, pese a ser un grupo muy cañero, son un proyecto asociado a otros grupos de rock y metal alternativo, no había mucho ánimo para que el público hiciese mucho mosh. Esto cambió de forma drástica cuando Tremonti comandó un buen pogo para el tema de despedida, Wish You Well, con el que el público de repente dio un giro de 180º e hicieron un pogo digno de las bandas principales del cartel, demostrando que poco tiene que ver el Tremonti actual con el de los días de Creed.
Tremonti es una banda que demuestra que estamos en 2018 y que para hacer metal potente a la par que accesible no hace falta tirar de clichés de subgéneros, ya algo quemados hoy en día. Además de que para dar un buen concierto no te hace falta ni una espectacular bandera detrás, ni un juego de luces exhuberante, ni comerle la oreja al público con discursos entre todos los temas. Solo con ser un músico de 10 y hacer música potente puedes acabar con el público a tus pies. Un concierto muy, muy bueno, y como opinión personal, en el Top 10 del festival.
ROTTEN SOUND
Tras la descarga de decibelios de Tremonti, nos acercamos un rato al Ritual Stage a saborear el infierno a pleno sol con los finlandeses Rotten Sound. Grindcore brutal para recuperar los puntos del carnet perdidos por no haber asistido al concierto de Suffocation el día anterior.
Entre los molinillos melena al viento de su bajista y los pogos de los enfervorecidos fans ya no sabía si hacerle fotos a la banda o meterme en los pogos y circle pits continuos que se estaban montando. Por suerte pensé en lo que me había costado el equipo fotográfico que llevaba encima, lo que a la postre creo que me salvó la vida.
Impartieron un demoledor máster de cómo ejecutar notas con precisión a velocidad endiablada, temas de poco más de 1 minuto que hicieron que aquello no decayera en ningún momento, para disfrute de los amantes suicidas de lo extremo (vídeo).
No obstante, tras 30 minutos de concierto, decidí que era hora de pasar por avituallamiento porque aún quedaba tela por delante y un servidor ya no estaba para demasiados trotes (sic).
FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES
El concierto de Frank Carter & The Rattlesnakes era de los más esperados del día y si cabe del festival, sobre todo para aquellos que alucinamos al verlo subido encima del público la última vez que pisó Viveiro. Esta vez volvió a hacerlo, pues tiene unos fans que le adoran, y seguro que la mayoría los que no eran fans salieron de allí siéndolo. Arrancaron los temazos Juggernaut, Fangs y Vampires, conquistando totalmente a casi cualquier escéptico que no sabía lo que se le venía encima.
Curiosamente, dedicó el cuarto tema Wild Flowers a todas las chicas del público que quisieron alguna vez hacer crowdsurfing pero no lo hacían por miedo a que alguien aprovechara para tocarlas donde no deben, alentándolas a hacerlo en este tema sin miedo ya que lo declaraba espacio seguro, pues si veía a una sola persona haciendo algo así dijo “le arrancaré la cabeza y la usaré como balón de fútbol”. Y ahí fue la avalancha de chicas (y un par de Power Rangers, por alguna razón). Pero como hay que equilibrar un poco la balanza, a su vez pidió en uno de los temas siguientes que en dicho tema no hubiera crowdsurfing, ya que la primera fila estaban sofocándose entre las horas pasadas ahí y la gran abundancia de crowdsurfers durante el concierto. Todos los que hemos estado alguna vez en primera fila agradecemos este gesto, ya que algunos conciertos en festivales grandes suelen ser una locura en este aspecto. Por desgracia no fue una petición 100% eficaz, ya que pudimos ver al Papa Emeritus II (sí, has leído bien) surfeando al principio del tema, detalle que Frank señaló a sus compañeros entre risas.
Frank Carter tiene un carisma único y es un gran frontman, sabe dirigir el show hacer que el público no se aburra en ningún momento, con esa actitud de entre punk old school y gamberro de barrio inglés (vídeo). Y su banda no se queda atrás, juntos hicieron estallar a los asistentes que no pararon de divertirse durante el concierto. Incluso hicieron un circle pit gigante alrededor de la torre de sonido y las vallas, más grande aún que el que provocaron en su día Heaven Shall Burn. Se despedían del público con el último tema I Hate You, haciendo una versión especial en español para la ocasión haciendo que el público cantara “Te odio”, buen detalle.
Con tan sólo dos discos, Frank Carter & The Rattlesnakes suben como la espuma y así lograron congregar a tantísima gente en el Main Stage.
