J.J. Cale y “Cocaine”: Episodio sobre una ambigüedad

Entre los innumerables modos de hacer brotar el mejor rock and roll, uno de los más jugosamente singulares fue, sin ninguna duda, el estilo inventado y desarrollado por el honestísimo, virtuoso e influyente profesor J.J. Cale.

Uno de los ejemplos más representativos de esa particularidad sonora es su intemporal canción Cocaine, del año 1976, la cual además fue escrita con una perspicaz intención con respecto a lo que el oyente pueda llegar a interpretar sobre el significado; ya que, en muchas ocasiones, se ha mantenido flotando el siguiente interrogante: ¿habla dicha tonada a favor o en contra de esa adictiva droga?

Veamos la traducción primero y ya trataremos de desentrañar después su algo indefinido fraseo:

If you want to hang out / Si quieres salir de juerga,

you’ve got to take her out, cocaine. / tienes que sacarla. Cocaína.
If you want to get down, / Si quieres desplomarte

get down on the ground, cocaine. / y acabar por los suelos. Cocaína.
She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie. / Ella no miente, no miente, no miente.

Cocaine. / Cocaína.

If you got bad news, / Si recibes malas noticias

you want to kick them blues, cocaine. / y quieres sacudirte la tristeza. Cocaína.
When your day is done / Cuando se te ha terminado el día

and you got to run, cocaine. / pero quieres echar a correr. Cocaína
She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie. / Ella no miente, no miente, no miente.

Cocaine. / Cocaína.

If your thing is gone / Si te has quedado sin energía

and you want to ride on, cocaine. / y quieres cabalgar. Cocaína.
Don’t forget this fact, / No olvides esta evidencia,

you can’t get it back, cocaine. / no hay vuelta atrás. Cocaína.
She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie. / Ella no miente, no miente, no miente.

Cocaine. / Cocaína.

Es patente que ese heroico fugitivo condenado, ya desde 1972, por el mundo del espectáculo, llamado J.J. Cale, se alza como un absoluto referente e ídolo para músicos del calibre de Mark Knopfler, Neil Young, Johnny Cash, Tom Petty o Eric Clapton.

Éste último efectuó, en 1977, una conocidísima y más ornamentada versión de Cocaine para su LP Slowhand.

El mismo Clapton declaró y opinó acerca de este tema sobre que, en el fondo, se trata de una canción contraria a esa sustancia dopante y que su adorado Cale trataba de advertir a los oyentes de los altos riesgos de dicho polvo blanco; el cual seduce una y otra vez a los auto-engañados esclavos del mismo. Matizar que el artista americano se refiere dicha droga como “Ella”, durante las estrofas del texto.

El propio Eric especificó, dentro de sus manifestaciones, que no era útil escribir, deliberadamente, una canción anti-drogas y esperar que ésta fuese popular porque, en general, la gente no entendería la cuestión. Así que el histórico guitarrista británico se hallaba convencido de que su admirado J.J. Cale optó por la solución de deslizar algo de significado ambiguo en las estrofas, lo cual haría reflexionar a los audiófilos. De este modo, el asunto aparenta sonar como una canción a favor de la cocaína pero que, si se piensa, es ingeniosamente contraria a la misma; siempre según Clapton.

El propio J.J. Cale aclaró, públicamente, en una entrevista del año 1986, en la revista  Fretboard Journal: “Esta composición no protege a la cocaína. Se trata de lo que observé. Eso es lo que hace un compositor: observar. Y ahora me asombra que, por fin, se hable de la existencia de un problema de drogas.¡Tuvimos un problema de drogas hace veinte años!”

Aún con estas confesiones de los implicados, prosiguieron su marcha los incontables debates de los oyentes.

El caso es que nunca se tuvo constancia oficial de que el propio Cale padeciera episodios habituales en relación a la cocaína, aunque sí que, en una entrevista de 1977,  él admitió haber fumado marihuana y consumido LSD. Estos mismos excesos, probablemente los practicó J.J. de muy joven, cuando vivió una temporada en California, entre 1964 y 1967 y tocó, en Los Angeles, con la banda psicodélica The Leathercoater Minds. Así que, en la década de los 70, es muy probable que el guitarrista de Tulsa desease lanzar un sutil aviso acerca de la aparición de un producto ilegal mucho más peligroso para la siguiente generación y de ahí, pudo él hacer nacer la canción que hoy nos ocupa.

