Nos vamos de fiesta con Mötley Crüe y Def Leppard en un DeLorean 

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Nos vamos de fiesta con Mötley Crüe y Def Leppard en un DeLorean.

Sábado 24 de Junio de 2023. Estamos en plena ola de calor agotando los últimos botellines de cerveza fría mientras en el tocadiscos gira el Dr Feelgood cuando llega un nuevo vecino al barrio, una especie de científico loco que responde al nombre de Doctor Emmett Brown. Tras las presentaciones le ofrecemos una cerveza a cambio de que nos deje dar una vuelta en su cochazo.

– «Muchacho, esto no es un coche cualquiera,  realmente es una maquina capaz de doblegar a su antojo el continuo espacio-tiempo integrada en un DeLorean. Te puede llevar a cualquier lugar en la época que elijas».

-«¿En serio? ¿Podría llevarme a la esquina de Sunset Boulevard con Clark St. en 1987?»

Sin mediar palabra nos subimos en el DeLorean y salimos de Madrid. «Oye Doc, ¿tú estás seguro que por aquí se va al Whisky a GoGo de 1987? Porque cualquiera diría que vamos camino de Rivas Vaciamadrid…» El viejo Doc se levanta las gafas de sol, nos mira a los ojos y nos dice «muchacho, tenemos que sobrepasar las 88 millas por hora para dar el salto completo».

El coche empieza a rodearse de luces y rayos cuando, de repente, un atasco enorme nos hace frenar en seco impidiendo terminar el salto temporal. «Algo ha ido mal, seguimos en Rivas», pero espera, igual no ha fallado todo… El ambiente que nos rodea es el mismo que en Sunset en los 80: miles de personas con muchas ganas de fiesta, sin complejos, pelos cardados, chalecos con flecos, maquillaje, botas de tacón cubano… No sé muy bien qué está pasando pero ¡me encanta!. «Muchacho, sigue a toda esa gente y mézclate con ellos. Intenta averiguar qué ocurre y yo mientras intento arreglar el DeLorean».

Dispuesto a cumplir mi misión, me mezclo con la muchedumbre y les sigo hasta un recinto llamado «Auditorio Miguel Ríos»… Igual sí estamos en los 80 de verdad… En los carteles pone que tocan  Mötley Crüe y Def Leppard. Todo parece indicar que estoy en lo cierto. Época correcta. Mientras camino al interior del recinto compruebo que realmente me encuentro ante una anomalía temporal: realmente se están produciendo micro saltos temporales entre 1980 y 2023. El ambiente es de los 80, la organización es excelente por parte de Live Nation, como en cualquier concierto de 2023, el tamaño de las cervezas es más de los 80 (no hay minis), pero los precios son de 2023, mi economía es de los 90 y mi lamentable estado de forma es de 2037 por lo menos. No entiendo nada…

Los Sex: Rock and Roll y actitud

Suenan guitarrazos de guerra  y los teloneros saltan al escenario a calentar a un público que ya lleva un rato calentito con los 40 grados que caen a la sombra. Los Sex cuentan con actitud de grupo grande, no se amilanan por tener la dificilísima tarea que es abrir para Mötley Crüe y Def Leppard, al contrario, patada al aire, camisetas fuera y «que empiece la fiesta que somos los músicos». Los madrileños comienzan con «Caramelos» un setlist de más de 10 temas donde enlazan uno con otro de forma inteligente para aprovechar el 101% del tiempo del que disponen. «Todo junto a ti», «Enemigos», «Está bien»… Los temas se suceden de forma frenética, el sonido es bastante bueno y la banda resuelve su repertorio con un notable alto.

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Sin apenas descanso, el cantante Daniel Agudo presenta a la banda: Pedro Fuentes a la batería, Sergi Free Bird al bajo y Daniel Bautista a la guitarra. Todos juntos suenan realmente bien y se agradece enormemente el dinamismo y actitud de la banda. Una grata sorpresa el concierto de Los Sex que termina con «Bailando hasta el Suelo» y «Mala Influencia». Estamos seguros de que les veremos más arriba en un futuro.

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Compruebo que los móviles funcionan pese a que por momentos parecen los 80:

-«Doc, ¿cómo vas con el coche?»

– «Sigo intentando arreglarlo muchacho, ahora lo importante es que intentes hacer fotos del concierto. »

-«Pero Doc, no nos han dado photopass, voy a tener que hacer fotos con el móvil y la calidad será lamentable.»