STRAY FROM THE PATH
Tuve que dejar a Frank y cía a mitad de concierto, muy a mi pesar, pues no quería perderme por nada del mundo a los neoyorquinos Stray From The Path y su vacilona mezcla de hardcore punk y nu-metal. Como ya he dicho, uno de los principales motivos que siempre me atraen del Resu es este tipo de bandas que no ves en ningún otro festival en España.
A pesar de que después tendríamos a Prophets Of Rage en el Main Stage, esto me parecía mucho más auténtico y underground. Además, tampoco quería perderme a Igorrr y tuve que hacer encaje de bolillos para ver un poco de todo, ¡¡malditos solapes!!
Una pena que no hubiera tanta gente como podrían haber congregado en el Chaos Stage, pues se vieron afectados por la masiva asistencia al concierto de Frank Carter. No obstante allí estaban dándolo todo tanto la banda, con el carismático Drew York al micro, como los que apostaron por ellos. Aplastante sonido, con letras combativas y ritmos que invitaban a saltar constantemente.
Gozamos de lo lindo temazos como Loudest In The Room, First World Problem Child, Badge & A Bullet, Outbreak o The House Always Wins (vídeo).
Una vez más tuve que irme cuando mejor estaba la cosa, así que, tocaba salir corriendo de nuevo al Ritual Stage, donde no quería perder una buena posición desde la que capturar toda la esencia de los franceses Igorrr.
IGORRR
Esta banda tan peculiar es el proyecto de un músico francés llamado Gautier Serre y que no deja a absolutamente nadie indiferente, sea para bien o para mal. Su puesta en escena dejó a más de uno descolocado, y por eso cada vez era más la gente que se acercaba a ver este espectáculo.
En el escenario había cuatro músicos: una cantante femenina para aportar las líneas vocales líricas y un cantante masculino que aportaba voces guturales que a veces intercambiaban roles, el propio Serre como DJ encargado de la música y un batería para acompañarlos. Juntos pusieron sobre las tablas un espectáculo lleno de sonidos contrastados entre sí, danzas, performance, ritmos cambiantes y mucha creatividad detrás de todo esto. Interpretaron una larga lista de temas, especialmente de su último trabajo Savage Sinusoid como Viande, ieuD, Opus Brain, Spaghetti Forever, Viande (vídeo), Cheval (vídeo) o la impronunciable Apopathodiaphulatophobie.
Quizá este concierto pase desapercibido a la hora de hacer resúmenes generales del festival para mucha gente, pues ni tocaban de noche, ni tenían parafernalia para adornar el show, ni mucho menos su propuesta musical era algo convencional. Sin embargo, Igorrr merecen gran reconocimiento por arriesgarse y acertar con su mezcla de estilos, que llega a abarcar la música electrónica, la barroca, metal o breakcore, entre otros.
PROPHETS OF RAGE
Llegaba la hora de que empezara el concierto que resultó ser, al menos en opinión personal, el más divertido del festival, Prophets of Rage. El supergrupo formado por los instrumentistas de Rage Against The Machine/Audioslave, junto a Chuck D y DJ Lord de Public Enemy y B-Real de Cypress Hill abrió con el tema que les da nombre, Prophets of Rage de Public Enemy. Tras esto, dieron paso a la mítica Testify de RATM, con las cuales ya tenían a casi todo el público pasada la torre de sonido botando y cantando.
Tras estas covers, llegaban 2 temas propios, Heart Afire y Hail to the Chief, que no fallaron en repartir cera y darle al público el groove que querían. Llegaban después los temas Fight The Power de Public Enemy y Guerrilla Radio de RATM, con los que se veía que pese a la potencia de los temas nuevos, el público principalmente iba por lo que iba, los temas míticos de las tres agrupaciones, lo cual en este caso no es algo malo. En ocasiones durante el concierto, se les daba un pequeño descanso a los miembros de RATM, ya que con el soporte de DJ Lord, Chuck D y B-Real se marcaron una pequeña medley de temas míticos de las dos agrupaciones, como Insane in the Brain de Cypress Hill o Bring The Noise de Public Enemy, así como un cover de Jump Around de House of Pain.
Curiosamente también hubo un pequeño homenaje a Chris Cornell, esta vez no en forma de cover de Like a Stone, si no tocando el riff principal de Cochise al final de Sleep Now in the Fire (vídeo). Tras otros cuantos temas originales de Prophets como Unfuck The World, otras covers de RATM como Bullet in the Head, y un cover de How Could I Just Kill A Man de Cypress Hill (ya hecha en su día por RATM), llegaban las 2 últimas canciones del concierto, siendo el primer acto del final un tema denominado “peligroso” por Tom Morello antes de tocar una mini-intro para hypear al público, Bulls On Parade, que tuvo al público botando más fuerte que durante el resto del concierto. Pero esto no era el bombazo final, espacio que fue dado al himno Killing in the Name, para la cual decidieron improvisar e invitar a Frank Carter a cantar al escenario, lo cual desató un fiestón sin precedentes en todo el festival, a la vez que la pantalla de detrás decía “MAKE ESPAÑA RAGE AGAIN”, un buen detalle por parte del grupo.