Sin embargo, el propio Eric Clapton, sí que estaba apresado, en aquel año 77, por ese mismo estupefaciente (el apodado como “nieve”, vaya) y por el alcohol tras librarse, anteriormente, de los tentáculos de la heroína; todo lo cual estuvo al borde de terminar con la existencia de este mítico intérprete de Surrey. De tal modo, dicho músico inglés, al principio no tocó Cocaine en sus conciertos, durante mucho tiempo, debido a lo confuso que le resultaba el sentido de la letra y a que aquel tema le afectaba personalmente. Por contra, al final sí que, con el tiempo, Clapton se decidió a abordar la tonada en vivo, modificando ligeramente la expresión titular y pronunciando “esa sucia cocaína”, como definitivo rechazo a algo que estuvo a punto de sepultarle del todo en los 70, recalcamos.

Gracias, por ejemplo, al triunfo planetario de Eric Clapton con Cocaine, en 1977 y otras versiones que hizo el apodado “Mano Lenta” de otros dos temas del propio J.J. Cale, este último pudo vivir como él siempre anheló, es decir, subsistiendo debido al cobro de derechos de autor y a la vez, apartando siempre de un puntapié a la que consideraba como agobiante fama; desde su álbum de debut en solitario Naturally, en 1972.

Ya en 1977, la amistad y colaboración entre ambos genios comenzó a forjarse, definitivamente, cuando en un concierto en Inglaterra de Cale, éste invitó a su “alumno” Clapton a subirse al escenario a interpretar a dúo el tema; después de que éste segundo justo hubiera publicado su popular versión y hubiera asistido, previamente, a un bolo anterior del propio J.J.. Además, durante la gira para promocionar el álbum The Road to Escondido (2006), el cual grabaron juntos los citados artistas, también ejecutaron ambos los compases de la celebérrima tonada, en su directo común, en 2007.

También podemos fijarnos en el detalle que los acordes iniciales de Cocaine son similares a los de Sunshine of Your Love (1968) de los propios Cream; donde militó Eric Clapton. En mi opinión, fue fortuita esa similitud y también una señal de que el destino uniría a ambos guitarristas.

En cuanto al proceso de composición, la primera maqueta de Cocaine que compuso J.J. Cale contenía aires más swing al estilo de su venerado jazzman Mose Allison. Sin embargo, su productor Audie Ashworth le comunicó al mismo J.J. que aunque la demo era muy buen material, también le sugirió al muy peculiar artista sureño que introdujese un sencillo toque rockero y transformase aquello en algo más vendible. Así pues, el propio intérprete de Oklahoma, se pasó una tarde reescribiendo el corte, se ocupó del bajo, cantó con su susurrante e inolvidable tono y bordó ese característico riff de guitarra; el cual fue sobregrabado tres veces en la mezcla final por el propio Cale, a través de sus dotes naturales de ingeniero de estudio. Finalmente, nuestro protagonista de hoy encargó a su músico de acompañamiento Reggie Young, el exquisito y pausado solo a las seis cuerdas.

Aquel sencillo pero sensacional rock-blues, el cual suena con ese típico ritmo apacible y, a la vez, tan cautivador del artista de Tulsa, iría directo al repertorio de su magno cuarto álbum Trobadour, de 1976. No resultaría la última ocasión en que Cale dejase caer referencias sobre las drogas en sus letras, ya que en sus canciones One Step Ahead of the Blues (1982), Reality (1983) o incluso Days Go By (1996), se vislumbra, en algún momento, esa misma temática.

Entre las reacciones más llamativas con respecto a Cocaine, nos topamos con que en la Argentina comandada por el dictador Jorge Videla, en los años 70, la canción fue tajantemente prohibida por considerarse que incitaba a los jóvenes a la adquisición de narcóticos. Por fortuna, con la instauración de la democracia en ese país, sí que los melómanos pudieron paladear dicha melodía, ya por fin, en 1983.

Aunque nunca conquistó las cotas de celebridad de la adaptación de Eric Clapton, la original de J.J. Cale sí que trepó al nº1 en las listas oficiales de Nueva Zelanda, al nº2 en Suiza, al nº5 en Austria y al nº10 en Suecia; entre otras naciones y es que Cale siempre ha sido más conocido y apreciado siempre fuera de su propio país natal que dentro del mismo, ya que en E.E.U.U. Cocaine no pasó…. ¡del puesto nº96!, cuando se publicó en 1976.

En cuanto a la considerable cantidad de versiones (más de 60), destacaremos que aparte de la citada traslación de Eric Clapton (1977), nos encontramos, por ejemplo, la de Nazareth (1980), la de Andy Taylor (el ex-guitarrista de Duran Duran la adaptó, en 1990), la de Andrés Calamaro (2000) o la de Puddle of Mudd (2011); lo que ofrece una idea de lo inoxidable del tema Cocaine, a lo largo de las décadas.

Artículo escrito por Txus Iglesias para Rock Culture Magazine.