– «Haz lo que puedas muchacho, pero debemos hacer fotos, es algo irrepetible lo que vas a ver. »

Intento abrirme paso para poder conseguir algún documento gráfico de lamentable calidad (pedimos disculpas por las fotos de móvil) mientras suena por los altavoces el Requiem en Re menor de Mozart. Vaya, esto de los saltos temporales me está llevando a 1793. ¡¡¡Yo quiero volver a los 80!!! Mis plegarias fueron escuchadas y por las pantallas un presentador de las noticias anuncia que durante las dos próximas horas la única forma de comunicación será la música y los responsables serán Mötley Crüe. 

Mötley Crüe convierten el Auditorio Miguel RÍos en una fiesta ochentera al más puro estilo del Whisky a GoGo

«Wild Side» es el tema elegido para abrir y despejar las dudas previas del concierto… ¿Estará en forma la banda? ¿John 5 impartirá su estilo personal a los temas? ¿Qué tal la voz de Vince? Pues bien, la banda está muy en forma, mucho mejor de lo esperado. ¿O es que hemos vuelto al 1987 cuando publicaron este tema? Bueno, ni lo uno ni lo otro, la banda no está mejor que en el 87 pero sí mucho mejor que hace 20 años y que en sus anteriores visitas a España.

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Sorprende ver que John 5 ha optado por respetar al máximo el legado de Mick Mars y, cuando digo respetar al máximo, me refiero a clavar cada nota, cada toque de púa, el sonido original de los solos, todo, absolutamente todo como lo haría el bueno de Mick. Pero no es una imitación cualquiera, es un ejercicio de técnica, destreza y respeto. Y es que John es capaz de clonar a cualquier guitarrista. Sí, habéis leído bien, clonar. 

Por su parte, Tommy empuja a la banda como en sus mejores días: bombo-caja, bombo-caja en un sencillo pero efectivo «pum-pá-pum-pá»  marca de la casa que se prolongará durante todo el concierto como diciendo «aquí mando yo».  Por su parte, Nikki hace de Nikki. Más Nikki que nunca. Saludando, haciendo de segundo frontman y, a ratos, tocando sus líneas de bajo pero sabiendo que ha contratado el «seguro a todo riesgo John 5, el seguro que lo toca todo todo todo». Porque Juanito toca la suya con una mano, toca la tuya con la otra mano y no toca la batería porque Tommy es de los que muerden si se la tocas (la batería).

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¿Y Vince? Pues muy bien también oiga… A ratos el del 85, a ratos el del 2023. Cosas de la paradoja espacio-tiempo en la que estamos inmersos desde hace unas horas por culpa de viejo Doc y su DeLorean.

La pregunta del millón: ¿Hace playback? Desde luego, no lo parece. Es cierto que lleva coros pregrabados (luego hablamos de las coristas) y es cierto que lleva efectos en la voz que le sirven de ayuda para llegar a ciertas notas, pero reconocemos que ha hecho un esfuerzo por recuperar la forma y está sorprendentemente bien. Como el resto de la banda.

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El concierto es un «greatest hits» en toda regla: Shout at the Devil, Too Fast for Love, Don´t go Away Mad, desde luego esto es lo más parecido que hemos estado nunca de la época gloriosa de los Crüe. La gente lo sabe, se nota. El auditorio Miguel Ríos es una fiesta. Todo el mundo cantando, bailando y, si no fuera por los miles de móviles en lo alto, pensaría que hemos vuelto al pasado. 

Suena Saint of los Angeles. 2008 es más aburrido que los 80. Menos mal que lo arreglan con Live Wire y Look that Kills donde las bailarinas hacen un baile de lo más erótico que te hace pensar que eso del «perreo» del 2023 es una mierda tremenda comparado con aquellas coreografías de barra americana de hace décadas. La profesionalidad de ambas es asombrosa: haciendo los «coros» cuando toca, coros que evidentemente van pregrabados pero porque es imposible bailar así y cantar al mismo tiempo. Esto, señoras y señores, no es playback, son ayudas al show, solo que a algunos grupos se les permite más que a otros.

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Los Who llevan años con partes pregrabadas como la intro de Baba O’riley o las trompetas de los Stones que llevan años si sacar vientos al escenario, pero sonaban con Have You seen Your Mother en los directos. ¿Los Crüe sacan dos bailarinas con coros pregrabados y es playback? Pues ni más ni menos que las trompetas de los Stones o la voz de Marianne Faithfull en directo cuando Metallica tocan The Memory Remains

The Dirt sirve para mostrar imágenes del biopic homónimo de la banda. El sonido es francamente bueno durante todo el concierto, muy bueno diría yo, y el volumen el adecuado: no por más volumen suena mejor (que tomen nota Guns ‘N Roses que nos dejaron sordos como os contamos en la crónica del reciente concierto de Madrid). 