THY ART IS MURDER
En contraste a lo que se venía después, llegaba la hora de ver un grupo de deathcore muy querido entre el público: Thy Art Is Murder. Multitud de personas se quedaron en el Ritual a ver esta banda australiana de deathcore liderada de nuevo por CJ McMahon, quien desprendió simpatía en todo el concierto. Especialmente cuando salieron los Resukids, con quienes interactuó antes de tocar una cover de Du Hast de Rammstein (vídeo), donde pudimos ver a los chavalines saltando y dándolo todo. Casi igual que el público, que desprendían pura violencia y energía al son de este grupo tan atronador. Con un nuevo trabajo bajo el brazo llamado Dear Desolation, desataron el caos y dieron al público sus dosis de brutalidad antes de sumergirse en el hard rock de Kiss.
KISS
Con unos minutos de retraso, comenzó el mayor espectáculo del festival con Kiss. Este concierto fue el más llamativo visualmente, aunque en cuanto a la música dejó mucho que desear. Paul Stanley no está en su mejor época para cantar, eso nos quedó muy claro, y aún así hizo lo que pudo para ofrecer un show del que todos los miembros del grupo formaron parte activamente, teniendo cada uno sus momentos de gloria.
Sonando Rock And Roll de Led Zeppelin, se notaban los nervios en el ambiente. “You wanted the best, you got the best. The hottest band in the world… KISS!” y ¡pum! Se cayó el telón y aparecieron Paul Stanley, Gene Simmons y Tommy Thayer tocando Deuce en una plataforma que bajaba al escenario, mientras Eric Singer le daba a la batería. Es indudable que Kiss tienen una gran puesta en escena, con todo tipo de efectos visuales, pantallas, plataformas, pirotecnia y demás. Quizá el espectáculo visual era para compensar lo desastrosas que llegaron a sonar algunas partes, aunque teniendo en cuenta la edad que tienen y que era el último concierto de este tour por España podría llegar a ser comprensible. Ya sabemos lo que hay.
El ritmo se mantuvo un buen rato con temas como Shout It Out Loud, War Machine (vídeo) o Firehouse, donde Gene Simmons escupió fuego, elemento muy presente a lo largo de todo el espectáctulo. A continuación Tommy Thayer se atrevió con Shock Me antes de marcarse un pedazo de solo, momento que aprovecharon para descansar un poco y volver a la carga con otra tanda de temas: Say Yeah, I Love It Loud (vídeo), Flaming Youth, Calling Dr. Love o Lick It Up, que por momentos se hacía hasta irreconocible.
Por otra parte, cabe destacar que Simmons hizo su trabajo notablemente bien. Cantando canciones como God Of Thunder (vídeo), antes de la cual hizo un “solo de bajo” mientras escupía sangre y se elevaba hacia otra plataforma. Lo dicho, Kiss hacen espectáculo llamativo durante todo el show, lo que hace que el público se quede mirando aunque la cosa no esté sonando del todo bien. De todas formas, él sí que sonó bien tanto al bajo como a la voz. Siempre me gustaron los temas en los que él canta y fue un punto positivo.
La setlist estuvo repleta de canciones de épocas clásicas junto a los temas más conocidos de la banda. Fue bastante larga, eso sí, pero les faltó algún que otro temazo como Crazy Crazy Nights que nos hubiera encantado vivir en directo.
Una canción que no podía faltar es I Was Made For Lovin’ You, que inevitablemente se la sabe todo el mundo. Y allí estaban miles y miles de personas cantando, al igual que con otros de los temas más míticos de la banda, no siendo así con otros menos conocidos. A continuación, sonó Love Gun mientras Paul Stanley iba por encima del público en una tirolina hacia la torre de sonido, donde tenía un micro para cantar. Y con el subidón que estaba teniendo la última parte del concierto, era turno de Eric Singer a la voz de Black Diamond. Parecía que la cosa se terminaba aquí… pero no. Aunque en teoría ya había acabado su tiempo de actuación, todavía quedaban tres temas para despedirse de nosotros: Cold Gin, Detroit Rock City y Rock And Roll All Nite. Ahora sí, terminaba por todo lo alto y con mucho confeti y pirotecnia el épico concierto de Kiss. Como valoración final, Kiss es un grupo que has de ver al menos una vez en la vida, y no les queda mucho. Teniendo ciertos factores anteriormente mencionados en cuenta, y también que llevaban ya unas cuantas fechas seguidas y todos los años que llevarán haciendo este show una y otra vez, el balance de la experiencia queda en positivo.
