Sábado 23 de febrero de 2019. Fecha marcada en el calendario. Mis colegas de Lude tocan en el Garaje Beat Club y lo hacen abriendo para una banda única, de una época donde el rock calaba más en la gente joven, y no hace tanto tiempo de eso. De cuando se hacían los famosos Festimad y el Nu Metal, así como el Rap Metal, eran estilos consolidados. De la misma manera que lo era el mestizaje musical en España. Bandas que fusionaban flamenco, pop, rock, sonidos folk, orientales o tribales.

En aquella época había una banda que destacaba porque era capaz de aglutinar a público de diversos gustos, gente que le gustaba el reggae, o el hip hop, o el rock radical, y gente del metal, cómo no. Una banda que nunca había visto en directo, y con ella me pasa como con otras, están ahí hasta que llega el momento adecuado y digo: nunca es tarde si la dicha es buena. Por suerte para mí, estos granadinos que se hacen llamar Hora Zulu siguen al pie del cañón y con nuevo disco. Comienzan su gira de presentación en Murcia, ciudad talismán donde hacía siglos que no se les veía el pelo, así que la oportunidad de vivir la experiencia de un concierto suyo por primera vez era irrechazable.

Pero antes tocaba disfrutar una vez más de los buenos de Lude, banda murciana de Rap Metal, del serio y a conciencia, del que se hace mamando de las buenas raíces americanas del estilo pero con una marcada personalidad en las voces y las letras, todas en español, que hacen que la banda pueda llegar mejor al público nacional.

Me sorprendieron con la puesta en escena, pues llevaba sin verlos desde que actuaron en la 2ª edición de nuestro Rock Culture Fest (crónicas: Dioses Del Metal / Metal Korner), en abril de 2018. Desde entonces la banda ha cogido carrerilla al formar parte del roster de Six Force Management, que les está llevando a tocar por toda la península. Además de que ahora se presentan con predominio del color amarillo chillón en detalles de su vestimenta e instrumentos, que resalta una barbaridad y da un efecto futurista con la luz negra, hubo otras dos novedades. Por un lado, la colocación en un lateral de su baterista Faris Al Damián, que hace mucho más visual su aportación y gana en espectáculo.

Y por otro, la última incorporación a la banda desde hace unos pocos meses, DJ BigBro, a los platos, como el elemento que faltaba para una banda de Rap/Nu Metal que se precie, confiriéndole más flow y energía festiva al caudal sonoro de la banda, que volvió a ser espectacular.

Aunque todavía les falta un punto para llegar a la excelencia en temas de sonido, lo cual sería para darles pasaporte directo a los mejores festivales de rock nacionales, sé de buena tinta que están trabajando muy duro en ello y siguen curtiéndose dando directos. No hay que olvidar que se trata de una banda que lleva menos de cuatro años en activo y que sólo tiene un álbum grabado. Huele a soberbia en espíritus mediocres es todo un compendio de temazos, pero da para un set de 40 minutos, que es lo que vienen ofreciendo, ya que no tocan ninguna versión (cosa que me sorprende un poco) y añaden un tema más reciente que no está grabado aún y provisionalmente titulan Ojos.

Así, pudimos disfrutar de todo el álbum donde destaco mis favoritas: Miedo a Platón, con la que abren empezando ya con mucha fuerza y me gustaría escuchar algún día sin los inconvenientes de ser el primer tema del setlist. Aquí ya vemos lo que gana en detalles y dinamismo el sonido de la banda con la aportación de DJ BigBro, sensacional. La supuesta balada, aunque en el estilo no encaje nada la definición literal, Sin Motivo, que es un tema que va evolucionando progresivamente y me encanta por su atmósfera y letra intimista que desemboca en una mayor intensidad y final donde Brian a la guitarra se gusta. Inevitable considerar a 1984, por título e intensidad, todo un hit. Sin duda el tema más vacilón de Lude, más aún si cabe con los scratches que ahora mete DJ BigBro (vídeo). Y por supuesto Del Ego Al Suelo, con una letra impresionante, de esas que te llegan dentro a poco que tengas algo de conciencia, como todas las que se gastan Carlos y Abel.

El setlist lo completan Dulce Misterio, Fuck Your Drama (con esa espectacular letra crítica de la involución social que vivimos), y el espectacular cierre con Asumiendo El Fallo, temazo por excelencia donde todos y cada uno de la banda se lucen, con la sonoridad tridimensional de la guitarra de Brian como protagonista y pasando por momentos en los que Manue Muñoz al bajo y DJ BigBro le meten una velocidad de crucero al tema que no quieres que pare nunca. El toque final brevemente apoteósico, pero enormemente efectista, que le dan al tema en directo se mereció la cantidad de aplausos que recibieron de la mucha gente que, y es de agradecer, entró a verlos demostrando que el evento era atractivo por partida doble (vídeo).