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EL solo de guitarra de John 5

Llega el momento del solo de guitarra de John 5. Sospechamos que, minutos antes, el exorcista que debe haber en todos los conciertos ha conseguido sacar el espíritu de Mick Mars (que por suerte sigue muy vivo) y que poseía el cuerpo de John 5. Juanito sale desatado, haciendo todo tipo de piruetas sobre el mástil de la guitarra que harán que más de un aficionado a la guitarra se deprima y abandone eso de tocar en casa por pura impotencia.

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Lo mismo se arranca por el Capricho n5 de Paganini, que popularizó en el mundo del Rock el señor Steve Vai, solo que Juanito para «añadirle dificultad» (jajajaja disculpen que me de la risa) lo hace tirado por el suelo, o empieza a hacer sonidos marcianos con el botón «on/off» de su Fender Signature al más puro estilo Tom Morello, o nos «insulta» con un sweep picking que haría llorar a Ygnwie, para terminar haciendo slap cual bajista funk de la Motown. ¿¿¿Pero este tío de donde co$%nes ha salido??? Ya lo entiendo, cosas del maldito DeLorean, ha venido desde el futuro y seguro que ahora nos dice que este solo de guitarra es antiguo de donde él viene y que les encatará a nuestros hijos.

Sin poder cerrar todavía la boca por el susto, empiezan a tocar Rock and Roll Part 2 y comienza la gran fiesta en Rivas con todo el estadio cantando. Los Crüe son de esos que cuando van ganando el partido 7-0 es cuando sacan a los titulares. Esto es un «meedley-party-piscina-borrachera de verano-locura colectiva» en toda regla…  Smokin’ in the Boys Room, Helter Skelter y, sin tregua ninguna, enlazan con Anarchy in the U.K y Blitzkrieg Bop.

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Gary Glitter, Mötley Crüe, The Beatles, Sex Pistols y los Ramones todo junto del tirón… Algo impensable en los 80 porque las tribus urbanas tenían los límites muy marcados… Y perdónenme, serán muy «glam» los Crüe pero con las versiones Punk se veía a Tommy Lee aporreando los tambores más contento que un gorrino en una charca… Si le dejan, se hace la discografía de Ramones entera.

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Home Sweet Home, Dr. Feelgood, Same Ol’ Situation. No hay tregua. Espectáculo de lásers que apenas se ven porque sigue habiendo mucha luz solar (una pena el horario elegido). Entre medias de todo eso, suben a un tipo del público disfrazado de unicornio (a 40 grados iba «el colega» con un disfraz de unicornio de felpa, que por nadie pase) y un par de fans que abrazan a Nikki hasta dejarle sin aliento.

Luego llega el turno de Tommy que, como siempre, quiere «ver tetas» y pide disculpas porque él no puede enseñar lo que le cuelga porque «le detiene la policía en España». Aunque casi todos vieron en cierto video con Pam que era capaz de tocar la bocina de un barco con semejante… ¿Baqueta? Resumen rápido: 4 pares de pechos femeninos, 2 pares de pechos masculinos y un culo peludo de un valiente. Si llega a ser la declaración de la renta casi le sale a pagar a Tommy.

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Esta parte del show que siempre hace Tommy, la vi hace más de 15 años con la mentalidad de entonces y no le di importancia. Si lo miro ahora desde el prisma del 2023 entiendo que se pueda tachar de sexista o de cosificación de la mujer, también lo podrían ser las bailarinas de barra americana que llevan en el show.

También es cierto que hoy en día nos escandalizamos por todo y antes no nos escandalizábamos de nada (y habían cosas para escandalizarse, por suerte avanzamos). Ahora las redes sociales te censuran por mostrar un pezón, aunque sea del David de Miguel Ángel. O detienen a la cantante Rocío Sainz en Murcia por enseñar el pecho en un concierto cuando los hombres llevan años saliendo a tocar sin camiseta sin ningún problema.

Resulta paradójico que, en sus comienzos, los Crüe fueron cancelados porque el puritanismo americano post 50’s no permitía esas performances. Yo no voy a opinar ni a favor ni en contra, ni loco me meto en ese charco, solo dejo una reflexión que me parece curiosa y es que, en cierto modo, podría parecer que algunas cosas del presente comparten rasgos comunes con otras cosas del pasado, y ambas censuran, seguramente por motivos muy distintos. La verdad es que no lo había pensado hasta ver el concierto de Crüe y, como feminista que me considero y progresista, me ha explotado un poco la cabeza con esa paradoja. Debe ser el maldito DeLorean que me lleva loco, o el sol, o la cerveza, o todo junto. Yo que sé… 

Volvamos a la música, Girls Girls Girls… Esto… Uff… Paso palabra que al final cobro…  Siguiente por favor… Primal Scream! Gracias. 

