Crónica y fotos: We Exist Even Dead, Scars of Oblivion y Rest in Filth en Madrid

Hacía mucho que los catalanes de We Exist Even Dead (WEED para los amigos) no se pasaban por tierras madrileñas para agitar un poco el ambiente, y se puede decir que el 12 de mayo cumplieron con creces nuestras expectativas. El evento del pasado viernes en la Sala Silikona fue y está siendo más que celebrado en la escena.

Por una parte, por el regreso de los WEED a la capital, y por otra por la gran apertura de los dos grupos castizos Rest In Filth y Scars of Oblivion, quienes rompieron los esquemas de todos los asistentes con sus respectivos y personales estilos de deathcore.

Rest In Filth: un estreno por todo lo alto

Tras una desafortunada espera de una hora desde el previsto horario de apertura de puertas, por fin pudimos empezar a disfrutar de lo bueno alrededor de las 20:30. El primer turno fue el de los novicios Rest In Filth, quienes ofrecían esa noche el primer concierto de la historia de la banda, para sorpresa de muchos (mía incluida).

Los cinco jóvenes músicos presentaban su nuevo EP Atonement, una bomba de relojería llena de una agresividad muy bien focalizada en su personal estilo de agressive deathcore que nada tiene que envidiar a los titanes del género.

El pasado viernes era la prueba de fuego para Rest In Filth, pero la pasaron más que con nota. Muestra de esto fueron los constantes mosh pits y vitoreos mientras la banda tocaba su EP casi al completo, además de no una sino dos muy aplaudidas rendiciones de los clásicos de Knocked Loose: Counting Worms y Billy No Mates.

Setlist:

  • Intro
  • Veil of Sorrow
  • Atonement
  • Further
  • Billy/Worms
  • Don’t Fuck With The Devil

Un debut que, bajo mi parecer, no podría haber ido mejor. La naturalidad con la que estos cinco músicos se plantaron en el escenario y defendieron un primer directo con la sala prácticamente llena y expectante los llevará muy lejos. Eso, y su inmenso talento para adaptarse a la nueva era del género. Fue el primero, pero estoy segura de que no será el último. Os animo a que no os los perdáis. Yo no lo haré.

Scars of Oblivion: impecable brutalidad

Los anfitriones de la noche fueron los también madrileños Scars of Oblivion, conocidos ya por la pulcra limpieza de sus composiciones y ejecución en directo, cosa de la que se retrataron el pasado 12 en la Silikona.

Desde el minuto uno, estos cinco profesionales (realmente no tienen otro nombre) dejaron claro que para ellos su música es realmente sagrada. El cuidado y dedicación con los que trataron su set fue admirable, así como la complicidad para con la audiencia.

Ese día ellos también estaban de estreno, presentando su primer LP Misanthropy: un prefecto equilibrio entre potencia desmedida y técnica melódica calculada al milímetro, un concepto que, a pesar de su dificultad, consiguieron plasmar a la perfección en ese escenario.

Setlist:

  • The Last Breath
  • Fallen In Vain
  • Blood Bath
  • The Sacred Lie
  • Supremacy
  • Industrial Humanity
  • Misanthropy

We Exist Even Dead: repartiendo como en casa

Pocos grupos de la escena y de la magnitud de WEED (pequeña desgraciadamente para todo el talento que rebosan) tienen la presencia que para estos catalanes es innata. Diría que este es uno de sus puntos fuertes, y el pasado viernes la Silikona fue testigo de una muestra más que clara de ello.

Después de dos bolazos que drenaron bastante nuestra energía, lo normal hubiese sido estar absolutamente agotados y no darlo todo con WEED. Pero una vez los miembros de la banda tomaron el escenario con esa energía arrolladora que les caracteriza, fue imposible no ponernos a su nivel.

Tocaron grandes temas como One Last Hope o Sweet Vice, cómo no, de manera tan impecable como natural. Y es que estos hardcoretas de Barcelona son maestros en clavar cada riff, cada segunda voz, cada elaborada y groovy línea de bajo, y cada polirritmia de sus composiciones, mientras disfrutan como niños.

Es muy posible que ellos se lo pasaran incluso mejor que todos los que fuimos a verlos, aunque eso sea difícil de superar. Lo que está claro es que ver disfrutar a los artistas que nos inspiran es posiblemente una de las cosas que más nos hagan disfrutar a nosotros como audiencia. Así que solo me queda agradecer a esta gran banda su indudable pasión por lo que hacen, y por dejarnos vivirla. Nos vemos en la próxima.