Tras un breve descanso y viendo que el público se agolpaba ya en primeras filas para ver a Hora Zulu lo más cerca posible, hice lo mismo y busqué un lugar lo más céntrico posible cerca del escenario, pues una de las atracciones de los granadinos es ver el show de Aitor Velázquez al micro.

Dio comienzo el concierto con La Voz del Amo, tema que da título a su sexto disco lanzado en febrero de este año. Un tema más oscuro y lineal de lo habitual, casi en clave de metal industrial, pero que no pierde ese aire flamenco que levita casi siempre en las composiciones de la banda. Y es que si cambiamos la batería y los riffs de guitarra por palmas y taconeos el tema no desentonaría para nada. Probad a imaginarlo.

Con este primer tema ya se notaba algo incómodo el apelotonamiento del público en las primeras filas, y es que he de reconocer que he estado en muy pocos conciertos de metal en Murcia donde hubieran colgado el cartel de no hay billetes, como así sucedió esa noche.

Pero bastaron pocos minutos para que, tras el segundo tema, Tus Ganas de Ganar, empezara la cosa a agitarse bastante a partir de Tango, con la locura generalizada en forma de saltos y empujones de las primeras filas. Y es que la discografía de Hora Zulu está llena de temas que invitan a una locura festiva que Murcia recibió con los brazos abiertos, señal de que le tenían muchas ganas a la banda granadina, especialmente en temas como Mis Barraqueras (vídeo).

Su setlist estuvo muy bien repartido, con un total de 23 temas donde todos sus discos estuvieron representados, los que menos El Que La Lleva La Entiende y Creer Querer Querer Creer, con tan sólo 2 temas de cada uno, y el que más Me Duele La Boca De Decirlo, con 8 temas tocados. Así, fueron dando todo un recital de autenticidad y buen rollo, con el humor a veces muy suyo de Aitor como nexo entre un tema y otro. Lo de Hora Zulu es un Rock/Metal sui géneris con un sonido propio y distintivo, donde la potencia instrumental y la crudeza especialmente de la guitarra rivaliza con la de las letras que en clave de Rap, también sui generis, escupe y a veces vomita Aitor.

Son letras que generalmente describen las experiencias, sentimientos y viajes mentales de un Aitor Velázquez cuya mirada infinita es, literalmente, el espejo de un alma inquieta y algo atormentada a la que el rock nacional creo que le debe tanto como a un Robe Iniesta, por poner un ejemplo. Volviendo al setlist, tras El Alma y Los Pies, vino Toma y Obliga, uno de mis temas favoritos con ese ritmo frenético que imprime la letra y el sonido fresco de Paco Luque, Alex Bedmar y Javi Cordovilla, ambos los únicos temas de Creer Querer Querer Creer. Volviendo a La Voz del Amo, el tema que da inicio al álbum Cave Ventum sonó espectacular, disfrutando una vez más del sólido trabajo instrumental de la banda, con un Paco Luque espectacularmente soberbio, a la par que estático, al contrario que su socio Alex y por supuesto Aitor, que no paraba quieto.

Tras la vuelta a la mayor presencia del Rap en anteriores trabajos con Y No Protesto y REinvención, llegó el medio tiempo de Nuestro Entonces (vídeo), más tranquila pero bien recibida por el público que sin duda era muy fan de la banda, pues sabía todas y cada una de las letras. Aproveché el momento para distanciarme un poco de las primeras filas, tomar aire y disfrutar de otra perspectiva. Poco duró la relajación, pues la apisonadora volvió con Que la tierra te sea leve (S.T.T.L.) y Ya Que Te Pierdo, con un bestial Javi Cordovilla machacando su set de batería, brutal. Con un público enloquecido tocaron otro temazo con ese aire tan de rock andaluz que tiene De-que-rer-ser y a continuación Tientos, que instrumentalmente tiene un comienzo que les emparenta con una banda coetánea como Sôber pero que en cuanto empiezan las estrofas vuelve a sumergirnos en ese universo de Rock/Rap andalusí tan distintivo que acuñaron con su primer trabajo Me Duele La Boca De Decirlo en 2002, del cual también vino a continuación Golpes de Pecho (vídeo).

Y en el continuo ir y venir en el tiempo, vuelta al presente con Se Non È Vero y Beatus Ille, donde se nota la evolución a un sonido más Metal, sin dejar de tener esas influencias andaluzas, pero que indudablemente le sienta bien a la banda ofreciendo un sonido más compacto y sin fisuras. Pura potencia sobre las tablas que tuvo su continuación, con el interludio mediante de la rapera Lluevan Flores, con un Agua de Mayo que cayó sin piedad y llovió a gusto de todos a tenor de lo que disfrutó el público.

Y tras ella Camarada, casi al mismo ritmo e igualmente bien recibida, fueron el preludio a los dos temazos con los que cerraron un concierto redondo: Andaluz de Nacimiento y A Ver Si Me Entiendes (vídeo). Murcia entendió que era una noche para disfrutar de un regreso muy esperado y la sala Garaje Beat Club vivió una de las noches que serán recordadas entre las más exitosas de este 2019.