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Esto se acaba. Sale John 5 con un arco de violín. Iba a decir que me sobresalta la imagen pero, como no estamos en horario infantil, voy a decir que me acojona. Juanito, por el amor de Dios, a ver qué haces, que esto acaba en sacrilegio y con la iglesia de San Jimmy Page pidiendo daños y perjuicios… Anda, ¿También sabes hacer el sonido del coche de carreras acelerando con al arco del violín? Si es que mi Juanito «vale pa tó». Kickstart My Heart… Y explotan las cabezas. Orgía en el público. El tipo del disfraz de unicornio hace un triple mortal en su imaginación y Tommy Lee decide acabar el bolo golpeando con las baquetas los micros de la batería como si fueran explosiones. Cuatro golpes que nos dejan sordos a todos y con cara de alucinados ¿Han sido explosiones? Imposible no hay humo… 

Difícil papeleta les han dejado los chicos malos de Sunset Boulevard a Def Leppard… ¡Muy díficil! 

Def Leppard: Puntualidad británica, clase y perfección, demasiada perfección…

Con puntualidad británica, los de Sheffield salían al escenario de Rivas conocedores de que los angelinos habían hecho un grandísimo concierto.

Desde la pista se observó bastante «movimiento migratorio» los fans más acérrimos de Crüe dejaban sitio a los de Leppard en una especie de baile amable y organizado. Tengo que admitir que tenía mucha curiosidad por como saldría esta combinación de ambas bandas porque son los dos polos opuesto del hard rock. Donde unos usaban maquillaje y eran los chicos malos, los otros eran el lado menos «divertido» y más profesional. Ni mejor ni peor, distintos. Igual que un Ford Mustang es distinto a una berlina Jaguar.

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Personalmente creo que el orden correcto era el inverso, no por calidad, no por popularidad ni nada de eso, simplemente por el factor fiesta. El público venía de un subidón total del «recreo» en el patio del colegio y ahora tocaba «atender» a una masterclass de hard rock en directo.

Take What you Want, de su nuevo disco Diamond Star Halos, seguramente no fue el mejor tema para empezar, enfriando mucho al público. Por suerte «rectificaron» pronto con Let’s get Rocked. El sonido de la banda es perfecto, la ejecución de todos y cada uno de los músicos impecable y, en conjunto, suena a «disco en directo». Animal del Hysteria  sirvió para afianzar el concierto y ponerlo en velocidad de crucero. 

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Foolin’, Armageddon it, Kick. Todas perfectas. Tan perfectas que, por momentos, la perfección podía resultar un poco aburrida, quizá por eso se agradeció tanto en su momento la aparición del punk. Love bites me vuelve a reconciliar con el concierto y es que el Hysteria «les salió bueno», pero es cierto que son dos bandas tan distintas que el cansancio hizo de las suyas entre los fans más acérrimos de Crüe que querían seguir de fiesta aunque fuese en sus casas. Quizá la gira más adecuada hubiese sido Scorpions con Leppard y Mötley Crüe con… No sé… Lo pienso y os digo… ¿Alguien ha dicho Aerosmith? Jajaja venga, vamos a dejarlo a la imaginación.

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A Promises le seguía la calma de This Guitar (también de su último disco) en formato semi acústico. Se me hizo larga la verdad, pero es que el disco no me entra. Es mejor que Slang, pero por los pelos. When Love and Hate Collide no ayuda a levantar el bolo, que sigue sonando perfecto pero le falta chispa. 

Rocket, Bringin’ on the Heartbreak y Swith 625 con el solo de batería de Rick Allen fueron el chute de adrenalina necesario para llegar hasta el final. Hysteria, Pour Some Sugar on me, Rock Of Ages y Photograph consiguieron dejar el concierto en lo alto, pero la sensación de que el el orden de las bandas debería haber sido a la inversa (o incluso la elección de tandem) se palpaba en el ambiente. Que nadie me malinterprete, Def Leppard hicieron un gran concierto, siempre lo hacen, es una de esas bandas que nunca fallan, impecables, perfectas, pero a alguno se les hizo un poco de bola un concierto que, de no ser por la locura previa desatada por Crüe, hubiese sido fantástico.

Me suena el móvil, es Doc. Ya ni me acordaba con todo este jaleo del viaje en el tiempo.

«Muchacho, el DeLorean ya está listo. Te recojo y volvemos a 2023»

«Fantástica noticia Doc, pero me gustaría pedirte un último favor: ¿me puedo quedar un ratito mas en los 80? ¿Hasta mediados de los 90 y me recoges ahí? ¿Sí? Gracias».