Algo que no nos gustó fue que la cosa se alargó más de lo debido, haciendo que las personas que se concentraban para ver a Alestorm en el Ritual Stage estuvieran realmente enfadadas, puesto que se llegó a retrasar su concierto hasta media hora. Sea la razón que sea y por muy grandes que sean Kiss, no hay justificación para no cumplir un horario (recordemos que ya empezaron con retraso) y con ello perjudicar a una banda más pequeña como Alestorm, quienes contemplaban desde su escenario cómo se iba acumulando la gente que los aclamaba a la hora programada para su actuación mientras el concierto de Kiss todavía tenía para un rato más.
ALESTORM
Suerte que esto no impidió que Alestorm perdieran tanto tiempo de actuación. Los piratas salieron a darlo todo ante una multitud de gente con ganas de fiesta, cosa que nunca falta en sus shows.
Comenzaron con Keelhauled, seguida de dos canciones de su último disco No Grave But The Sea: Alestorm y Mexico. Durante estas tres primeras canciones ya hubo tiempo para hacer crowdsurfing y múltiples pogos, cosa que no paró durante toda la actuación.
Continuaron con The Sunk’n Norwegian, donde el público ya comenzó a dejarse más la garganta, junto a No Grave But The Sea y Nancy The Tavern Wench. Y por supuesto, no nos olvidemos de la canción de tres segundos Rumpelkombo.
El ambiente se notaba muy, pero que muy animado. Alestorm ya han venido un par de veces por España, pero nunca por aquí, y se nota que había muchos fans deseosos de que llegase este día. Se vinieron arriba con una cover de la canción Hangover de Taio Cruz, ya sabéis,les va esto de la bebida y eso es algo que va ligado a la resaca.
Luego de esto siguió otra del último disco, Bar Und Imbiss, para dar paso a uno de los temas más clásicos que es Captain Morgan’s Revenge. En este tema habitualmente la banda organiza un wall of death en el público, pero esta noche los planetas se alinearon y, por algún motivo, la gente se tiró al suelo a hacer el movimiento de remar. La reacción del frontman Christopher Bowes no tuvo precio.
Tras esto, llegaron 2 temazos para cerrar el concierto, el tema relativamente nuevo pero ya convertido en himno Drink y la nueva Fucked With An Anchor, tema en el que el grupo nos echó el cuerno tanto como nosotros a ellos para cerrar el concierto con broche de oro. Definitivamente, Alestorm dieron uno de los conciertos más llenos de espíritu fiestero y adrenalina del festival, con discursos absurdos al público o un pato de goma gigante volando por el público. Como fan de la banda desde antes de que dejasen de tomarse la temática pirata en serio (es decir, antes de Sunset on the Golden Age), se echaron en falta algunos temas míticos de la banda como The Quest, Wenches and Mead y especialmente Over The Seas. Pero dados los problemas de tiempo y la época en la que se encuentra la banda actualmente, dieron el mejor concierto posible y reventaron el Ritual Stage.
EXODUS
Finalmente, Exodus tocaron también en este mismo escenario aunque inicialmente iban a tocar en el principal. Una vez tenían todo su set instalado y llegada la hora, dieron comienzo a otra sesión bien intensa de thrash metal ochentero de la San Francisco Bay Area.
A diferencia de su última visita al festival, contaban con el clásico vocalista Steve ‘Zetro’ Souza y, por desgracia, sin Gary Holt. Aunque eso no significó que el directo perdiese calidad, de hecho, fue simplemente atronador. Souza tiene una alta potencia vocal que resonaba en todo el recinto.
Su setlist fue un sin parar de tralla absoluta. Tocaron un montón de canciones de su álbum más conocido, Bonded By Blood: Deliver Us To Evil, And Then There Were None, A Lesson In Violence y Strike Of The Beast. Nada mal para sus fans más old school. También metieron temas de otros discos, como Funeral Hymn, Blood In, Blood Out, Parasite, Blacklist o The Toxic Waltz.
No dejaron títere con cabeza y así fue como terminamos por todo lo alto esta edición del Resurrection Fest, ya con ganas de conocer el próximo cartel y volver el año que viene a disfrutar de uno de los mejores festivales del país.